CAPITULO 10: ¿Preparados para bailar?

123 7 4
                                    

Los Ángeles, California / Estados Unidos

Alejandro

Me alisto para la carrera. Las dos primeras rondas ya pasaron y ahora me toca.

Me pongo el pantalón de protección, luego los guante y me subo a la moto asegurándome bien del casco. Prendo la moto y me dirijo a la carrera.

-Ey Alejandro, tu noviecita le está dando problemas a mi jugador.

Me dice uno de los lideres de los tantos grupos que hay. Me quedo viéndolo por unos segundos mientras parqueo en la línea de salida.

-¿Quién?

-La chica nueva, la que el otro día casi te gana.

Me lamo el labio y sonrió.

Ya quisieras que esa chica fuera tu novia, engreído.

Miro con burla al señor que esta trayendo a su corredor, un joven que por lo que veo tiene más pena de estar ahí.

-Que yo sepa las carreras son para ganar, no veo el problema.

-Mi muchacho llevaba una racha de ganador y esa cualquiera llego de la nada a molestar.

Tenso la mandíbula y ahora si lo miro serio.

-Esa "cualquiera" le gano a tu supuesto campeón, aprende a perder.

No lo dejo decir mucho más porque con un simple movimiento de manos tres hombres ya lo están corriendo de donde estaba, el semáforo apunta el rojo y yo le doy una ojeada a mis contrincantes.

Simples fanáticos.

Si, el único fuerte que veo es uno de los hombres que siempre me han puesto pelea, bueno... todo su grupo me odia, que puedo decir, la gente tiene que aprender a ser mas amable cuando les gano.

Naranja. La moto saca literalmente llamas cuando acelero sin moverme de mi sitio.

Rojo.

Arranco con seguridad dejando ya a varios atrás. En la primera curva estabilizo la moto dándole un cambio a cuarta posición, uno de ellos me alcanza un poco lejos.

Soy impredecible en las carreras, puedo joderte de una vez o divertirme contigo y hacerte creer que ganas. Depende de mi estado de humor.

Paso por el tipo de bosque con normalidad.

Él a la normalidad le dice estar al borde de la muerte, para tener en cuenta.

Ya saliendo me doy cuenta de que el que estaba cerca mío termina desestabilizándose y cayendo en la salida, rodando con la moto un poco lejos.

Eso debe doler.

Arranco un poco más rápido, en la carrera no tuve mucho problema como creía y ya estoy llegando a la meta...

La imagen mental de Camila llega a mi mente y no se porque freno de repente derrapando por la cera de la carrera, como estaba cerca de la meta llego de espaldas recibiendo varios aplausos.

No era lo planeado, pero fue con estilo.

Me bajo de la moto tenso y algo confundido por lo que acaba de pasar.

No puedo pensar mucho porque Manuel me da un apretón de manos dándome una cerveza, y Charles que pocas veces nos visita se me lanza a la espalda, como puedo me sostengo para no irme cara contra el mundo.

Mi equipo también llega aplaudiéndome y revisando la moto. Yo quede algo mareado por el derrape que hice así que me voy con Manuel y Charles al minibar del lugar.

El Rugir De Las CallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora