10 ☆Boda☆

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Maratón 4/5

Hoy era el día.

Mire a Piper por el espejo, —No estés nerviosa, linda. Todo estará bien y pronto tendrás a tu esposo.

Pude sentir un sabro amargo centrarse en mi boca. Tomé agua y me levanté para caminar lo más rápido que pudiera, no queria llorar en mi boda, eso si no, arruinaría mi maquillaje.

Piper me siguió y me dejo en la entrada de aquella iglesia junto al brazo de Abacus. Me sonrió, —¿Estás lista, querida?

Asentí. Mi vestido era algo largo, con mangas alargadas y diseño de chocolates en ellas. La cola del vestido llegaba a menos de dos metros después de mi y el escote quedaba sobre mis pechos.

La boda fue planeada para hacerla en una iglesia, la iglesia era algo pequeña, pues bien no tendríamos a muchos invitados. Al suspirar y asentir con la  cabeza empezamos a caminar junto a Abacus al oír la canción en piano que empezaba a anunciar que la novia ya iba en camino.

Mis nervios aumentaron y no pare de pensar en cómo sonreír, que decir y que hacer, esto es algo que solo se hace una vez y se me hacia complicado saber que hacer al no tener a alguien me guiara para ello.

Entramos a la iglesia, estaba llena de flores rosadas, celestes y blancas, entre ellas estaban muchos tipos de flores. Tulipane, rosas, clavos, etc. Todos voltearon a verme junto a Abacus y me miraron tiernamente, los observé y verlos así de alegres por mi me hizo sentir más tranquila. Observé a todos y cada uno de ellos, estaba bien vestidos, con el estilo de cada uno y respetando las "etiquetas", mi mirada se dirigió hacia el altar, donde Willy y el padre me estaban esperando.

Willy... él se veía tan lindo, se veía muy bien en su traje color negro y su formalidad. La verdad era que a Willy cualquier cosa le quedaría bien, incluso si no fuera algo formal.

Willy:

Estaba nervioso, no lo iba a negar. Podía observar a todos mirarme fijamente mientras esperaban a que Olivia entrara. El pianista empezó a tocar y mis nervios se intensificaron al saber lo que eso significaba.

Las puertas de la iglesia se abrieron y ahí entró ella, Olivia. Mi Olivia.

Estaba tan hermosa, preciosa, se veía muy bien en su vestido. Abacus la traía junto a él y ella parecía sonreírle a todos nuestros amigos. ¿Cómo se podía ver tan bien solo sonriendo? Olivia era ese algo que me daba paz, me mantenía bien, me hacía saber que tenía y tendría a alguien por el resto de mi vida que me daría paz y me apoyaría en todo.

Ella pareció dirigir su mirada hacia mi, le sonreí y ella hizo lo mismo. Minutos después llegó al altar y Abacus al dejarla, fue a tomar asiento. El padre nos miró a ambos y sonrió, —Bien, empecemos.

La boda transcurrió como debería de ser, no sabía mucho de bodas, no sabía nada de ellas. Pero en dado momento luego de algunas palabras, Piper se posicionó al lado de Olivia y Larry a mi lado. Ambos tenían en un cojín nuestros anillos.

Tomé el mío de la almohada de Larry y Olovia extendió su mano hacia mi, el padre empezó a decirle a Olivia si aceptaba estar conmigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Ella afirmó diciendo un "sí", dejándome terminar de colocar el anillo en su dedo anular.

Ahora fue ella quien tomo el anillo del cojín de Piper y el padre empezó a decir las mismas palabras para mi, para confirmar todo dije sí. Olivia terminó de colocar el anillo en mi dedo anular y Piper y Larry fueron nuevamente a sus asientos, dejándonos solos en el altar.

El padre nos declaró marido y mujer, diciendo que nos casamos frente a Dios y no podríamos romper ese juramento.

Luego se quedó unos segundos en silencio y habló, —Puede besar a la novia. — luego de oír eso, tomé a Olivia de la cintura y la besé.

Me ahorré mucho, no quería darles un espectáculo a todos nuestros amigos, así que la besé solo unos cortos segundos, un beso dulce, suave, con ternura y amor al saber que ahora es mi esposa.

Mi esposa. Me emocionaba mucho esa idea.

—Señor Wonka, debería de dejar esto para la noche de bodas. — me susurró al alejarse de mis labios.

Me reí suavemente, —Tienes razón, esposa mía. En la noche no te salvaras de mi, ni nunca más. Ya somos esposos, no tienes escapatoria. — bromee.

Ella río y dejó un pequeño beso en mis labios para luego sonreír y caminar conmigo por el camino de la iglesia para irnos. Se detuvo un momento para lanzar su ramo de flores y cuando volteamos a ver, le había caído a Lottie. Ella río y su risa hizo que me sintiera cómodo, al final si le había coqueteado bien.

[...]

Nota de la autora:

Holaaaaa, ¿cómo la siguen pasando?

¡Muchas gracias por todo el apoyo! 💞

Espero les esté gustando mucho este maratón, muchas gracias por seguir aquí.

Bye. 💋

Dulce Del Amor || WILLY WONKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora