4.Todo por una palabra

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Me levanté y me fui al despacho del general Mint y estuve allí toda la mañana.Era horroroso tener que aguantar a ese,pero todo valía la pena,todo por una palabra: libertad. Algunos lo pueden ver una tontería, pero para mi no lo era en absoluto.Incluso hay niños que quieren hacer lo que yo.Quieren matar gente y ver el dolor?Quieren saber que toda una familia no sera igual y llorarán por su culpa?En que mundo se vive para querer ver el sufrimiento de otros y gozarlo? En que mundo estamos en donde solo sirven las armas y las guerras,en vez de la paz y el silencio?
Yo no lo entiendo como gente puede querrer eso.
Me fui al comedor donde nos servían la comida y me colocaron un puré espeso de patatas,bueno,se supone que era eso.Realmente era agua con un sobre con sabor a patata.
Me lo intente comer y cúando termine me vinieron momentos y frases de la conversación con el general."En una semana ya los tendremos a todos seleccionados y partiremos hasta allá" "James,esto es el principio de una gran era de niños pequeños con armas y adultos exclavos" "Si todo sale bien,te benificiare con algo mas que con tu puesto,ya sabes...a alguna puta para calentarte la noche".
Me entraba escalofríos de solo pensar en ello.Enserio serian capaces de hacer eso?Os juro que no entiendo a la mente humana.
Me fui a dar la ducha del día y me fui al entrenamiento con Collins,no se como le miraría a la cara después de ver eso.
Llegue a allí y perfeccionamos el tiramiento con arco.Estuvimos horas y horas bajo el sol apuntando a un plátano, que es lo que le va al general.No se me olvidara en años ese segundo que vi.Y hablando de eso,el ayudante se pasa mas veces por aquí y se hacia mas pesado y lame culos,claro esta que es para se le laman algo.Ya se,soy muy pesado,pero es que el hombre que me hizo correr hectarias para justificar que me quede un rato mas en los vestuarios porque había perdido la camiseta en vez de que era gay y al tío le va el rollo homo.Al terminar la práctica, estaba un poco cansado y me fui a mi habitación y me quede hablando con mi colega,como haría cualquier persona,bueno, supongo...y después de un rato,supongo que sobre un cuarto de hora,él se fue a cenar,pero yo no tenia suficiente hambre para ir allí y encima ver la cara de esos niños.Porque me miraban así? Saben realmente que no voy a morir?Sino que pronto seré yo el que los obligue a las armas?
Me quedé pensando sobre todos los años aquí encerrado y también los pocos momentos de libertad que recuerdo.Sé todo lo que tengo en juego,pero todo vale la pena,todo por esa palabra,en la que he soñado tanto tiempo,desde los cuatro años,la palabra: libertad.

El niño soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora