Jaemin no se acercó a mi, no lo intento tanto como yo lo hacía.
Me levante a mitad de la noche, sin poder dormir y sin saber que hacer. Mi madre solía decir que las acciones hacen el cambio, siempre estuve de acuerdo pero ahora no sé si tendré que dejárselo al tiempo.
Tome un abrigo y me lo puse para salir. Camine por el pasillo pasando por la puerta de Jaemin.
Jaemin.
Afuera estaba aún más frío, el viento sacudía el bosque con gran fuerza. Respire hondo disfrutando la oscuridad de la noche, si habían un par de luces, pero lo suficientemente tenues como para disfrutar de la sombría alrededor.
—¡Morirá por el juicio real!
Una voz fuerte. La seguí por instinto, rodeando la casa encontrándome a Jaemin frente a un hombre extraño, el omega me estaba dando la espalda, su cuerpo rígido. Intrusos. Corrí hacia él, listo para defenderlo, para luchar contra quien fuera.
Cuando llegue allí ya era demasiado tarde. La sangre estaba en sus brazos y en su cuerpo, salpicada en su rostro, agachado sobre el sujeto.
—¡Jaemin! ¡Jaemin! —Tome sus mejillas en mis manos alce su mirada para que se encontrara con la mía, sus ojos entre sorprendidos y aterrados. Sus nudillos blancos apretando una daga pequeña sobre el cuerpo del hombre muerto. Lo había matado.
Doyoung escucho los gritos, salió de la casa y corrió hacia nosotros con su expresión sería. Nos reviso con la mirada.
—Kun acaba de avisar joven Lee, eran dos, el otro ya lo traen, esta inconsciente. ¿Están heridos?—El miedo en su voz me regreso a la realidad.
Mire el muslo del omega frente a mi su pantalón estaba rasgado y la sangre más abundante.
—Dile a la doctora que venga a la casa, Jaemin esta herido, y dile a Kun que deje al instruso en el sótano.
—Claro Joven.
Pase un brazo por su espalda y otro por debajo de sus piernas, lo cargue y lo lleve hasta su habitación. Aún no decía nada y eso me estaba enloqueciendo. ¿Que había sucedido antes de que yo llegara? ¿Por qué salio a esta hora?
Lo dejé sobre la cama con mi corazón latiendo enfurecidamente. Lastimado. Mi prometido había sido lastimado.
Se escucho perfectamente el grito de Jungwoo que venía subiendo por las escaleras.
—¡Jaemin! —Su voz salió estrangulada por el miedo.
No aparte mis ojos de los suyos cuando hable.
—Iré con Kun, cuando se sienta mejor vendré a hablar con usted.—No dijo nada pero apretó mi mano entre la suya, se sintió extrañamente como un adiós y no me gustó en lo absoluto. Me incline para estar cerca de su rostro, vi el dolor en sus ojos, la sangre sobre él —La doctora Yoona se encargara de curar la herida, no me tomará mucho tiempo regresar.
Me costo más de lo que creí salir de la habitación. Jungwoo entró en cuanto puse un pie afuera.
🪷
—Ya esta recuperando la conciencia. Nos distrajo lo suficiente, no sabíamos que había dos hasta que era muy tarde. Me disculpo alfa.
—Ese pequeño error casi le cuesta la vida a mi omega. —En otra ocasión no estaría tan enojado, no cuando se trata de proteger mi manada. Pero ahora estaba.. el miedo que había sentido cuando lo vi ahí parado con ese hombre peligroso..
—Lo lamento mucho alfa, de verdad voy a tener más cuidado y haré que mas compañeros me acompañen en la vigilancia.
—¿Que edad y manada?—Pregunte concentrando mi ira en el individuo.
—Es un señor, cerca de los cincuenta y no tiene manada.
—Yo me encargaré del interrogatorio, que traigan el cuerpo del otro hombre aquí, y no se dará aviso a la manada a menos que yo lo diga.
—Claro alfa.
Entre en la habitación el hombre estaba amarrado a una silla sigiloso pero ya lo suficientemente consciente para comenzar con esto.
—Bien, seré breve ¿Cuál fue el motivo y quien los envió?
El hombre escupió a mis zapatos.
—Usted no me va matar, ¡déjeme en paz!
Suspire antes de alistarme para lo obvio. Podría darle otra oportunidad para responder pero no tenía la paciencia suficiente en este momento como para eso. Ni siquiera se esperaba el golpe cuando lo recibió y volví hacerlo de nuevo.
—Nunca mates a alguien a menos de que lo merezca ó estés defendiendo lo que te importa. —Mi padre me llevó al sótano por primera vez cuando tenía catorce, un año antes de su muerte. Habían atrapado a un hombre en nuestro territorio intentando forzar a una omega de una manada cercana. Entonces mi padre me enseño lo que debía hacer en una situación como esa —El mundo no puede ser habitado por esta clase de personas. —Me dijo. Incluso recuerdo cada golpe que le dio a ese hombre y como acabó con su vida, tenía que pretender que no me había afectado ver esa horrible escena pero en el interior, muy en lo profundo, lo había disfrutado. El hombre era malo estaba haciendo cosas malas, lo merecía. Me dije a mi mismo una y otra vez.
—Alfa, creo que ya es suficiente. Alfa, lo va a matar.
Volví a la realidad cuando fije mi vista en la sangre esparcida por el rostro y el cuerpo del hombre. Mis nudillos casi destrozados.
Controle mi respiración apartando la vista y limpie mis manos con un trapo de seda.
—Te dejaré ir, si me dices todo lo que sabes ya mismo.
El hombre no podía hablar bien, sus ojos no se habrían, si no lo hubiera visto moverse hubiera creído que estaba muerto.
—U-una mujer nos p-prometio pagarnos por matarlo.. porque no.. cumplió.. el trat-trato.
—¿Qué trato? ¿Por qué me estan buscando para matarme?
—No a us-usted.
Mis latidos enloqueciendo de nuevo. Jaemin.
—¿Por qué estarían buscando al hijo de una manada tan poderosa como lo es la manada Freesia, para matarlo?
Un malpresentimiento posandose en la boca de mi estomago.
—El- el no es.. el no es quién dice ser. Es un omega de baja cuna... criado y entrenado.. para matar.
Doyoung toco la puerta numerosas veces gritando mi nombre. La ira estaba tan presente en ni que casi acabó con la puerta completa cuando la cerre a mis espaldas.
—¿Que sucede? — Mi respiración se detuvo al ver la cara pálida de Doyoung.
—Es Jaemin, joven Lee, Jaemin ya no está en la habitación. No lo encontramos en ninguna parte de la casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
