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Kelly

Me intento mantener relajado mientras me revisa la respiración, pero es que tenerlo tan cerca de mí y sin camisa es incómodo. Él tiene su bata y todo, pero yo estoy sin franela entonces…, me estresa. No me gusta estar así delante de otras personas, es vergonzoso ya que tengo demasiadas marcas.

Me permiten irme así que me voy a mi trabajo, teniendo que pagar dos mil dólares en el hospital por el tiempo que me tardé por allá ocupando la cama sin necesidad. El resto estaba en el seguro.

Como era una camilla de trauma, es costoso pasar bastante tiempo ahí, si hubiese sido una habitación normal, no cobran nada porque es parte el seguro, pero eso sí lo cobran porque es un espacio que otros podrían estar utilizando y yo lo estoy ocupando sin hacer nada.

Le hago la transferencia cuando Thomas me paga lo del trabajo por digital, cerrando la tienda cuando ya corresponde cerrar. Me tiran al suelo de camino a casa, cubriendo mi cabeza cuando me golpean con fuerza en esa zona.

—Más te vale que pagues, Severide. No vamos a esperar mucho por ti. Cada que tengas algo para pagar, ya sean mínimo diez mil dólares semanales o cincuenta mil mensuales, contacta a ese número. Ten mucho cuidado con hablar con la policía sobre esto, si lo haces, te vamos a lastimar…, a ti, a tu hijo y a los cercanos a ti. No nos hagas molestar. Sólo paga y no habrán problemas.

—¿Cómo sé que todo lo que me dicen es real?— me tira un sobre a la cara, después de una tarjeta con un número de teléfono ahí.

—Ahí están todos los juegos de Benny, revisa muy bien. Ah, por cierto, paga rápido, que se te va a hacer más grande la cuenta con el paso del tiempo. Si pagas, no te hacemos nada, si pagas todo será perfecto para nosotros, así que, busca pagarla rápido— se van en una motocicleta que estaba oculta a lo lejos en un callejón, dejándome ahí en el suelo con la cara lastimada y dos cosas ahí de papelería.

Voy a mi habitación lo más rápido que puedo, queriendo no ver a Thomas para no darle explicaciones de nada. Reviso las cuentas y es verdad, Benny gastó mucho dinero apostando. Son siete punto nueve millones de dólares que gastó en apuestas, aunque según otro documento aquí, tres millones fueron agregados por el tiempo que se tardó en pagar.

Entonces gastó cuatro punto nueve millones de dólares en apuestas, es demasiado. No es para que le siguieran dejando jugar, ya debía mucho dinero. Aunque…, en esos juegos lo que le conviene a la casa es que gasten, así les queda más a ellos después.

Reviso mi cofre notando que hay quince mil dolares dentro, cuando yo había dejado sólo cuatro. Es extraño.

Buenas noches, Kelly. Quería
avisarte que cambié tu horario,
ahora vas a venir los lunes,
miércoles, viernes y domingos.
La hora sigue siendo igual. Pasa
una feliz noche, nos vemos
pasado mañana.
9:39p.m.

Me tiro en mi cama después de ver el mensaje de Maggie, queriendo saber cómo puedo generar más ingresos para pagar esa deuda más rápido. ¿Qué puedo vender? ¿En dónde puedo trabajar? No sé, no sé que hacer para pagar eso.

Me trato las heridas de la cara, saliendo para ver a Jay dormido en su cama. También debo pagar los quinientos dólares de alquiler, maldición, odio este día. Odio mi vida. Mañana voy a preguntarle a…

—¿Qué haces despierto tan tarde?— me volteo al escuchar la voz de Thomas, cerrando la puerta para no despertar a Jay, debe de estar cansado.

—Acabo de llegar.

—¿Qué te pasó en la cara?

—Me golpearon, no es nada.

—¿Quién te golpeó?

Una vida diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora