2.Premio no agradable

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Me levante a las cinco y el general Collins nos enseñó como usar el arco como arma,y durante los próximos meses,nos enseñarían como perfeccionarlo.Hoy era uno de agosto y a mi sección nos tocaba limpiar durante este mes,justitamente el mas jodido caluroso de el año.Estaba limpiando cuando el general Mint me manda ir a su cuartel a la noche.No sabía lo que me esperaba y estaba asustado de ello.
Todo el día lo pasé pensando en el tema que tanto temor tenia, aquel que podría mi vida acabar,y no quería eso.Pensaba que pintaba algo aquí,en este miserable mundo.
No me presenté para cenar,ya que no tenía hambre y me presenté en el cuartel de Mint y me dijo que me sentara.
-Brooks,estoy sorprendido. Tienes un historial impecable y las armas se te dan bien.Y quiero recompensar te-pensé que me liberaría,pero no fue así-.Quiero que me ayudes a dirigir a un atentado en Boston.Iras con unos veinte niños soldados más, tú serás su jefe,pero yo tendré mas autoridad que tú.-la idea no me gustó nada,era lo peor cosa que podrían haberme dicho.No solo matar,sino ayudar al jefe y mandar matar a los otros niños.- Tendrás que conocer a los niños,pero ser frío,y si esto va bien,seras jefe-niño soldado.Este rango estará creado por ti,y solo por ti-si fuera por mi me gustaría más que nos dejara salir a mi y a Hudson de allí para siempre.
Me fui apenado a mi habitación mientras todo el mundo me miraba preguntándose que había pasado allí dentro,si no habría mas esencia mía aquí.
Cuando llegue Hudson se preocupó, pensaba igual que los cotillas de los pasillos.Se lo explique todo y no entendía el porque estaba así, él veía algo positivo,pero yo no encontraba nada,nada en absoluto.
-¿Enserio no lo ves James?
-John,no se lo que ves...- empecia a decir apenado-Yo solo veo que voy a dirigir y a mandar a niños sin infancia a matar a gente inocente,gente que ama a otra gente.
-Brooks,no estaba pensando en eso-decia John con la cabeza agachada.-...James,vamos a podernos escapar!
-¿Que?¿En Boston?
-Sí tío, es la oportunidad que esperábamos, pero con una ventaja,eres el jefe!
-¿Y...donde esta la ventaja?
-Eres ciego Brooks.Mint te enseñara todos los trucos del lugar.¡Nos sabremos todos los atajos y los puntos ciegos!
Ahí me di cuenta de lo que me estaba hablando,tenía razón, como seré el jefe...
-Y tenemos que pararlo.
-¿Qué?-dijo John.
-El atentado.
-Lo siento xaval-dijo el chico de quinze años-,no todo se puede salvar, no todo puede terminar en final feliz,porque,las historias con final feliz no existen,¿sabes?. Porque si no no estaríamos aquí.Seriamos felices. No me habría pasado nada.Y tu madre estaría viva.
-Sí... estaría...estaría...estaría viva-y no pude evitar tener los ojos rojos y brillantes.
-Lo siento,no quería...perdona,no era mi intención. No ha sido a propósito. Si eres un hermano para mi.Enserio...
-Tranquilo-le corto yo-,por cierto-me seco los ojos,cogo aire y continuo-nunca me has llegado a contar que te paso en Londres.¿Qué te hicieron?
-Ya te lo diré otro día.
-¿Pero por qué?-me empecé a cabrear,a cabrear mucho-¿No decías que era como un hermano para mi?¿Que te importa?Entonces, ¿por qué no
me lo cuentas?
Me fui dando un portazo y con unas lágrimas.Me las seco rápidamente cuando me doy cuenta de ello, ya que castigan si ven que lloras o has llorado.Solo hay dos excepciones, uno cuando llegas y el otro,cuando llega una mala noticia, pero esta ultima,a la segunda vez,te castigan.
Estuvimos hablando horas del atentado y se sorprendió de lo inteligente que soy para esas cosas.
Me fui de allí a las 3 de la madrugada y me dijo que mañana no fuera a entrenar y que me tomara el día libre y pasado mañana fuera a las diez a su despacho,pero que tampoco fuera a entrenar,ya que queria que descansara para tener la mente fresca.
Entré cuidadosamente a la habitación y cuando la cerré, no pude evitar quedándome mirando a Hudson.
En realidad era un tío guapo,con ese aspecto que todos quieren ser como él y no para de recibir numeros de chicas.Tiene el pelo corto de color chocolate a juego de sus ojos.Iba aun vestido con el uniforme y tenia pinta que se hubiera dormido esperando algo o esperándome a mi.Me cambié y me puse el pijama y me metí en la cama más incómoda del mundo,que en este caso era la mía.
No podía dormir,como siempre,no paraba de pensar en el día que vine aquí,la ultima vez que vi a mi madre y la última vez que la volveré a ver.Aun me acuerdo de sus historias que tanto me gustan y de cuando nos acompañaba a mi y a mi antiguo mejor amigo Peter,Peter Scott a comprar helados en la plaza.Y que,pronto volveré a aquella ciudad y volveré y me haré libre de allí.

El niño soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora