Esta será una recopilación de pequeñas historias ficticias sobre Kaeya y tú, con distintos tiempos, momentos y realidades; donde lo que encara la trama principal, es una tensión amorosa entre ambos personajes.
(El personaje Kaeya y todos los sitios...
Después de realizar el documento pertinente para la indemnización de las frutas, dan las 9:45, así que aún tienes tiempo antes de encontrarte con Kaeya; decides ir rápidamente al puesto de Flora, para buscar flores adecuadas para el ramo que quieres, pero encuentras a Donna, quien susurra sobre Diluc, como habitualmente lo hace; pides un ramo de lirios cala y cecilias, media docena de cada una.
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Para posteriormente dirigirte con Kaeya. Logras verlo admirando el hermoso paisaje de Monstadt, para el quizá, sean las más hermosas vistas, pero para ti, verlo a el, es conocer la belleza del universo, especialmente porque, se coloco un traje blanco, que resalta totalmente su figura, no puedes evitar sentirte nerviosa. Te acercas tímidamente, con el ramo de flores en brazos.
- Te estaba esperando "_____"- dice mientras se voltea, cargando consigo un ramo aún más grande que el tuyo, pero con solo flores doradas- Parece que tuvimos la misma idea- sonríe emocionado pero con un poco de nerviosismo
- Espero... espero te gusten- dices mientras ofreces tu ramo a Kaeya
- En realidad... - dice mirando el ramo de flores, casi como si contara cada uno de los petaloa de las flores- me encanta, muchas gracias- dice mientras se soroja.
No sabes que fue lo que ocasiono esa reacción en Kaeya, pero, sientes que hay algo más en todo esto; observas el ramo que te acerca con timidez, tan dorado y brillante ante la luz de la luna, volteas a ver a Kaeya, quien también tiene hermosos rayos de luna cruzando por su cabello, el cual, sigue recogido en la trenza que le hiciste en la mañana, logras pensar en lo lindo que es este momento, quisieras atesorarlo para siempre...
- Bueno - dice Kaeya interrumpiendo el silencio que se formó tras ambos recibir su ramo- Espero que esta noche sea lo más mágica posible, así que, vamos a tu casa- dice mientras te toma la mano y se dirigen a las escaleras
- ¡¿Qué?!- gritas de repente, saliendo del pequeño trance donde te encontrabas- ¡¿A mi casa?!- te pones totalmente roja tras pensar en aquello
- Si, me gustaría darte una noche inolvidable- dice mientras se dirige, aún con más prisa, a tu casa ~♡~
Tras un largo recorrido, te sientes agotada, nunca habías bajado con tal rapidez las escaleras que dan a la catedral, llegas a tu casa agotada, pero aún con las palabras de Kaeya inundando tus pensamientos.
- Bien, llegamos- dice mientras coloca su ramo en tu mesa del comedor, y toma de tus manos el que te dio, para colocarlo junto al suyo- Espero que te guste mi sorpresa
Kaeya sale rápidamente, dejándote sola, mientras tratas de recomponerte, decides ir al baño para organizar tus pensamientos.
Cuando sales, encuentras a Kaeya colocando en la mesa unas velas, y unos filetes, con un olor característico a cedro fragante; aquellos que a él tanto le gustan, junto con ello, unas copas con vino.
