capítulo 6.

33 6 11
                                    

¿Y quién es esa niña?. Preguntó Pedro señalando a la bebé que seguía en los brazos del Juan Pablo mayor.

Aah, ella es Susana, mi hermana menor; espero que no le moleste señor pero no tengo a nadie con quién dejarla. Respondió el ensombrerado apenado.

Claro que no me molesta; esmás, si quieres puedes llevársela a los hermanos Carolina y Sebastián giraldo para que la cuiden y así tú puedas hacer tu trabajo un poco más concentrado. Propuso el jefe con una sonrisa pintada en la cara.

  Juan Pablo lo dudó un poco pero finalmente aceptó, pues sabía que no podía cuidarla todo el tiempo porque estaría ocupado grabando, componiendo y todo lo demás.

  Los chicos estuvieron un buen rato componiendo cuando el ruido de sus panzas los obligó a parar para ir a comer algo en la cafetería del estudio, mas con lo que Villa no contaba, era con que allí encontraría a alguien que no veía hace muchos años.

  Alejo? No puede ser! Eres tú?.

  ¡Juan Pablo Villamil Cortés! ¡Por supuesto que soy yo! Pero ¿tú qué se supone que haces acá? ¿No se supone que tus papás trabajaban en casa de los Vargas y por eso tú ibas allá cada día? Juan Pablo ¡no me digas que estás trabajando con Pedro malaver por favor!. Esa última frase la dijo como si eso fuera lo más horrible del mundo, cosa que no pasó desapercibida por el Juan Pablo mayor quien hasta ese momento era invisible para los amigos.

  ¡Aai! ¡Pero qué distraído soy! Alejo, quiero presentarte a Juan Pablo isaza mi mejor amigo... después de ti, claro. Respondió ignorando por completo la pregunta de Alejandro.

  Mucho gusto Juan Pablo isaza, yo soy Alejandro posada... El joven estiró la mano para que el otro la estrechara y así lo hizo.

  Respóndeme la pregunta Juan Pablo villamil Cortés. Pidió Alejandro con voz seria retomando el rumbo de la conversación.

  Pues sí ¿por qué? ¿Algún problema con eso?. Investigó el Juan Pablo mayor confundido y preocupado a partes iguales por el tono que había utilizado el joven para hablarle al ojiverde.

  ¿Bueno pero tú te volviste loco? ! ¿Cómo carajo se te ocurre aceptar una oferta de trabajo de este tipo? ¿¡Es un desgraciado que no sabe hacer más nada que utilizar a los jóvenes como tú, como él y como yo para lograr sus sucios objetivos! O sea ¡llevar a su negocio sucio adelante!. Respondió el castaño golpeando varias veces a su amigo con un rollo de periódico que tenía el la mano.

  ¿De qué estás hablando?. Interrogó el ensombrerado preocupadamente, pues sus alarmas se comenzaron a activar con la declaración de Alejandro.

  Ay Juan Pablo por favor no comiences con tus dramas y tú Alejandro no vuelvas a decir algo así. Ordenó Juan Pablo Ya enojado por esta situación, pero Alejandro no iba a quedarse tranquilo hasta lograr que su amigo pensara muy bien cuál sería su próximo paso puesto que él más que nadie sabía a lo que los Juan Pablo se enfrentaban al aceptar la propuesta de Pedro, aunque eso significara perder su supuesto trabajo.

  Villa por favor créeme, esto no es lo que ustedes están pensando; tal vez puede que Pedro se las haya ingeniado muy bien para engañarlos y que ustedes cayeron redonditos en su trampa Pero yo más que nadie sé lo que significa trabajar con este tipo; huyan antes de que sea demasiado tarde, se los pido por favor, sobre todo tú Isaza que sé que tienes una hermana pequeña y con respecto a ti villamil no creo que a tu papá le guste saber en lo que andas metido.

  Mi papá no se va a enterar de nada y Susana va a estar bien, así que puedes quedarte tranquilo.

  Escúchame muy bien Juan Pablo villamil Cortés porque solo te lo voy a decir una vez; o tú e isaza renuncian o yo me voy a encargar de que tu papá se entere de lo que andas haciendo. Advirtió y se fue dejando a unos Juan Pablo confundidos, preocupados y asustados.

  Los Juan Pablo estuvieron un rato más en el estudio hasta que decidieron irse a su casa cada uno a descansar. Cabe acotar que lo primero que hizo Pedro fue comprarles a los chicos una casa grande de dos plantas para qué pudieran vivir cómodamente y no tuvieran que estar en ese parque tan incómodo.

  En otra parte de la ciudad, Simón Vargas estaba acostado en su cama viendo su celular cuando de pronto escuchó un ruido ensordecedor y cuando se asomó a la ventana para ver de qué se trataba, pudo darse cuenta que había empezado a llover a cántaros Y al parecer esta tormenta no iba a ser para nada como las demás.

  ¡Simoooón!. Gritó su hermano pequeño quien había entrado a su cuarto sin pedir permiso, pues las tormentas le daban mucho miedo.

  En otras circunstancias, Simón se hubiera molestado muchísimo ya que no le gustaba que entraran a su cuarto sin tocar la puerta, pero en ese momento, lo único que hizo fue abrazar a su hermano puesto que tenía un mal presentimiento y tenía que asegurarse de que nada malo le fuera a pasar a su pequeño Martín.

  Marto ¿qué te parece si vamos a ver dónde está mamá?. Interrogó el mayor por primera vez en un tono dulce.

  Ella me dijo que te buscara y que saliéramos de aquí lo más pronto posible. Respondió el pequeño abrazándose a su hermano como un koala y el más grande por su parte lo tomó entre sus brazos y lo llevó con su madre quien al verlos les dijo lo siguiente:

  Chicos por favor salgan rápido de aquí... No pudo terminar su frase porque un sonido que indicaba que un pedazo de techo había salido volando en su dirección la obligó a detenerse y mirar a sus hijos para que salieran lo más pronto posible de allí.

  Por favor chicos salgan de acá ahora mismo. Suplicó nuevamente la mujer.

  ¡Noooo! ¡Mamaaaá! ¡Mamaaaá! ¡No te puedes quedar aquí!. Gritaba el pequeño al mismo tiempo que su hermano mayor lo arrastraba hasta la salida y una vez que estuvieron afuera, vieron cómo la casa se destruyó por completo dejando a un par de jóvenes sin su Pilar para sostenerse y sin hogar.

  Y ahora ¿qué se supone que vamos a hacer?

nostalgia (Villargas / Isamil).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora