~·10·~

8 2 0
                                    

Kelly

—Otra cosa que yo digo, papi, en la habitación a veces colocan unos gaveteros pequeños, ¿esos también se ven mal en el dormitorio?

—Por lo general no si son los que están a cada lado de la cama, ya más gaveteros aparte de los que te dije y este último, es mejor no colocarlo, ya con eso es más que perfecto. Eso si es una habitación pequeña, ahora, si es una habitación como la tuya le puedes agregar un baúl al final de tu cama, ya de ahí no pasa.

—De acuerdo— me pongo a hacer dulces los cuales fueron un pedido por mensaje de parte Thomas, saliendo a las 5:00p.m a ver en donde hay algún equipo de voleibol que pueda aceptarme.

—Jay, ¿qué le vas a pedir a Santa?

—Santa no existe, papá, ya me dijeron que no existía, que eso es un truco de los padres hacia los niños… Es como una ilusión, así que no creo en Santa.

—No me dejan mantener la ilusión, maldita sea— suelta una pequeña carcajada, dándome un beso en la mejilla para después volver a su sitio—. Bueno…, entonces, ya que no crees en Santa, que iba a ser exactamente lo mismo solo que tiene el nombre de él, ¿qué te gustaría de regalo de Navidad? Así veo que te puedo dar el 24, considerando que falta poco, faltan 23 días.

—No sé, no soy de pedir mucho en realidad, sí quiero muchas cosas, pero no me gusta pedir.

—No importa. Haz una carta con todos los regalos que te gustarían y la dejas en el árbol, tal vez no te los compre todos, pero puedo ver qué hago.

—Está bien, te dejaré tener esa emoción por la Navidad, aunque no deberías de darme regalos ese día, más bien es al revés, porque yo ese día no cumplo años, mi cumpleaños fue ayer, tu cumpleaños es ese día, entonces no es para que me des regalos, cuando soy yo el que te tengo que dar.

—Nah, eso no importa, pero volviendo al tema. Ahora, si puedes colocar imágenes me gustaría mucho más, así no termino escogiendo cualquier cosa, o algo que no quieras. Trata también de colocar otras opciones en el caso de que, por ejemplo, no haya el color que escogiste en un principio, o sea, uno nunca sabe, pero bueno. Y eso de lo del regalo que yo no te tengo que dar a ti por ser mi día, es tonto en parte, como tal eso no importa, ya que es un día especial donde para algunos nace el Niño Dios, mientras para otro simplemente vamos abrir regalos, por lo que yo debo darte tus regalos para que los abras ese día.

—Está bien, está bien, veré que coloco, aunque no estoy completamente de acuerdo con eso, pero bueno, es tu día no debería de recibir regalos yo, sino tú.

—Eso no importa, pero bueno, ya sabes, colocas todo, todo lo que quieras, yo veré si te lo puedo dar o puede que no quede nada por fuera.

—Okey okey— asiento buscando en internet dónde hay equipos buenos de voleibol que queden cerca de mi casa y también que sean de adultos, porque ya tengo 21 años casi 22, entonces en un juvenil no entro.

Yo estoy buscando esta información por aquí por internet porque ya hemos caminado bastante, y todavía no encontramos nada, puras casas—. Al parecer hay un equipo por aquí cerca, queda a unas cinco cuadras.

—¿En ese establecimiento grande que se ve desde la tienda de Thomas?

—Creo que sí… Sí, es ese mismo lugar. Esa es la cancha.

—¡Wow!

—Sí, es muy grande ya que, según internet, ahí hacen todas las competencias de voleibol de Chicago, además de las internacionales con sede en Estados Unidos.

—Qué cool, me encanta— veo los ojitos de Jay brillar, cosa que me alegra bastante. Su felicidad es mi mundo.

Sólo quiero seguir así mi vida, no quiero pensar en violadores, o en casos ni nada por el estilo, sólo quiero ser feliz al lado de mi hijo.

Una vida diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora