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Mientras las demás se duchaban, Dahyun y Momo ya habían terminado un rato y estaban en la terraza fumando mientras contemplaban la vista.

-Dahyun, pensé...- comenzó Momo. -Esto entre nosotras ya viene desde hace un tiempo y nunca he visto a nadie. ¿Tú?

La más baja negó con la cabeza. -No, nadie.

-¿Y si lo terminamos aquí?

Dahyun la miró confundida. -¿Es por algo que hice? ¿O encontraste a alguien?

-No, quise decir... ¿Y si fueran más que simples amigas de cama?

-Quieres decir... ¿Que podríamos intentarlo? ¿Y si no funciona? Viste cómo terminó la relación entre Jeongyeon y Nayeon.

-Pero ahora hablan entre ellas. Puedes pensarlo, no quiero una respuesta ahora. Te esperaré, aunque sea por años. Aunque tenga barba blanca y bastón y finalmente vengas a decirme que sí, debes saber que te habré esperado.

Dahyun sonrió. -Tengo que pensarlo.

Momo estaba segura de que lo que sentía por Dahyun iba más allá de la amistad, pero la otra no estaba convencida. ¿Se estaba dejando llevar por la pasión? ¿O su amiga con rasgos de mapache era más que una simple amiga?

-¡Tzuyu! ¿Has hecho? ¿Quieres que te enjabone la espalda?- preguntó Sana frente a la puerta del baño.

-Intenta entrar y será lo último que hagas.

-Está bien... Que temperamento...

Cuando todas estuvieron listas, se sentaron en el sofá, ya que Nayeon y Jihyo habían ido de compras y Momo y Jeongyeon iban a cocinar.

-Nayeon.- dijo Jihyo cuando entraron al supermercado.

-¿Qué debemos llevar? ¿Qué quieren cocinar?

-Dijeron que deberíamos decidir. De todos modos-

-¡Tomates frescos! ¡Es una buena idea!

-Sí, de to-

-¡Fresas! ¡Chae los ama!

-¡Nayeon!- gritó Jihyo sin paciencia.

Nayeon suspiró. -Ya sé lo que quieres decirme.

-Bien. ¿Qué era esa cosa en la piscina?

La chica miró hacia abajo. -Escuchar a Jeongyeon decir que nunca más podría enamorarse de mí me hizo perder el control. Pero no por la sentencia en sí, sino por Charlotte. Odio que ella haya ganado y Jeongyeon la haya elegido a ella y no a mí al final.

-Pero Jeongyeon nunca la eligió a ella antes que a ti.

-Bueno, pero probablemente eso es lo que piensa Charlotte.

-No, no. Charlotte está aterrada.- dijo Jihyo poniendo la pasta en el carrito. -Ella sabe la influencia que tuviste en Jeongyeon y por eso la llama todo el tiempo preguntando por ti. Tiene miedo de que se la quites.

Nayeon pareció sorprendida. -¿En realidad?

-Sí. Pero tú... No se lo quitarás.

-No, claro que no. Soy una mujer de sólidos principios.

-Bueno, espero que lo recuerdes, porque no hay nada peor que una mujer traicionada que busca consuelo en otra persona.

Nayeon miró hacia abajo. -No buscaré consuelo en Jeongyeon, te lo aseguro.

-Mejor para -ambas. ¿Cogemos aceitunas?

-¡Tengo hambre!- comenzó a quejarse Sana.

-Esperemos que se hayan llevado el alcohol.- dijo Momo mirando por la ventana. -¡Oh Dios! ¡Aquí están!

-Cocina rápido.- dijo Sana. -¡Momo, Jeongyeon, en la cocina!

Jihyo abrió la puerta y, con la ayuda de Chaeyoung, llevaron las bolsas al interior.

-Los ingredientes están ahí... ¿Pero qué os gustaría?- preguntó Momo.

-Recuerdo que Jeongyeon hacía unos espaguetis increíbles con ajo y aceite.- dijo Dahyun.

-No, era Nayeon.- la corrigió Momo.

-En realidad ambos. Era nuestro plato. Hace tiempo que no los hago.- dijo Jeongyeon. -¿Quieres hacerlos?

Jihyo frunció el ceño. -Últimamente he estado probando el de Mina. ¿Por qué no ayudas a Jeongyeon?

-Um esta bien. Nay, ¿te parece bien?

La chica asintió. Tal vez era mejor para ella y Jeongyeon no hacer cosas juntas que les recordaran el pasado.

-Tzuyu y Sana, ¿pueden ayudarme con el segundo plato?- preguntó Momo.

-¿Ponemos la mesa?- le preguntó Dahyun a Chaeyoung.

-Sí. No es que tengamos nada mejor que hacer.

-Yo hice el mío. Dame un poco de vino.- dijo Jihyo sentándose en el sofá.

Jeongyeon ni siquiera tuvo tiempo de cocinar antes de recibir una llamada. Dejó todo en manos de Mina y se apoyó en un taburete. -Amor... No es que nunca te llame, pero no sé si te molesto o no. Estoy cocinando. Con Mina... ¿Jihyo? Esta aquí. Te la lo pasaré.

Jihyo puso los ojos en blanco cuando escuchó esas palabras. Dejó su vaso en la mesa de café frente al sofá y cogió el teléfono que Jeongyeon acababa de entregarle. -¿Hola? Ey, ¿como estas? Ah, ah... Sí, no te preocupes, todo está bajo control. Estate calmada. ¿Está bien? Adiós.- Jeongyeon continuó hablando con su novia, mientras Nayeon observaba a Jihyo esperando saber qué quería Charlotte de ella. -Solo pregunta.

-¿Entonces?

-Te dije que tiene miedo de que sepas quién podría dejarla por ti. Me pidió que te vigilara.

-Tsk. No soy yo quien roba novias.

-Ella tampoco. Ella andaba con ella pero se juntaron cuando vosotras dos ya habían roto.

Nayeon frunció el ceño.

Crazy week|2YEON|TWICE|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora