"Compas De Almas Desnudas"

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Jorge, exhausto y sintiéndose atrapado en la mitad de la letra de la canción, busca desesperadamente una salida. Su mente, plagada de ansiedad, lo impulsa a explorar su "oficina" en busca de alivio. La mirada de Jorge se posa en la mesa, donde reposan las pastillas que le ofrecen un escape momentáneo de la ansiedad que lo atenaza. Cada pastilla parece contener la promesa efímera de liberación, una pausa temporal de la maraña de estímulos que envuelven su vida.

La lucha interna entre la necesidad de calma y el conocimiento de la dependencia se refleja en sus ojos cansados. Mientras sus dedos rozan las pastillas, Jorge sopesa la tentación de sumergirse en esa vía de alivio rápido. El dilema moral y la urgencia de escapar de su propio tormento se entrelazan en su mente.

Las pastillas, un refugio aparente, se convierten en testigos silenciosos de la fragilidad emocional que amenaza con consumirlo. Jorge, atrapado en una lucha interna, finalmente cede a la necesidad inmediata de alivio. Con gestos automáticos, toma más pastillas de las recomendadas, buscando desesperadamente calmar el caos que bulle dentro de él.

El ritual de tragar las pastillas se convierte en un acto que oscila entre la liberación momentánea y el peso de la dependencia creciente. La habitación que solía ser su refugio creativo ahora se transforma en un espacio donde la música y las letras parecen opacadas por la sombra de la adicción.

La mirada de Jorge se vuelve distante mientras las pastillas comienzan a surtir efecto. Una sensación de relajación se apodera de él, como si su mente estuviera flotando en un oasis de tranquilidad. Los sonidos ambientales a su alrededor se desvanecen, dejando solo el susurro suave de la melodía que compone su entorno.

La ansiedad, que antes atormentaba cada rincón de su mente, se desvanece como las sombras al caer la noche. Cada nota musical adquiere una profundidad y una claridad sin igual, como si la sinfonía resonara directamente en su alma. Las letras, antes medio formadas, cobran vida con una claridad cristalina, como si cada palabra fuera un destello de luz en la oscuridad.

Jorge se sumerge en una relajación profunda, como si estuviera flotando en un océano de serenidad. La tensión que habitaba en sus hombros se disuelve, y su mente, una vez abrumada, se encuentra en un estado de quietud apacible. No hay tormentas emocionales ni conflictos internos; solo existe la armonía de la música y la calma que lo envuelve.

En este estado de pausa, Jorge se permite liberarse de las cadenas que lo ataban a sus preocupaciones. Nada lo atormenta; todo se desvanece en la melódica corriente de notas que lo envuelve. Es un respiro, un momento de alivio donde el peso del mundo desaparece y solo queda la conexión pura con la música y la relajación profunda que inunda su ser.

Jorge, inmerso en la serenidad inducida por las pastillas, enfrenta la soledad con una calma que antes le resultaba esquiva. La idea de estar solo ya no le atormenta; en cambio, se convierte en un espacio de tranquilidad donde su mente encuentra un refugio momentáneo.

Con movimientos pausados, deja su guitarra y cuaderno en la "oficina", permitiendo que la música deje de ser su compañera constante. La tarea de ordenar su santuario creativo se realiza sin la presión emocional que solía acompañar cada acorde. La relajación persiste mientras sus manos, guiadas por la calma artificial, organizan el caos en su habitación.

Al mirar su maleta, la realidad de su próximo viaje se despierta en su mente. Sin embargo, la urgencia y la ansiedad que normalmente acompañan la preparación de un viaje se disuelven en la neblina tranquila que las pastillas han tejido en su conciencia. Casi mecánicamente, Jorge se dirige hacia su habitación para enfrentar la tarea de empacar.

La habitación, antes refugio de emociones turbulentas, ahora es un escenario donde la serenidad y la desconexión reinan. La música queda atrás, y solo el silencio acompaña sus acciones. Ordena su ropa con una atención distante, como si su mente estuviera en un lugar diferente, flotando en la tranquilidad inducida por las pastillas.

𝓒𝓪𝓷𝓬𝓲ó𝓷 𝓓𝓮𝓵 𝓒𝓪𝓷𝓪𝓻𝓲𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora