Kelly
—Me imagino que no deberían haber problemas, espero que coloquen sus fotos y nombres en la pantalla, en los noticieros, así todos saben que lograste eso…
—Quiero un helado.
—Jay…
—Toma uno, no hay problema.
—Gracias, Thomas— le digo cabizbajo al estar apenado por la imprudencia de Jay. No tengo dinero para pagar un helado, justo ahora no tengo nada, y me da pena irme din pagarle a Thomas eso.
—No hay de qué— me da un helado de chocolate con nueces que sabe que es mi favorito, así que empiezo a comer mientras me siento al lado de Jay que ya se sentó y se quitó la máscara.
—¿Dónde vamos a vivir?— pregunta Jay.
—No lo sé, todavía no me han dado el dinero por los servicios en la batalla.
—¿Les van a pagar?— indaga Thomas.
—A los de la tropa 1160 sí por ser de altos rangos, pero a los cadetes no les van a dar nada, solo las felicitaciones y esa medalla de apoyo en la guerra que le dieron en la base antes de irnos.
—Yo sí vi esa ceremonia desde la ventana, habían soldados que estaba llorando después de recibir su medalla.
—Sí, es frustrante que después de vivir 8 años en ese calvario, solo se les van a dar las felicitaciones y una medalla por tu servicio, más nada.
—Qué bueno que yo no estaba en esas filas, hubiese muerto el primer día por no soportar nada.
—Los tres se pueden quedar en mi casa, no hay problema con eso, y disculpen que cambie de tema tan drásticamente. Se me acaba de ocurrir esa idea y de verdad que no quiero que duerman en cualquier otro sitio que no sea seguro.
—Me apena quedarme en tu casa, Thomas, yo debo hacerme responsable de mi vida, y más ahora que tengo un niño.
—Quiero ayudarte, Kelly, así que toma la oferta que te doy. Puedes empezar a trabajar aquí ya para que tengas unos cuantos dólares al finalizar el día, y si quieres, para que no te sientas tan mal, puedes pagar trescientos dólares mensuales por tu habitación y la de Jay. Así no sientes que estás estorbando, es como si fueras un inquilino. Así mismo.
—Bueno…, no me parece tan mal la idea, por lo menos para ir encontrando lugar en donde vivir.
—Exacto. Bueno…, déjame ir a comprarles slgo de ropa por volver sanos y salvos, mientras tú comienzas a trabajar aquí otra vez.
—De acuerdo— me coloco atrás del mostrador atendiendo a los que llegan, notando que varios se emocionan y me toman fotos cuando me ven. Quito mi mano cuando una de las chicas que llega me intenta besar, tronando mis dedos al estar algo preocupado.
Thomas llega por lo que nos vamos a cambiar, estando mucho más libre cuando no tengo el traje de 150kg encima. Siento como si pudiera volar justo ahora. Atiendo al montón de personas que llegan, notando cinco horas después que Jay luce bastante hastiado de estar ahí sentado.
Me gano dos mil dólares cosa que me alegar bastante, ya que por lo menos tengo para comprar comida e ir ahorrando—. ¿Tienes un cofre pequeño en donde pueda guardar algo de dinero?
—¿Cómo para qué?
—Para ahorrar. Me gustaría ahorrar.
—Sí, sí tengo. En la casa te lo doy— cerramos el negocio después de 13 horas de trabajo, llegando a la casa con cuatro mil novecientos dólares—. Aquí está— me da un cofre con huella dactilar.
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Una vida diferente
Nouvelles"Entendí, que las personas con pasados complicados, siempre llevarán con ellos sus tormentos, aunque se intenten superar, siempre estarán ahí." Kelly, un chico queriendo tener una vida sin ningún tipo de dolor por la falta de cariño proveniente de s...