Prologo: Un Raro Encuentro En El Dungeon

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Pov Narrador

Un joven aventurero deambulaba por el quinto piso del dungeon.

Caminando a paso lento y seguro. Mientras sudaba de los nervios al caminar por ahí.

- (que raro, no he visto ni un solo monstruo desde que llegué aquí) - fue el pensamiento del joven-.

Su cabello era blanco como la nieve. Sus ojos rojos como los de un rubí. Fácilmente se podría confundir con un conejo.

Portaba un abrigo café, junto a una camiseta negra. La cual tenía equidad encima un peto gris.

En su mano derecha llevaba una daga  normal de color blanco, no era muy destacable la verdad.

Aquel joven aventurero era bell cranel. Un aventurero de nivel uno, que no tenia más de una semana y media como aventurero. Y ahora se encontré a solo, explorando por primera vez el quinto piso.

Solo se escuchaban sus pasos por el pasillo por donde caminaba. Produciendo aún más temor al joven de cabello blanco.

- (¿debería volver?) - miró hacia su alrededor - (no hay ningún monstruo. Creo que mejor me voy).

Dio un pequeño giro y se dispuso a darse la vuelta por donde vino, pero algo pasó...

Se escucharon pisadas, y fuertes. Demasiado fuerte para una persona normal.

Todo el cuerpo del chico se erizo y paralizo por unos segundos. El podía sentir como el frio recorría su cuerpo.

El no quiso darse la vuelta, por más que quiso, sus propios instintos le advertían que no lo hiciera.

Sintió una fuerte respiración atrás suyo. Era demasiada pesada y fuerte para ser de una persona.

A pesar de que su instinto le decía que no se diera la vuelta, el lo hizo de todas formas. Y se arrepintió de hacerlo.

Ahí lo vio, un ser humanoide, de gran tamaño y cuerpo musculoso. Su cabeza era igual a la de un toro.

El cuerpo de Bell entero se congeló, tan sólo ver el como aquel monstruo lo miraba hizo que su cuerpo no quisiera responder ni pensar bien.

Solo pudo pensar una única cosa al ver aquí monstruo detrás suyo.

- (¡¡¡corre!!!)

Y así como lo penso, el comenzó a correr lo más rápido que su cuerpo y estado de nivel uno podia.

Y cuando comenzó a correr, lo escucho, el desagradable y aterrador rugido del monstruo que tenía detrás.

- ¡¡¡ROOOOAAAAAAAARRRRR!!!

Sus piernas se movieron lo más rápido que podían. Respiraba agitadamente. Y corrió sin parar por los distintos pasillos del quinto piso.

Podía sentir como aquel monstruo lo seguía. Sus fuertes pisadas y sus pequeños rugidos se escuchaban por todo el lugar.

- ¡¡¡VOOOOOUUUUUUUU!!!

- (¡¡CORRE, NO PARES DE CORRER!!)

Tenía literalmente al monstruo a escasos metros detrás de él, sentía como cada vez el minotauro estaba detrás suya.

Incluso podía sentir como el minotauro trataba de golpearlo, fallando por poco y rompiendo el piso que tenía detrás.

La suerte del chico se había acabado, el minotauro había golpeado tan fuerte el piso que fue suficiente para que el perdiera el equilibrio.

Danmachi: Un Amor Algo ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora