Kaeya y tú: Distintas Realidades (One Shots)

Realidad III: Amnesia (Parte II)

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La casa de Kaeya se encuentra dentro de uno de los molinos de viento de la ciudad, desde fuera no se ve tan acogedor, sin embargo, al entrar notas un amplio salón, que tiene una chimenea, un sofá, una mesa de centro y una alfombra amarilla.

Al mirar a tu al rededor, observas cuadros colocados en las paredes, donde se pueden apreciar paisajes, y personas que no reconoces. Decides adentrarte aún más, con un poco de cautela, observas una pequeña cocina, con una alacena que tiene solo lo necesario para una persona.

Observas atraves de la ventana de la cocina, un pequeño patio trasero, lleno de flores variadas.

- Si ya has terminado el recorrido - pronuncia Kaeya mientras entra a la cocina - Me gustaría enseñarte tu habitación.

- ¿Tengo una habitación en tu casa?

- En realidad... ¿No?- responde con duda- Es mi habitación de invitados, más, la situación actual, amerita que tengas un espacio en mi casa; y no solo tienes un espacio reservado para ti en mi hogar- dice mientras se ruboriza un poco, se voltea tratando de disimularlo.

Kaeya te guía al segundo piso, donde hay dos habitaciones: una para Kaeya y otra para ti, aunque en realidad es la de invitados.

Hechas un vistaso a la habitación de Kaeya, donde se ve una cama grande, un armario, un escritorio y una silla. También tiene una ventana que da a las calles de la ciudad, donde se puede ver el movimiento de la gente y escuchar el sonido de las campanas de la catedral.

La habitación de invitados tiene una cama individual, una cómoda, un espejo y una lámpara; hechas un vistazo rápido por la habitación, en búsqueda de los libros.

‐ Si los buscas- Kaeya interrumpe nuevamente en tus pensamientos- se encuentran debajo de tu cama- señala la cama individual.

Sin decir algo, te acercas lentamente a confirmarlo, y encuentras una caja de madera, con tantos libros como para poder tener dentro de ellos toda tu vida escrita; aunque eso es realmente lo que contienen.

Volteas en busca de Kaeya, pero notas que ya se ha marchado, piensas que seguramente quiere darte un tiempo a solas; aprovechas eso para analizar cada uno de los escritos.

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Pasado un tiempo, logras encontrar la primera entrada que menciona el nombre de Kaeya, antes de que logres leerla, puedes oler un aroma dulce, del cual desconoces su origen.

Kaeya toca la puerta de tu habitación con tranquilidad, decides abrir, no sin antes, resguardar el libro entre la ropa ubicada en la cómoda.

- Perdona la interrupción, más, la cena esta lista; espero que sea de tu agrado, hice mi mayor esfuerzo, normalmente no cocino, pero hoy es un día especial- dice alegremente mientras da unos pasos imperceptibles dentro de la habitación.

-¿Por qué es especial?

- Porque, te declarare mi amor, nuevamente, como si fuera la primera vez...- Menciona de manera un tanto seductora, algo que te hace estremecer.

Notas, tras un instante, lo cerca que está de ti ahora, das unos pasos hacia atrás, tratando de enfocar tu mente en saber que esta sucediendo, antes de caer de espaldas en tu cama; completamente ruborizada, lo único que logras ver es como Kaeya se acerca a ti lentamente.

-Tranquila- dice con una voz relajante mientras te ofrece su mano- Seguramente, no has leído la primera página donde escribes sobre mi, ¿Cierto?

Decides tomar su mano, tu mano tiembla un poco; tratas de mostrar seguridad, así que decides decir lo que piensas antes que te sonrojes nuevamente al recordar lo que acaba de pasar.