Capítulo XIV

61 18 51
                                    


Lo único que puedo hacer es gritar. Chillar desesperada y dejar que las lágrimas salgan de mis ojos.

No puedo hacer otra cosa.

Veo cómo Elena corre hasta ella.
Quiero levantarla, quiero que abra sus ojos.

Deseo que esto sea una pesadilla, no obstante, estoy segura de que no lo es.
Muerta. Mi madre está muerta.

—No te quedes parada. Llama a una ambulancia. Aún tiene pulso, pero muy poco.

Las palabras de Elena llegan a mí, sin embargo, no puedo acatar su orden. No puedo tan siquiera moverme.

Está tirada en el suelo, con la cabeza cubierta de sangre.

—Joder! ¡Alba reacciona!  — grita desesperada, pero no hace efecto en mí.
Puedo ver cómo toma su celular y llama a emergencias. Pide una ambulancia sin alejarse de su cuerpo.

—No se puede morir, es lo único que tengo. — balbuceo entre lágrimas y miro su cuerpo.

Es lo único que digo. Son las únicas palabras que digo. No puedo mover mis labios. Solo pienso en ella y en el estado en que se encuentra.

Pasados unos minutos llega una
ambulancia. Me levanto del suelo y camino detrás de los médicos hasta el cuerpo.

Lo observo más de cerca y mi corazón se quebranta en mil pedazos nuevamente. No puedo dejar de llorar.

La suben con cuidado a la camilla y la llevan a la ambulancia. Subo con ella y dejo detrás a Elena quien me mira preocupada.

Dentro de la ambulancia le proporcionan los primeros auxilios e intentan dejarla lo más estable posible hasta llegar al hospital.

Estando ahí la llevan a una habitación donde se adentran una cierta cantidad de médicos.

¿Que se supone que haga en esta situación?

¿Cómo puedo ser fuerte cuando lo único que quiero es llorar?

Camino de un lado a otro por la impaciencia que se genera en mi cuerpo. Suspiro sin dejar que las lágrimas me abandonen, no las puedo detener.

Comienzan a salir los médicos y uno se detiene en frente mío.

— La paciente se encuentra estable por el momento. Casi muere pues había perdido mucha sangre y su ritmo cardíaco era muy débil. Un poco más de tiempo y no vive para contarlo. Por ahora solo le puedo decir que está anestesiada y estable. No puedo asegurarle cuando valla a despertar porque el golpe que recibió fue muy fuerte. Aún tenemos que hacerle análisis y cualquier novedad le informaremos. — sonríe débilmente y se aleja de mí.

Suspiro al saber que se encuentra estable.
Entro desesperada a su habitación. La observo con detenimiento haciendo énfasis en su vendaje.

A pesar de que no corre peligro, mis lágrimas continúan saliendo, no obstante, no puedo evitar secarlas cuando siento la puerta abrirse.

—Nos vemos de nuevo, señorita Alba. — vocifera el jefe de policía.

—Si desea saber algo, déjeme decirle que no tengo ningún tipo de información porque cuando llegue a la casa ya estaba tirada en el suelo. — expreso con cierta molestia en la voz.

—Tengo entendido eso, sin embargo, hay más preguntas. Claramente pudo haber tenido algún tipo de plan para no verse vinculada directamente. — enarca una de sus cejas.

—¿Usted es tan estúpido como para creer que yo he hecho algo así a la mujer que me dio la vida? ¿Sabe de qué me está acusando oficial? De intento de asesinato a mi madre. —  resolló con rapidez, intensificando el tono en las últimas palabras con un claro tono de molestia.

—Yo no la he acus...

—Sí, me está acusando de algo que ni siquiera tiene concordancia. Mi mamá en estos momentos está tirada en una cama recuperándose del accidente y usted viene aquí a reclamarme. Tenga la decencia de preguntar tan siquiera como está, aunque no hace falta. — ataco dejando notar mi aspereza—  No me encuentro bien en estos momentos, he pasado por un mal momento y no creo poder responder ninguna de sus preguntas. Si quiere interrogarme puede enviar una solicitud.

— Como prefiera. — supiera con cierto enojo, pero no discute. Da la vuelta y sale por la misma puerta por la que ha entrado.
Quiero pensar que se cayó sin ningún existir algún intento de asesinato, pero si la policía viene hasta el hospital es porque así es.

Aunque no quiera pensarlo, solo viaja una persona por mi cabeza, él.

                    __________

La noche transcurrió tranquila hasta el amanecer. Ella no despierta, yo no me alejo de su lado y aunque el sueño ya se hace presente, intento no ser vencida.

— Alba. — siento una suave voz, volteo mi rostro hasta donde proviene.

—¿Qué haces aquí?

— Vengo en son de paz. Te traje un café y una hamburguesa, sé que te gusta. — camina hasta quedar enfrente de mí.

— Gracias, pero no necesito nada de ti. Estoy bien.

— Alba, deja tu orgullo, lo necesitas. — mueve sus manos hacia adelante incitando a tomar lo que sostiene.

Rendida por el dolor que siento en el estómago producido por el hambre, lo tomo con cierta molestia. Odio admitir que tiene entera razón.

— Gracias.

Doy un pequeño sorbo de café y comienzo a devorar la deliciosa hamburguesa. Joder sí que tengo hambre.

Se acomoda en uno de los asientos de la habitación y me mira de una manera indescifrable.

— ¿Sabes si fue el quien hizo esto? — decide preguntar una vez termino de alimentarme.

— No estoy segura, pero por las cosas que han estado sucediendo en el pueblo, pienso que sí. — suspiro con un extraño pesar.

— ¿Existe otra persona que le tenga rencor a tu madre?

— No creo, pero hace un tiempo tu padre fue a hacerme ciertas preguntas a mi casa y en cuanto hablaron a solas, ella lloró. No sé de qué trataba la conversación, pero era algo de su pasado el cual incluye a tu padre.

— No creo que ella tenga relación con mi padre, pero con el tío Albert sí.

— ¿Tío Albert? — abro mis ojos de par en
par al no haberme dado cuenta de semejante dato.

—Albert es mi tío. Es imposible que no te hayas dado cuenta. — rodea sus ojos, demuestra la obviedad de lo que acaba de decir— No creo que leyeras toda la información que te di, por lo que te voy a decir algo. Tu madre era la novia de Albert cuando tenían nuestra edad y en ese tiempo mi tío había cometido graves delitos. Él es un asesino, mató a 7 personas y tu madre iba a ser la octava víctima si mi padre no hubiera interferido esa noche.

— No sabía...— hablo anonadada por la información que acabo de recibir.

— Debes de saber que era esquizofrénico y por si no lo sabes, la esquizofrenia es la enfermedad que se caracteriza por pensamientos o experiencias que parecen estar desconectados de la realidad, habla o comportamiento desorganizado. Normalmente no se nota a simple vista pues es algo que se desarrolla en crisis temporales. En los momentos de crisis olvidaba todo lo que hacía.

— Eso quiere decir que asesinaba a las personas cuando tenía crisis.
Ahora lo comprendo todo.

— De esa enfermedad se saben pocas cosas y cada persona que pasa por ella, termina sin conciencia o razón. Además, cabe recalcar que no en todas las personas es igual.

Nota:
Estos capítulos que se acercan ahora son bastante decisivos pues esta novela no la pienso alargar tanto.

Espero que lo disfruten :)

Disculpen por la demora :'(

Recuerden buscarme en Instagram como Iambell07, estaré subiendo contenido de la historia.

El Alba de la oscuridad. [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora