Kaeya y tú: Distintas Realidades (One Shots)

Realidad III: Amnesia (Parte I)

Amnesia:

La amnesia es un trastorno de la memoria que impide almacenar o recuperar información previamente aprendida, ya sea por causas orgánicas (como lesiones cerebrales) o funcionales (como factores psicológicos).

Existen diferentes tipos y causas de amnesia, que pueden afectar a la memoria a corto o largo plazo, y a la capacidad de recordar eventos pasados o aprender información nueva. La amnesia no afecta a la inteligencia, la personalidad o la identidad de la persona.

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Abres los ojos, y lo primero que logras vislumbrar, son hojas de un árbol moviéndose junto a la brisa del viento, estas, son atravesadas por la luz reconocible de un sol abrazador, la brisa, consigue que tu cabello se eleve ligeramente, rozando tu rostro; sientes la frescura del pasto por tu cuerpo, siendo testigo de ello la sombra que te ofrece amablemente la copa del árbol.

No puedes pensar en nada más que el movimiento de aquellas hojas, algo en ello te parece familiar, no puedes evitar sentirte tranquila en presencia de la naturaleza. Ignorando completamente todo lo demás, logras nuevamente conciliar el sueño, poco a poco todo se va volviendo silencioso.

Con los ojos entrecerrados, logras ver una mancha azul que se encuentra arriba tuyo, mientras escuchas unos ruidos irreconocibles, abres los ojos un poco más, tratando de enfocar aquella figura; al conseguirlo notas a una persona mirandote fijamente, te asustas, abres los ojos exageradamente e intentas levantarte con rapidez, pero en tu camino chocas con el rostro del desconocido.

Te quejas ruidosamente, mientras un dolor se hace presente en tu cabeza, al mismo tiempo intentas concentrarte en aquel sujeto, que, despreocupado, trata de inclinar su cabeza hacia enfrente, mientras un líquido rojo reconocible, sale gota a gota de su nariz; aún cuando se le nota tranquilo, puedes ver una ligera mueca de dolor en su rostro.

-En todo este tiempo, no había pasado algo como esto -dice mientras busca un pañuelo con su mano libre, mientras con la otra aprieta ligeramente su nariz- Aunque yo mismo me lo busque... No debí colocarme tan cerca...

-¿Quién eres tu? - dices confundida, al encontrarte con el rostro de un desconocido enfrente tuyo al despertar.

Crees que tienes algún tipo de relación con el sujeto, ya que no te sientes intimidada o insegura con su presencia, aún así, no bajas la guardia, mientras reposas tu espalda en el tronco del árbol.

-Parece que nuevamente no me reconoces- dice con pesar el desconocido, mientras aparta el pañuelo de su rostro - Pero no importa, tratare de presentarme una vez más. Mucho gusto, soy Kaeya Alberich, tu cuidador personal, y el amor de tu existencia.- Menciona todo aquello con tranquilidad y delicadeza, como si lo supiera de memoria.

-Kaeya... Kaeya Alberich- dices lentamente con pesadez, como si esas palabras te molestaran - Espera...¿El amor de mi existencia?- preguntas tras reflexionar un poco más sobre sus palabras, no puedes evitar ruborizarte.

-Eso último solo es una rutina- dice mientras sonríe con dulzura - Es solo un protocolo que me pediste que hiciera cada que te vea distraída, en tus palabras: "Algo tan absurdo como eso, no puede pasar; si aún mantengo mi memoria, yo solo te miraré como habitualmente lo hago, pero no sé cómo actúe cuando la pierda"- Tus "palabras" las dice en un tono de voz más agudo que el suyo y un tanto regañon.

-No recuerdo todo lo que estas diciendo- Dices rápidamente, intentando negar con tu cabeza y tus manos, que alguna de esas palabras las hayas dicho en algún momento.

-Por supuesto que no...- pronuncia un poco cansado - Pero, aunque no me guste aceptarlo, yo no soy muy bueno para explicártelo - se acerca a ti con cuidado.