CAPITULO 15: Vendida al mejor Postor

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Los Ángeles, California / Estados Unidos

Camila

Hoy definitivamente el día no me dice "Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola"

Bueno, a mi no me lo dice. Empecemos porque no pude dormir nada luego de que llegué al apartamento –donde me aseguré de que fuera seguro antes de entrar claro– luego me alisté para ir a la universidad y la moto no tenia casi gasolina como para llevarme.

Luego tuve que aguantar unas cuatro horas que una profesora nos dijera todo lo que ya sabíamos sobre la convivencia y bla bla bla. Cuando llego la hora de comer y por fin fue mi turno la comida estaba fría y lo único bueno que daban se había acabado, asi que prácticamente me toco comer sobras.

Peor que una cárcel.

Sin mencionar que en la charla que nos dio esa señora nos sumaron un montón de tarea para empezar a entender como se manejaba la universidad. Dios yo entiendo que se hacen sacrificios, pero no puede ser tan dificil sabiendo que apenas llegue.

Lo único "bueno" fue la hora de un mini descanso donde pude estar con el grupo de Bridge, donde pude dormir un poco mientras ellos hablaban de sus vidas.

Y luego de que mi vida hubiera mejorado me sacudieron por el brazo causando que me levantara muy rápido y con el corazón agitado por el repentino ataque. Todo eso para que me dijeran que dejara de dormir porque las clases estaban empezando otra vez.

Hubiera sido tan lindo seguir durmiendo.

En un estado de transe del cual nunca despertar, demasiado lindo.

---♕---

Te cuento, salí de la cárcel y fui a por la moto para tanquear y luego irme al lugar donde casi me matan. Ah, y para encontrarme con las chicas ya que Paula dijo que nos quería temprano para yo no sé que.

Cuando llegue estaban todas en la pista, con las motos de cada una, excepto Sofia que no pudo venir por las clases de danza que tiene.

–¿todo bien? –Me pregunta Isabella cuando nota mi existencia mientras me acerco.

–¿ya lo saben?

Pregunto antes que todo, asi me ahorro comentarios.

–Si te refieres al ataque de bandos entre todos estos hijos de puta, sí, lo sabemos.

Me lo dice Mia, que esta revisando el tanque de la moto sin poner mucho cuidado a mis expresiones, que son un mezcla de desconcierto y preocupación.

La única que me presta atención es Paula que esta fumando arriba de la moto, el resto se esta poniendo su equipo de protección. Dirijo mi mirada a la mesa de donde están sacando todo y me dirijo a esta para traer el mío.

–Como que se puso arrecha la cosa.

–¿Por qué lo dices?

Carla me señala con la cabeza al edificio alto, el ventanal de donde me dispararon esta roto por ataque de bala, luego me señala en generar el sitio, algunas manchas de sangre, césped y balas en el piso lo dice todo.

Hay algo de la historia que no encaja...

– ¿y quienes...

–Ven –me corta Paula sin dejarme decir nada más, se baja de la moto y se dirige a las afueras de la pista, hago lo que me dice.

Su cara es seria y su postura esta tensa, con los brazos cruzados al frente de su pecho.

–Te aliaste con Alejandro.

El Rugir De Las CallesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora