Jeongyeon había pasado toda la mañana en un centro comercial con Amy, quien aceptó acompañarla para comprar juntas algunos regalos de última hora. Era la primera semana del año y el ambiente festivo seguía en auge.
De algún modo, mientras revisaban entre perchas de ropa, Jeongyeon terminó en medio de un interrogatorio. Amy no trató de ser sutil al preguntar por su compañera de trabajo, y Jeongyeon tardó un momento en responder porque no había tenido demasiadas actualizaciones de Nayeon desde Navidad. Quizás estuvo entretenida con algún asesinato navideño.
Pensar eso era mejor que seguir alimentando su paranoia. Jeongyeon había comenzado a creer que Nayeon la evitaba a propósito. ¿Tal vez consideró mejor sus sentimientos después de su primera y única cita juntas?
—¿No has intentado nada más? —dijo Amy, como si la estuviera regañando.
Jeongyeon se entretuvo toqueteando perchas para ganar tiempo y evitar la mirada fulminante de Amy.
—¿Como qué?
—¡Vamos...! —gimió Amy frustrada—. Después del fracaso de la cena de Navidad, has actuado como si todo hubiera acabado, cuando ni siquiera habéis empezado. No es el fin del mundo, ¿sabes?
—Lo sé, pero ella tampoco ayuda —reclamó Jeongyeon con exasperación.
—¿A qué te refieres?
—La llamé en Navidad y me pareció que le pasaba algo. Se sentía mal por no poder estar juntas, claro, pero siento que hay algo más. Ha empezado a evitar mis llamadas y actúa de manera extraña cuando hablamos. —Jeongyeon dejó escapar un suspiro desolado—. ¿Y si ya no…?
—¿Y si te dejas de “y si” y la confrontas directamente? —sugirió Amy, estampándole en el pecho un vestido carmesí con lentejuelas.
Jeongyeon sujetó la prenda como si fuera una babosa escurridiza.
—¿Qué… qué se supone que haga con esto?
—Comprarlo para mí —respondió Amy como si fuera evidente—. No me diste nada por Navidad.
—Porque dijiste que no querías nada —se justificó Jeongyeon rápidamente, comenzando a sentir un pánico inexplicable.
Amy se cruzó de brazos y alzó una ceja como si estuviera analizando cien formas distintas de asesinar a Jeongyeon.
—Y por razones como esta me necesitas para comprender el corazón de una mujer.
—Hablas como si yo no fuera una.
—Eres de ese selecto e insólito grupo de mujeres que no comprende a otras.
—Sólo dime lesbiana y me sentiré menos insultada…
Amy la arrastró al mostrador de la tienda empujándola de los hombros mientras se reía entre dientes.
—Vamos, detective. Tenemos un largo camino por delante si queremos resolver tus problemas de amor.
ESTÁS LEYENDO
Cicatrices ➳ 2yeon
Fanfiction𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚: esta es la secuela de otra historia: "Amar y proteger". No es necesario haber leído el primer libro para entender este, pero se advierte que contiene spoilers. Lee bajo tu responsabilidad. Después de ver a la muerte de cerca...