De enemigos a vecinos
(bueno, enemigos y vecinos mientras Harry se siente miserable)-Te vas a caer. - Y tal como lo predijo su madre, Harry se cayó a la entrada de su casa.
No era la primera vez que le pasaba, así que se puso de pie, cerró la puerta y fue a buscar su bicicleta guardada en el jardín. La tomó y se montó en ella, olvidándose por completo que su madre le había dicho que se ponga el casco para evitar algún accidente. Manejó por la ruta usual de siempre, en dirección hacia la única panadería del pueblo.
Amaba manejar su bicicleta, se sentía como volar en escoba pero de una forma distinta y única. Durante su tiempo en Hogwarts volaba en escoba y cuando estaba en el Valle de Godric volaba en la bicicleta.
Llegó a la panadería y estacionó su bicicleta donde usualmente la dejaba, amarrandola como su madre le había enseñado desde niño. Era gracioso cuando se trataba de su padre intentando manejar una bicicleta, que tras años de lecciones de su madre, se había rendido, diciendo que la escoba era lo que mejor iba con él. Por eso Harry también amaba a sus padres, porque gracias a ellos, tenía lo mejor de ambos mundos: el mágico y el muggle.
Compró el pan de siempre, saludando al viejo y amable panero que siempre atendía. Regresó hacia su bicicleta y manejó de regreso a casa. Estacionó la bicicleta a la entrada, buscó sus llaves en su bolsillo e ingresó a casa, dirigiéndose hacia la cocina.
-Lávate las manos. -Le recordó su madre. Harry hizo lo indicado y volvió a la cocina a ayudar a sus padres con el desayuno.
Los tres se sentaron en la mesa en un agradable ambiente que Harry había extrañado estando en Hogwarts. Su padre le contó algunas de sus recientes misiones como auror, mientras su madre presumía algunas de sus investigaciones como medimaga. A su vez, Harry continuó contando algunas anécdotas en Hogwarts, clases, sus amigos, escapadas nocturnas y Malfoy.
-Hablas mucho de Malfoy, ¿no? - Su padre le miró con extrañeza y Harry no entendió.
-Pues claro, si siempre anda molestando. Su presencia es abrumadora.
-Tal vez estás exagerando. -Rió su madre y Harry se puso serio. ¡No era una exageración!
-No estoy exagerando. Malfoy siempre anda metiendo su nariz donde no debe. Hizo que el caldero de Seamus explotara y que una de las gemelas Patil terminase con el uniforme mojado tras una lección de Hagrid.
-¿A Seamus y a la señorita Patil les importó lo sucedido? - preguntó su madre y Harry lo pensó por unos segundos.
-En realidad... digo no. Pero eso es porque no se percatan de lo mimado y molesto que es Malfoy.
-¿Qué te ha hecho a ti? Directamente. - preguntó su padre con la boca llena, recibiendo un regaño de su madre y luego volviendo a ver a Harry.
-Tiñó mi uniforme de verde, eso en la primera semana. ¡Se los dije! - Acusó Harry a sus padres, recordando haberles dicho por una carta. -Luego escondió mi libro de pociones por una semana, Snape casi me mata. Volvió a desafiarme a duelos, como siempre. Me tiró bolitas de papel cada vez que me veía por un mes entero. Empezó a decir que ninguna chica aceptaría ir al baile del torneo conmigo. ¡Él fue quien saboteó todo con Cho!
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Two Sides - Drarry
Fiksi PenggemarHarry Potter y Draco Malfoy, desde su primer encuentro, se han llevado mal. Las cosas solo empeoran cuando Draco Malfoy ya no solo es rival de Harry Potter, sino también su nuevo vecino. Mientras ambos tratan de solucionar su rivalidad, los mortífag...