(Jomanne)
El clima comenzaba a ponerse pesado. Era una mañana de verano en donde el cielo estaba pintado de color azul y en el que el sol apenas se encubría de nubes. Cada tanto, una fina ráfaga de viento refrescaba mi nuca efectuando una sensación de placer.
Me encontraba paseando sobre el mismo sendero por el que siempre iba junto a Javern de camino al bosque. Recorrerlo sin él era insólito. A pesar de que amo mi soledad, por algún motivo, también amaba la compañía del morocho.
Tras llegar al bosque, tomé asiento debajo de un árbol, recosté mi espalda contra el tronco y estiré mis piernas sobre la tierra. Intenté relajarme, el regreso de Delayn me había puesto bastante tensa.
La buena noticia es que ahora todo volvería a la normalidad. Mi hermano volvería a ser el Líder de Boucro y yo su simple hermana que siempre intenta hacer lo correcto, aunque él no lo crea.
Todo sería más fácil si mi padre no hubiese metido la pata hace cinco años atrás. Él tendría que ser el Líder, no mi hermano, pues creo que Delayn no sabe resolver unos cuantos problemas. Para él todo se soluciona con sangre. Sin embargo, dado las circunstancias de la huída de mi padre, Delayn heredó su puesto y desde entonces está al mando.
Por si fuera poco, mi madre tampoco está presente para brindarnos su apoyo. Extrañaba demasiado su presencia, y sobretodo ser su niña consentida. Desearía volver el tiempo atrás, exactamente cuando mi familia de sangre estaba integrada por cuatro personas, y no por dos; cuando todo estaba bien.—¡Aquí estás! Tuve que preguntar por tí para poder encontrarte —soltó Delayn tras aparecer de la nada. Se mostraba cansado, puesto que en sus ojos marrones se resaltaban unas ojeras muy notorias—. Por cierto, buen día.
—Buen día para ti —solté entre que arrancaba el pasto con mis manos—. Digo, parece que la pasaste muy bien anoche.
—Ah, sí... Con respecto a eso...—Delayn se acercó mientras mantenía su cabeza en bajo, justo como si estuviera avergonzado—, lo lamento. Sé que te incómoda escucharnos a Leah y a mí tener sex...
—Delayn... —interrumpí para no tener que oír el último término—. No quiero escuchar esa palabra.
—¿Cuál? ¿Sexo?
—¡Delayn! —alcé la voz y él soltó una leve carcajada.
—Ay, Jomanne, no te hagas la inocente. Tarde o temprano llegará tu hora.
—¿Y tú que sabes? ¿Cómo estás tan seguro de que aún soy virgen?
—Porque si supiera que te acostaste con alguien ya le hubiera pateado el trasero —bromeó y yo puse los ojos en blanco—. Es broma —seguidamente, dejó caer su cuerpo a mi lado. Colocó sus brazos por debajo de la cabeza y, estando acostado en el pasto, se dedicó a mirar el cielo despejado—. De todas formas, espero que algún día encuentres a alguien que te provoque mariposas en el estómago.
—Gracias por tus bendiciones pero la verdad es que no estoy desesperada por eso. Prefiero dejar las cosas en manos de mamá —expuse. Delayn giró su cabeza de inmediato y me observó con lastima.
Durante los últimos minutos de vida de mi madre, ella me había dicho que me cuidaría desde el cielo. Confió en ello y sé que las cosas se darán en el momento adecuado.
—La extrañas, ¿verdad?
—Como no te imaginas... —sonreí falsamente—. ¿Y tú?
—También. Te juro que si vuelvo a ver a papá, yo mismo lo ahorcaré con mis propias manos. Le haré sentir lo que mamá sintió.
—Cuenta conmigo.
—¡Ayuda! —una voz femenina se hizo vigente entre la arboleada. Al principio, Delayn y yo nos miramos para verificar si ambos habíamos escuchado lo mismo. Después, tras escuchar el segundo pedido de auxilio, nos levantamos rápidamente del suelo para buscar a aquella chica.
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Ocultos en el Bosque
FantasyVives en el centro de la naturaleza. Te rodean los altos árboles y de gran verdor. La belleza del bosque te enamora. Sin embargo, lo que acontece en él te asusta. Durante el día, los guerreros del Valle Contver salen a matar. Pero, en la noche, Wen...