«El amor y placer, son dos cosas completamente diferentes, sin embargo, al estar jugando, nos confundimos por lo que sentíamos ¿Que tal si uno prueba el amor y el otro el placer?»
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sodo entraba a la habitación, estaba emocionado por ver aquella película de terror; que Swiss ya tenía en las manos. Ponían la película en la televisión y ambos se sentaban en la cama, Sodo intentaba mantener cierta distancia para no estar tan juntos, Swiss soltaba unas risitas al ver esto
—¿De que te ríes?—preguntaba Sodo
—Nada, Nada—Respondía Swiss
La película comenzaba, se podía notar la atención que el guitarrista ponía a esta, a pesar de ya haberla visto por varias veces, la fascinación a esta era evidente. Por su lado,el corista acercaba su cuerpo de manera sutil al guitarrista, quién no podía notar esto por estar tan distraído con la película. Mientras seguían viendo aquella película salió una escena donde una pareja estaba teniendo sexo
“Me entró el apetito”
Pensaba el mayor mientras empezaba a tocar los muslos del menor, acariciando y apretando, el antes mencionado, rápidamente se dio cuenta de las intenciones del mayor, eran bastante obvias
—Swiss ahora no, no tengo condones. — mencionaba con agotamiento
—Eso es lo mínimo Sodito—metía su mano en el bolsillo de su pantalón y sacaba unos cuantos condones—Vine preparado.
—Pero y la película?—pregunta desanimado—Por favor Sodo, esa película las visto demasiadas veces—interrumpe con un poco de molestia—Esta bien, pues ya que.
El menor se levantaba de la cama y cerraba la puerta con seguro para asegurar que nadie vaya a entrar, el mayor se quedaba sentado y subía el volumen de la película, para que no los pudieran escuchar. Los dos amantes quedaron mirándose fijamente por un breve momento.
—Vamos Sodito, acércate, no te lastimare, solo lo haré si tú me lo pides… —dijo mientras una sonrisa maliciosa se torno en su rostro.
Con un poco de desconfianza el guitarrista se acercó a su contrario, inesperadamente el corista lo tomó por la cintura haciendo que se siente en sus piernas. Sus movimientos eran suaves mientras retiraba la sudadera que el menor llevaba puesta, provocando escalofríos a este mismo, aquellos roces que tenía con la piel del guitarrista los estaba haciendo para poder seducirlo y tenerlo más dominado.
Después de quitar aquella sudadera, aprecio por un momento el cuello de Sodo, su piel se veía tan suave que tenía una gran tentación de morderlo, no se resistió a esto y acercó su boca al cuello del guitarrista, mordiendo suavemente, para no dejar una marca; en cada mordisco que daba, dejaba un pequeño rastro de saliva. Mientras era mordido por su contrario, Sodo cerraba los ojos disfrutando aquellas acciones, además, mordía su labio inferior para evitar soltar sus pequeños gemidos. Está vez, no tenía la libertad de gemir tan fuerte como ayer en la noche.
