[𝐵𝐿𝒰𝐸 𝐿𝒪𝒞𝒦/𝒜𝐿𝐿𝐼𝒮𝒜𝒢𝐼/𝒜𝐵𝒪] 𝒴𝒪𝐼𝒞𝐻𝐼 𝒮𝒰𝒫𝐸𝑅 𝒜!!

𝑪𝑨𝑷Í𝑻𝑼𝑳𝑶 9: 𝑴𝑰𝑹𝑨𝑫𝑨𝑺

A la mañana siguiente, Isagi se despertó. 

Acostado en la cama blanda pensando durante mucho tiempo, finalmente aceptó que lo que sucedió anoche era cierto. 

Respirando hondo, Isagi se calmó. 

Prepara un discurso en su cabeza explicándole a Sae sobre este sentimiento, tal vez solo esté confundiendo el afecto fraternal con el amor. 

Reuniendo valor, salió de la habitación. 

Sin embargo, antes de que pudiera decir una palabra, Sae desapareció. 

La sala estaba vacía de gente, como si la noche anterior hubiera sido un sueño. 

No fue hasta que Isagi vio una pequeña nota en la mesa del comedor y un desayuno con una porción de kintsuba que una vez más aceptó que Sae estaba aquí. 

Compré tu kintsuba favorito, recuerda tener un desayuno completo. 

Te estaré esperando en Blue Lock. 

Isagi reprimió un suspiro. 

Esto habrá que afrontarlo tarde o temprano, dejémoslo a un lado. 

Después de descansar durante una semana, sintiéndose mejor consigo mismo, con el permiso de Anri, Isagi regresó con éxito a Blue Lock y comenzó un nuevo curso de capacitación. 

Isagi, Ego tiene un lugar para llamarte. 

Asegúrate de pasar por su habitación para dar un paseo

". Anri le recetó la última dosis de medicina, sin olvidarse de recordárselo. Además... No abuses de las pastillas para dormir. Te lo he recordado tantas veces, entiendo cómo afecta a tu salud. En cuanto a los cigarrillos, ¿está bien dejar de fumar de inmediato? ¿Todavía quieres jugar al fútbol, Isagi?!!" 

Isagi reprimió una maldición en su corazón. 

Había fumado un cigarrillo a escondidas a primera hora de la mañana, antes de entrar en la habitación poniéndose deliberadamente una chaqueta nueva. 

El olfato de un perro no puede oír así

". Lo siento, Anri, lo intentaré". 

Después de decir eso, rápidamente se escabulló antes de que la chica de color marrón rojizo pudiera regañarla por otra palabra. 

A pesar de la emoción de querer tocar la pelota, Isagi caminó a regañadientes hacia la habitación de Ego. 

La puerta se abrió automáticamente, y mientras había estado así, seguía a oscuras. 

La única luz que emitía era la de la pantalla gigante que mostraba vídeos observando a cada jugador y densa con sus propias figuras. 

Ese hombre alto y delgado estaba sentado allí, sosteniendo una taza de fideos instantáneos inútiles que comía todo el año sin aburrirse

". Hermano Ego, ¿se trata de una entrevista?" 

Isagi va directo al grano

". Sí, eso es todo". 

Ego se tragó tranquilamente el último de los fideos, "¿Eres mentalmente estable?" 

"Sí, supongo. Isagi fue un poco evasivo, "Lamento haber perdido los estribos". 

"No es tu culpa, es que fuimos tan descuidados". 

Ego era un poco comprensivo.

 "Todo está resuelto, mientras no aparezcas frente a la multitud esta vez, todos se olvidarán de eso".