CAP 24

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Pequeños gemidos salían de una forma incontrolable desde mi interior mientras la rubia pasaba sus labios por el lóbulo de mi oreja mordiendolo suavemente cosa que me hizo gemir un poco más fuerte, continúa dejando sus besos a su paso hasta llegar a mi rostro pero se detuvo en el momento que iba a llegar a mis labios, se apartó un poco de mí y con esa mirada llena de pasión me miro a los ojos. Por un momento pensé que quería atravesarme con la mirada, haciéndome sentir totalmente vulnerable, la deseaba no sabía en qué momento había comenzado a sentir todo esto me olvidé de mi nombre, quise olvidar que mi pertenencía en esta casa que era por un secuestro, cuando mi única necesidad en este momento era devorarme sus labios hasta cansarme como no llevaba tiempo desde cuando comenzó a mirarme no sabía si esto sería el principio de que nada va a pasar, lo cierto ahora es que me encontraba en ropa interior frente a ella con estas ganas inmensas que me hiciera es suya.

Una sonrisa se dibujó en su rostro y fue justo en ese momento cuando se quitó su camisa, el abdomen totalmente ejercitado y sus senos no tan grandes cubiertos para el brasier color negro que tenía me hizo no aguantar más, mis labios corrieron a los suyos cada vez, cada roce de nuestras lenguas mientras nuestras pieles comenzaban a juntarse aumentaron mis deseos.

Me tomó por la cintura y sin tardar mucho recostó mi cuerpo en un mueble de cuero qué adornaba la oficina, ella exploraba mi boca de una manera salvaje era como si en ese momento estuviera descargando la pasión contenida. Sin siquiera darme cuenta una de sus manos entró por mi ropa interior, impregnando sus dedos con mi humedad rompiendo eso de inmediato el gemido que salió de mi boca fue incontrolable.

Mi pecho sube y bajaba aunque lo intentara no podía respirar con naturalidad su boca se apoderó de mi cuello el cual comenzó a besar incluso con algo de agresividad ocasionando que mis brazos antes dormido Se aferraban a su cabello. Otra de sus manos me la mandó un poco para facilitarme desabrochar mi brasier no me quise quedar atrás y tú y torpemente producto de tanta excitación le quité el sueño. Nuestro seno se rozaban algo que me encantó decidida la tomé por el rostro para volver a besarla. Su lengua volvió a jugar con la mía cosa que no duró mucho tiempo ya que ella se levantó, con su mirada atravesando la mía sacó su mano de mi intimidad y se puso de pie, mordiéndose su labio inferior desabrochó su pantalón para luego quitárselo se acercó lentamente hacia mí y todavía de pie me quitó la pequeña ropa interior que tenía.

Su boca comenzó a dejar algunos besos cortos en una de mis piernas mientras con ambas manos apartaba de mi pies los tacones que aún tenía, sentir sus besos ascendientes por mi pierna hizo que mi respiración se acelerara sin control en ningún momento dejó de mirarme como yo tampoco la dejaba de mirar para mayor comodidad mi pie derecho lo puse en el suelo para así quedar tontamente a disposición de Rosé.

Mi piel estaba totalmente rizada, no solo me excitaba El sentir de su cuerpo desnudo sino también su mirada llena de seguridad quería, necesitaba que me hiciera suya de una vez. Me sentía muy mojada, uno de los tantos síntomas de meditación sus labios estaban tan cerca de mi intimidad que podía sentir su respiración, mi cabeza no evitó echarse para atrás en ese momento que su lengua rozaba mi humedad.

Gemía fuertemente, mientras la sentía recorrer de arriba abajo mi intimidad hacía pequeños círculos en mi clítoris, menos que hacía poco a poco se apoderaba de todo mi sexo su boca debía estar repleta de mis fluidos, el éxtasis nombraba mi mente pensaba que en cualquier momento iba a tener un orgasmo gracias a esa lengua que no se tenía como mis caderas comenzaron a moverse acompañando sus movimientos y entre mis gemidos apartó su lengua de mi sexo una de sus manos comenzaba hacer su aparición mientras dos de sus dedos rosado en mi intimidad de arriba abajo, ya no tenía control de mi cuerpo no soportaba tanto y medio de jadeos cerré mis ojos al sentir su boca en uno de mis pezones jugueteaba con su lengua, succionaba con la fuerza justa mientras su dedo semi intimidad no abandonaban su tarea, abrí mis ojos nuevamente para comenzar a acariciar su espalda ella abandonó mi pezón y levantó a mirarme cuando me sorprendieron entrada de sus dos dedos a mi sexo, las acaricias que yo le hacía desaparecieron más bien me aferraba a su espalda cada vez más ya que ella poco a poco aumentaba la velocidad escaleras no tenían control mis gemidos pasaron a pequeños gritos, su boca regresaba mi cuello cuando en mi interior sentía como pequeñas descargas.

La fuerza y la rapidez me volvía loca, podía percibir el deseo como las ganas que tenía, le suplicaba Con lo poco que tenía de vos que no se detuviera me encantaba la forma que me hacía sentir suya, mis caderas en su vaivén se detuvieron al sentir la explosión en el interior de mi cuerpo muy bien acompañada de un grito de placer, mi músculos se contraen casi el mismo tiempo que ella se adentra más en mí.

El ritmo de mi corazón está totalmente acelerado, intentaba poder lograr controlar mi respiración mi cuerpo entero celebraba el perfecto orgasmo que acababa de tener y ya sacó sus dedos de mi intimidad para después mirarme con esa sonrisa espectacular.

Eres perfecta, me gustas mucho Lalisa Manobal espero algún día puedas perdonarme el haber planeado tu secuestro - Rosé miraba a Lisa.

Eso te lo perdone el día que te bese por primera vez - Lisa intentaba controlar su respiración.

No me gustaría arruinar este momento- Se ponía de pie- Pero sería mejor ir a mi habitación, es que creo que allí estaríamos más cómodas no te parece? - Rosé levantaba su ropa.

Si me parece perfecto - Lisa se incorporo con una sonrisa en su rostro.

Bien entonces será mejor que comencemos a vestirnos para subir- Afirmó Rosé.

Mi vesti lo más rápido que pude mi corazón todavía la tía feliz después de hacer la mía, no sabía que iba a pasar mañana Ahora lo único que me importaba era ponerle fin a este momento. Lisa terminó de vestirse y tomando su mano para abandonar mi oficina, ninguna de las dos pronunciada palabra alguna pero eso, no nos detuvo en ningún momento al llegar a mi habitación cerré la puerta para después dedicarme a ver esos ojos espectaculares que tanto me encantaban. Mi ya extinta secuestrada con esa mirada provocadora comenzó a desabrochar mi pantalón algo que me alegro mucho el saber que la noche era larga para todo el deseo que sentíamos ambas. Las caricias, los besos y los gemidos por parte de ambas fueron la música perfecta en mi habitación.

FUERA DE LEY (CHAELISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora