Capítulo 8: Espero y te vaya lindo hoy.

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Me levanto con mucho dolor de cabeza, el día anterior a estado del asco muchas emociones y sentimientos para una sola noche.

Me preparo para ir al trabajo, esta vez me levanté un poco mas tarde así que desayunare en la oficina. Bajo las escaleras y espero a papi para irnos al punto donde me recogerá el transporte.

—Buenos días Lusianny, ¿cómo amaneciste? — me pregunta mi mamá.

—Bendición — sacando lo que Marco me hizo pasar, más como me siento — bien.

—Dios te bendiga, me alegro mucho, ya te guarde el desayuno y el almuerzo — le sonrió, no le cuento las cosas a mi mamá porque bueno es madre y lo primero que hace es regañarme y juzga mis acciones y para ser sincera no estoy de ánimos para un regaño — ¿dónde esta Marco? Tengo rato sin verlo.

—Ya no estamos juntos — digo sin pensarlo.

—¿Por qué? — me mira con el seño fruncido.

—No quiero hablar de eso.

—Si terminaron fue por tu culpa — la miro confundida — él daba todo por tu y tú no lo hacías, eras mala con él nunca serviste como su novia, le hiciste un favor a ese muchacho.

—No puedo creer lo que estoy escuchando, no estabas en la relación así que no puedes opinar.

—No hace falta estar, eres mala por naturaleza, créeme él se merece algo mejor y eso no eres tu.

Auch dio justo donde más duele, tal vez tenía razón y siempre fui mala, debí ser mejor y llenarlo de amor. Soy una mala persona.

—Solo te digo la verdad — finaliza mi mamá.

—Si — me limito a decir, en eso baja mi papá ya listo.

—¿Nos vamos? — Toma las llaves del carro.

—Si, bendición.

—Dios te bendiga, vámonos pues.

Sale de la cocina y yo me acerco a mi mamá para despedirme.

—No, estoy molesta contigo por dejar a Marco tuviste que romperle el corazón y vos aquí de lo más tranquila, definitivamente no sé como puedes dormir.

Solo bajo la cabeza y camino a el carro.

Disimula.

Disimula.

Voz

Tenía razón, eres mala siempre lo has sido, veamos como te va en el trabajo.

Yo

Cállate.

Cinco minutos después el transporte pasa por mi y comienza el recorrido, se pierde mi mirada entre los edificios y árboles que pasamos. No tengo ningún pensamiento, ni nada que se le parezca solo un vacío tanto en mi mente como en mi corazón.

Siento miradas en mi dirección así que giró mi cabeza y compruebo que tenía razón era Adrián, me miraba de vez en cuando se le debe resultar un poco difícil ver alguien nuevo no le doy mucha importancia y sigo mirando los edificios.

Llegamos al trabajo y espero Amanda (mi jefa) se estaba maquillando.

—Sra. Loretta ¿usted puede creer eso? Es increíble lo que puede hacer ese hombre — estaba hablando con la Sra. Loretta es de limpieza, ya la conocía me pareció muy agradable.

—Yo te lo he dicho él no es de confiar, pero hay vas vos detrás eso te pasa por pendeja — wao que sincera.

Amanda se hecha a reír — hay Sra. Loretta tiene razón, lo que me pasa es por pendeja. Sigamos hablando en la oficina.

Amanda se baja del camión y me abraza.

—Buenos días.

—Buenos días — sonrió.

Toma sus cosas y se pone a mi costado, se baja la Sra. Loretta y nos saluda a ambas.

—¿Abra llegado el norte? — dice la Sra. Loretta.

—No veo el camión, deben de venir en camino.

Caminamos hasta el costado de la empresa, debido a que la puerta principal seguía cerrada.

Entramos y saludamos a todas las personas de operaciones, Amanda y yo nos dirigimos a la oficina mientras que la Sra. Loretta a piso de ventas.

Ya en la oficina colocó mi pequeño bolso en su puesto y llevo mi vianda al coffe (es un espacio pequeño donde se come y calienta la comida, es como una mini cocina). Tomo el vianda de Amanda y lo llevo junto al mio.

—Muchas gracias.

—De nada.

—¿Cómo fue estar en Cervantes? — Se mira por el espejo de su compacto.

—Fue bastante bien, ha decir verdad aprendí mucho te enseñan desde sacar una nómina como también tocar una puerta — colocó los viandas sobre el pequeño Mesón y empiezo a desayunar.

—Eso es muy bueno, lo más importante es aprender y anotar, anota todo lo que puedas te servirá de mucho.

—Okey.

Terminó de desayunar y boto el envoltorio. Me dirijo a mi puesto de trabajo y continuó con los archivos, aún tenía mucho que hacer.

Me entra una llamada y era mi papá, resulta que estaba en afuera esperándome para ir a la universidad. El día paso muy rápido, pero lo bueno es que me faltaba muy poco.

—Hasta mañana.

Todas se despiden de mi y salgo rápido de la oficina paso por caja y me despido de los chicos que estaban ahí.

Llegó a la universidad y lo primero que veo son a mis amigas.

—Mi reina preciosa — me dice Johanna.

—Mi amor — dice Vanessa.

—Hola — ambas me abrazan.

—No necesitas novio con nosotras es más que suficiente.

Todas nos echamos a reír.

—Tienes razón — las vuelvo abrazar.

Mi teléfono suena y reviso era un mensaje.

Adrián

 Espero y te vaya lindo hoy.

Oh que lindo es, espera…
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Notas de la autora: Feliz Navidad, espero les haya gustado este capítulo de esta hermosa historia :)

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