☆ ¿ᴄᴏɴғᴜsɪᴏɴ? ☆

208 22 1
                                    

- Ya hueles mejor, aunque yo huelo mucho mejor - hablo Roier con su típico ego.

- Mmh... Nah. ¿Ahora si puedes darme besos? - se acerco más a el pelinegro, subiéndose a su cama y ya estar al lado de esté.

- Bueno... Ven -

<❤️‍🔥>

Ambos comenzaron con un beso calmado y suave, las manos de Cellbit recorrían todo el cuerpo de el mexicano, al mismo tiempo, Roier agarraba con mucha firmeza el cuello del contrario; no tardaron mucho en meterle más fuerza al beso, ocasionando que los dos se movieran.

Duraron dos minutos en separarse; se miraron fijamente... Ambas miradas demostraban pasión y determinación, raro ¿no? Se conocieron hace tres meses, y solamente han compartido besos intensos y algunos tiernos, como si fueran "novios" pero, no lo son...

- Você quer... Seguir? - pregunto con mucha pena, observando el suelo y jugando con sus dedos.

- Si, si sigamos. - respondio sin dudar. Agarro el rostro de esté , obligando a que lo vea, el brasileño al mirarlo se abalanzó a besarlo apasionadamente.

Pequeños jadeos provenían de Roier, se daban muy poco tiempo para respirar y recuperar oxígeno; tenían suerte de que los demás se habían ido, incluyendo a Forever.

El abrigo y camisa de el pelinegro habían quedado en el piso, el pelo de los dos estaba realmente desordenado, en especial el de el brasileño. El castaño en un intento desesperado se quito su camisa, dejando así que el otro le dejara marcas o rastro de su labial rojizo.

El castaño no se quedo atrás, le dejo muchos chupetones alrededor de todo su pecho y parte del cuello...

Obviamente tenía que llegar el fin de su gran travesía, los dos cayeron cansados, sin llegar a tener ya una relación sexual.

- Joder... Cellbit, eres brusco ¿eh?... - su respiración estaba agitada, parecía que en cualquier momento le daba un paro.

- ¿¡Qué!? ¡¡Me dejaste todo tu labial rojo en todo mi pectoral y parte de mi espalda, de echo en esta solamente hay rasguños tuyos!! - después de que haya dicho eso, se rio, le divertio mucho ver al joven indignado en su pecho haciendo pequeñas caricias.

- ¡Ok, ok! Si, lo admito... Sabes... Ahora creo que me voy a dormir... Puedes dormir aquí si quieres. - dejo un pequeño piquito en el labio del mayor.

- Esta bien... Dejaré más marcas entonces. - se acerco más a el mexicano, y termino haciendo lo mismo; caricias en el pecho en forma de círculo, pequeños y breves besos alrededor de su rostro y abdomen.





















Ambos estaban dormidos, eso parecía... Sin ser que Roier se había despertado con una mueca de confusión. Claro... Ahora había tomado en cuenta que ellos dos no eran... "Nada" así de simple, todo los besos que se habían dado estos tres meses no significaron nada.

Ahora su duda no desaparecía de su mente, definitivamente iba a preguntarle.

- Cellbit... ¿Gatinho? ~ - susurraba un poquito fuerte y a la vez se movía para poder así, interrumpir su sueño.

- Mmh... ¿Guapito? ¿Qué pasa? - abrió sus ojos de poco a poco, viendo así, unos profundos ojos negros observándolo.

- Uhm... ¿Qué somos? O sea... Nos conocimos en un bosque, coqueteamos, casi llegamos a tener mucho más que besos apasionados. - menciono todos esos sucesos, recordándolos, ¡wow! Había pasado todo esos en unos simples... "¿Tres meses?" sí, eso paso.

★ Dᴀɴᴄɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴀ sᴛʀᴀɴɢᴇʀ ★/ ɢᴜᴀᴘᴏᴅᴜᴏ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora