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Nuevo día, nuevos planes. Sana había sugerido quedarse en la villa por la mañana, ya que había una piscina. A todas les gustó la idea y usaron bikinis. Sana también había propuesto dejar los bikinis de lado pero esta propuesta no fue aceptada.

-Ponte mucha crema Dahyun.- pe dijo Momo extendiéndola sobre su espalda.

-Tú también Mina. Protégete. Nunca quisiera que el sol quemara tu hermosa piel de porcelana.- le dijo Chaeyoung. Quizás demasiado para una simple amiga.

-Ji, ¿me pondrías crema en la espalda?- preguntó Nayeon.

-Termino de ponérselo a Tzuyu y ya iré.

-Yo lo haré.- le dijo Jeongyeon tomando el tubo de su mano.

-No, no te preocupes.

-Nay no hagamos las cosas incómodas. Somos amigas. Lo que pasó ya pasó. Te pondré crema en la espalda, no en las tetas. Bien si quieres...

-¡Qué idea tan fantástica! Tzuyu, ¿necesitas crema en las tetas?- exclamó Sana.

-Ayúda.- dijo la taiwanesa desesperada.

-Te aconsejo que lo pongas al menos en el escote. Es la parte más delicada.- dijo Jeongyeon poniendo un poco en su mano y tocando la parte expuesta del pecho de Nayeon, quien no sabía que hacer. El teléfono de Jeongyeon sonó y la chica lo levantó de la mesa de café y contestó sin ningún problema, continuando untando la crema sobre Nayeon. -Amor... ¿Qué estamos haciendo?- preguntó sin dejar de tocar y mirar el escote de Nayeon. -Estamos en la piscina. Sí, me puse la crema.- Nayeon se mordió el labio inferior y cerró los ojos porque, por muy avergonzada que estuviera, esa sensación era placentera. -No, realmente no nos hablamos, no te preocupes. Pero cariño, han pasado diez años. Pero imagínate si me vuelvo a enamorar y ella esta' casada.- Toda esa conversación transcurría mientras ella seguía aplicando tranquilamente la crema a su ex, de quien se suponía debía mantenerse alejada. Nayeon abrió los ojos y frunció el ceño ante esas declaraciones. Bajó lentamente el hombro, logrando soltar la correa y, con unos movimientos lentos, logró descubrir uno de los dos pezones. Jeongyeon, que todavía tenía la mirada fija en su escote, dejó de moverse y miró ese bulto rojo que había aparecido de la nada. Su respiración parecía haberse detenido. Charlotte, al otro lado de la línea, la llamó un par de veces. -¿¡Eh!? Si', estoy aqui'. Lo siento, Sana me llamó.- dijo quitando las manos de Nayeon y dándose la vuelta, intentando recuperar la lucidez.

Jihyo levantó una ceja, después de haber estado observando toda la escena, pero se vio obligada a perseguir a Sana, quien le había robado su protector solar para ponérselo a Tzuyu. Nayeon sonrió con satisfacción y levantó su correa, mientras observaba la espalda de Jeongyeon, quien, aún agitada, hablaba con su novia. Sí, novia, Nayeon no debería olvidar esto. Simplemente odiaba que, justo delante de ella, ella le estuviera diciendo a su novia que no podía amarla. Si tenía que decirlo, que tuviera la decencia de hacerlo cuando Nayeon no estuviera presente.

-¿Crees que Nayeon lo hizo a propósito?- preguntó Chaeyoung en la piscina con Mina.

-Es obvio. El primer amor nunca se olvida. Creo que si Jeongyeon no tuviera a Charlotte, ella ya habría saltado sobre ella.

-Pero Nay está casada.

-Se van a divorciar.

-Oh...Jeongyeon me dijo que engañaría a Charlotte con Nay.

Mina la miró preocupada. -Espero que no pase nada. Lo sentiría por Charlotte.

-Ya...

-Hemos hablado mucho de mí, pero ¿qué me puedes decir? ¿No hay nadie que te interese o con quien estés en contacto?

Chaeyoung pareció pensar en ello, aunque ya sabía la respuesta. -No, no lo creo.

Las dos ya no sabían qué decirse, por lo que permanecieron en silencio y observaron a las demás.

Jeongyeon colgó la llamada y colocó el teléfono sobre la mesa de café. -Perdón por lo de antes pero Charlotte está un poco celosa.- dijo sentándose en la cama.

-Por supuesto que lo entiendo.- respondió Nayeon. -¿Te quedas aquí?

-Sí, tomaré un poco de sol.

-¿Te importa si vengo aquí a broncearme?- le preguntó, colocando su cabeza sobre sus piernas y sus piernas dobladas.

Jeongyeon tragó. -De nada.

-¿Pero no le molestará a Charlotte?

-Tú y yo somos amigas, ¿verdad? Nada que no haría con Jihyo o Chae.- Siguió observándola. -Por supuesto que el conde tiene suerte.

-No creo que piense como tú.

-¿Oh, no?

-No, desde que me engañó, en esta villa exacta, en la cama exacta donde dormimos tú y yo.

Jeongyeon tragó. No sabía exactamente qué decir. -Lo siento. No tenía ni idea. Nunca habría hecho esos chistes si lo hubiera sabido.

-No te preocupes. Nos vamos a divorciar.

-¿Por qué no me dijiste?

-¿Por qué debería?

-Si'...

-¡Oh Dios, Nay! ¡Lo siento mucho!- dijo Sana mientras se acercaba a las dos. -¿Quieres cambiar de habitación?

-No, no te preocupes. Está bien.

-Si quieres nuestra habitación, puedes tomarla.- dijo Chaeyoung desde la piscina.

-Sí, tal vez puedas ir con Sana y Tzuyu y Jihyo podri'a ver conmigo.- propuso Jeongyeon.

-De verdad, está bien. Es hora de que creemos nuevos recuerdos en esta casa.

-¡Entonces divirtámonos lo más que podamos!- exclamó Momo. -¡Vamos! Ven y date un baño.

-Ahora que tiene vía libre me pregunto qué hará.- le susurró Mina a Chaeyoung refiriéndose a Jeongyeon.

-¿Por qué Nayeon sintió la necesidad de decírselo? Me temo que simplemente está celosa de Charlotte, porque es su rival histórica y no siente nada por Jeong. Pero Jeongyeon podría estar engañándose a sí misma y yo estari'a muy triste.

-Seguiría siendo culpa suya. Debería dejar a Charlotte.- respondió Mina.

Crazy week|2YEON|TWICE|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora