capítulo 16.

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Mauricio estaba completamente en shock por la situación, Por ende no pudo reaccionar, solo veía a un punto fijo sin expresión alguna en su cara.

  ¡Pedazo de loca!. Fue ese grito lo que devolvió a Mauricio a la realidad. Miró a todos lados y vio en una de las esquinas a clemencia quien tenía el arma en sus manos y Alejo del otro lado tratando de marcar a lo que suponía era emergencias.

  Mauricio comenzó a sentir que sus piernas perdían la fuerza y no lograban mantenerlo de pie; estuvo a punto de caer al suelo, Solo que las manos fuertes de Alejo se lo impidieron.

  Clemencia por su parte estuvo a punto de disparar al cuerpo inmóvil de villamil una vez más pero otra vez Alejo entró en acción y corrió hacia donde la mujer estaba y créanlo que en ese momento le importó un soberano pepino que fuera una mujer, simplemente la tomó bruscamente de los hombros y la hizo caer al suelo y al mismo tiempo soltar el arma de su mano, olvidándose completamente de Mauricio quien cayó también al suelo junto a su hijo.

  ¡Paaaapooooooo!. Lloraba el mayor de los Villamil desconsoladamente al mismo tiempo que movía a su hijo de un lado al otro.

  Mauricio por favor cálmate, necesito que te mantengas con la cabeza fría por Villa. Suplicaba posada abrazando al mayor.

  No puedo Alejo, todo esto es mi culpa; si yo no hubiera descuidado a Villa, si yo tan solo me hubiera mantenido todo este tiempo a su lado, si yo tan solo hubiera alejado a villamil de clemencia al notar que mi niño no era feliz, si tan solo hubiera visto las señales que Villa me daba que eran bastante claras pero yo estaba tan enamorado que nunca quise verlas... y ahora aquí estamos, con Villa a punto de morir y yo me siento como la mierda; te lo juro Alejandro que voy a hacer lo que sea para destruir a clemencia, me importa un carajo que ella sea la madre de villamil esta Me las va a pagar. Declaró, se levantó del suelo y con pasos firmes y decididos se acercó a clemencia,, tomó el arma en sus manos y estuvo a punto de disparar, solo que Alejandro fue más rápido y lo tomó de los hombros, lo giró para quedar frente a él y así pudiera mirarlo directamente a los ojos. Logró quitarle la pistola y lo Alejó completamente de su ex esposa.

  Mauricio, ya no pienses en más venganza... mira a donde hemos llegado con todo esto; yo sé que esto es muy duro para ti pero te aseguro que Villa va a estar bien porque es un chico bastante fuerte y va a lograr salir adelante como siempre lo ha hecho; por favor deja que la justicia se haga cargo de esto y no te ensucies las manos con alguien que no vale la pena porque al final de cuentas tú acabas con ellos pero ¿quién va a cuidar a Villamil entonces? Porque tú eres lo único que el tiene... solo piensa en tu hijo por favor.

  Mauricio seguía llorando desconsoladamente y alejo solo lo abrazaba, pues sentía que era lo único que podía hacer en ese momento. Así duraron alrededor de cinco minutos cuando de pronto se escuchó la sirena de la ambulancia que se acercaba a ellos.

  Alejo se acercó a los paramédicos, les explicó la situación y ellos actuaron lo más rápido que pudieron subiéndolo a la camilla y llevándoselo al hospital mientras que Mauricio y Alejandro se dirigían a la estación de policía, no sin antes asegurarse de que clemencia no iba a escapar esta vez.

  Alejo, gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Comentó el mayor agradecido una vez que estuvieron sentados en la sala de espera del hospital.

  No se preocupe señor villamil, yo hago esto porque considero a Papo uno de mis mejores amigos desde el primer momento en que lo conocí. Respondió el otro tomando un poco de su café que había ido a comprar hace unos instantes atrás.

  Todo va a estar bien. Dijo el menor mirando a Mauricio con ojos tranquilizadores.

  ¿Cómo está papo?. Investigó Simón quien había llegado junto con su hermano y los hermanos Isaza. De alguna forma Juan Pablo se había enterado de lo que había sucedido y le había rogado a Simón que lo dejara ir con él a visitarlo, pues Papo era alguien muy importante para él.

  Antes de que alguien pudiera responder, un doctor apareció y les dijo que Juan Pablo había reaccionado y estaba pidiendo verlos a todos.

  Mauricio, Simón, Martín, Susana, Alejandro y Juan Pablo entraron a la habitación de Villa y cuando lo hicieron, pudieron notar que tenía los ojos cerrados.

  Ay Papo, no sabes qué susto nos diste Pero me alegra que estés bien. Dijo Mauricio tomando la mano de su hijo.

  Oye Papo, de verdad qué bueno que despertaste porque si te llegaba a pasar algo no me lo iba a perdonar jamás. Siguió hablando el padre y con cada palabra su voz se entrecortaba cada vez más.

E... estoy bien Pero dónde estás? No... no... no te veo.

  Estoy a tu lado, yo soy quien está tomando tu mano y no estoy solo, también están Alejo, los Vargas y los Isaza.

  Lo siento pero no logro verlos; esperen ¡no logro verlos!.

  Okey okey, vamos a calmarnos y busquemos a un médico para que nos explique lo que sucede. Propuso Alejandro y los sacó a todos prácticamente corriendo de la habitación..

  Doctor, doctor ¡doctor!. Llamó Mauricio acercándose con paso rápido hasta el bata blanca.

  Qué pasa? Algún problema?. Interrogó el médico quien se encontraba revisando unos papeles que tenía en sus manos.

  Lo que pasa doctor es que entramos a ver al joven villamil y él nos dijo que no podía ver. Explicó Alejo al mismo tiempo que sostenía las manos del padre de Juan Pablo.

  Bueno, qué bueno que lo mencionan porque justamente los estaba buscando para decirles que acabamos de hacerle algunos exámenes al paciente y según los resultados esa pérdida de vista se debe al disparo que recibió. No sabemos si es algo temporal o permanente, lo único que sabemos es que tienen suerte de que aunque el disparo haya sido justo en la cabeza no le haya afectado el cerebro como tal Y solo fue el nervio óptico pero no se preocupen que con los medicamentos indicados, el paciente villamil podrá recuperar la visión total.

  Entonces sí es algo temporal. Confirmó Alejo analizando la información que el médico acababa de darles y este solo asintió.

  Bueno, eso esperamos. Y con esas palabras, el médico se marchó dejándolos a todos con un poco de esperanza; lástima que aunque todo iba bien en ese momento, muy pronto algo cambiaría Y esa felicidad que sentían en ese instante se esfumaría por completo..

  Oigan, me acaban de avisar que clemencia se escapó y Pedro la secuestró.

nostalgia (Villargas / Isamil).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora