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Al acabar el partido a Lucía se le ocurrió la grandiosa idea de ir al "chiringuito" del campo de fútbol.
-Venga Sara, me estoy muriendo de sed.- Insistió con un ansia de querer devorar el planeta Tierra y así, poder acabar con la penosa sociedad que existe actualmente.
Efectivamente yo no le negué esa "grandiosa" y esplendorosa idea ya que, he de decir, que yo también tenía mucha sed.
-Espera, lo estás notando?-Dije al ver que un dúo de chavales nos empezaban a perseguir por el caminito destrozado de piedra que había para ir a aquel chiringuito.
-Tía, el de atrás se está riendo. - Dijo esperando a que yo hiciera algo al respecto.
Claramente era un dúo de dos chavales que no eran nada por así decirlo, disimulados.
Uno era de una estatura media, ojos marrones, cara achinada . En cambio el otro parecía ser un poco más alto, pero no mucho, era rubio pero bueno ninguno de los dos me llamaba la atención la verdad.
Lucía de hecho, tenía el privilegio de tener novio, un novio de un año y algo, el cual yo ya había conocido. Ella no se solía fijar en chavales, pero ese no es el tema.
Al entrar al chiringuito, me saltó una notificación de AirDrop.
-No puede ser.- Dije sonrojada y bastante intimidada por aquel dúo de chavales que habían entrado también con nosotras solo por seguirnos.
Procedí a enseñárselo a Lucía también ya que por supuesto era obvio que tenía que enterarse al momento.
Me gire risueña y comencé a reír mirándola cara del chaval moreno.
-Eres "iPhone de Sara"?- Cuestionó el moreno para comprobar si me estaba enviando el AirDrop a mi.
Procedí a abrirlo y prácticamente era una foto de él con su instagram.
Le miré a la cara y le dije;
-Pero si yo a ti te sigo ya.- Dije comprobando que realmente ya le seguía y ya tenía una idea de quién era porque me habían hablado de él en alguna ocasión ese verano.
Cogí una lata de refresco energética, pero en cambio Lucía decidió comprar unos dulces.
Decidimos irnos rumbo a la salida de aquel campo de fútbol ya que no aguantábamos más la presión social que estábamos sintiendo.

En un mismo agujeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora