Capítulo 11: De Vuelta Al Dungeon

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Pov Narrador

"(esta hacha es bastante buena)".

Asterius miro el hacha en su mano izquierda, estaba manchada con sangre fresca de monstruo, perteneciente a unos Lygerfang, cuyos cuerpos yacían inertes en el suelo. Desangrándose lentamente por sus heridas.

Ella camino hasta quedar en frente del cuerpo de uno de los Lygerfang, y alzando su mano derecha, abriendo su mano en una palma. Atravesó la piel, carne y músculos del Lygerfang para arrancar de su cuerpo su piedra mágica para comérsela.

Hizo lo mismo con los otros tres cuerpos de los Lygerfang que quedaban. Al retirar sus piedras mágicas sus cuerpos se volvieron cenizas. A excepción de algunas partes, como pelaje y sus colmillos.

La minotauro miro con curiosidad los ítems que los monstruos soltaron, se acercó a las cenizas de uno de los Lygerfang, donde yacía en el suelo uno de sus colmillos. Y lo tomo con su mano derecha, examinándolo por unos momentos.

"(fels menciono que algunas partes de monstruos sirven para fabricar armas. Creo que algunos del grupo suelen dar partes de ellos a fels)". Tomo el colmillo de Lygerfang, el cual era bastante largo. Y lo guardo en su cinturón.

Cuando ella iba a darse la vuelta escucho un crujido detrás suyo, una de las paredes se estaba desquebrajando. Al darse la vuelta observo como un nuevo Lygerfang iba a nacer, y con un ágil movimiento de su mano izquierda. Su hacha nueva fue lanzada directo a su cabeza, clavándose en la cabeza del monstruo y muriendo al instante. Su cuerpo cayó al suelo apenas salió de la pared.

Camino hasta el muerto, y retiro su hacha del cráneo del monstruo muerto. Solo para después quitarle su piedra mágica y comérsela.

"(¿debería darle un nombre al hacha?)". Observo detenidamente el hacha en su mano. "(es algo pequeña, y ahora que lo veo, sus colores son similares a mi... ¿El la escogió pensando en mí?)".

Por lo general, ella no les daba nombre a sus armas, ya que durarían mucho por su excesiva fuerza y uso. La mayoría de las veces cedían cuando luchaba en el coliseo del piso treinta y siete. Ese solía ser el lugar todas sus armas eran destruidas.

A partir de eso, nunca le vio la necesidad de darle un nombre. Pero esta arma era diferente a sus anteriores armas, esta era un regalo. Solo por eso ya era distinta a las demás armas que uso en su vida.

"(pensare en ello más tarde)". Suspiro y continuo su camino por el rocoso camino del décimo séptimo piso del dungeon.

Aunque sus pasos se detuvieron cuando el suelo tembló ligeramente, provocando que su mirada se dirigiera hacia un pequeño grupo de minotauros que se acercaban a ella.

Con una sonrisa mortal en su rostro, y cambiando a su gran hacha. Salto directamente hacia el pequeño grupo de minotauros.

Ella iba a divertirse un poco antes de volver a la aldea oculta del piso veinte y siete.

X.X.X

"entonces, ¡¿cómo te fue con ese humano?!"

Fue lo primero que asterius escucho cuando llego a la aldea oculta de los xenos del piso veinte siete fue a Marie saltando hacia ella, saliendo del agua y aferrándose a ella cuando salto, aunque asterius se encargó de atraparla en el aire. Termino en forma de un abrazo tierno a los ojos de ray quien estaba unos cuantos pasos detrás de ella. Con una sonrisa en su rostro, no una de diversión, si no una de felicidad.

"¿ni siquiera me vas a saludar?". Ella pregunto algo con una ceja alzada. "y no saltes de esa manera, sabes que no debes estar mucho tiempo fuera del agua".

Danmachi: Un Amor Algo ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora