Durante una reunión de comandantes, Thatch muestra sin querer lo que puede hacer su compra que sus hermanos consideraron como basura que resulto ser un objeto misterioso que resulta ser capaz de proyectar eventos que los deja con muchas preguntas.
—Está roto—. Dice Namur al examinar los extremos de las piezas rotas.
—Quisas no sean necesarias—. Dice Vista mientras le pasa cualquier ficha y con sus hermanos suplicando desde atrás esperan que un video se carga, pero pasaron los minutos y no pasaba nada.
Vieron a Marco fruncir el ceño y a Izo suspira de decepción, en cuanto Thatch estaba en sus sentidos, pero se desplomó en la mesa mientras se deprimía, haciendo que el impacto de su cuerpo hiciera que la cajita saltara unos milímetros para después algunos engranajes empezaran a moverse lo que llamo la atención de todos.
Vieron con mucha atención, fue cuando la parte de la cajita se abrió como una puerta y de ella salió una cosita pequeña que dio un gran bostezo, lo que confundió a muchos, algunos se sobaron los ojos por si las dudas.
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—¿Una ranita?—. Murmura Izo mientras veía a la cosita dar vueltas a la caja que todos supusieron que era su casa por las caras que hacía ante los obvios daños.
La cosita cargó las piezas rotas y las ponía en su sitio, pero no se mantuvieron, lo que desanimo a muchos, nuevamente lo intento pensando que tendría el mismo resultado, pero para la sorpresa de todos empezó a golpear con su hoja de trébol con mucha intensidad.
—Sé que estás enojada, pero eso no dará resultado—. Intento apaciguar Thatch mientras la alejaba de la caja y la ponía en el lugar de bocadillos que cuando estaba a punto de llorar se distrajo y empezó a comer.
—¡Lo reparo!—. Grita Haruta mientras examinaba la pieza que la cosita había puesto y se mantenía en su lugar.
—Así que tu compra venía con su propio reparador—. Comento Rakuyo mientras veía a la cosita como se estampaba varios de los bocadillos que Thatch había traído.
—Mira falta una pieza—. Dice Curiel mientas la coge y la pone en frente de la cajita, lamentablemente no tomo en cuenta que la cosita quería seguir comiendo y que al interrumpirla estallaría en un mar de lágrimas.
—Bien hecho—. Dice sarcásticamente Izo mientras le devolvía el bocadillo que había elegido. —El malvado de mi hermano no te dejo comer, es muy malo—. Dice mientras la cosita asiente y se abrasa al kimono.
—¡Es ta tierna!—. Dice Haruta mientras veía con mucha curiosidad a la cosita.
—No parece un Tontatta—. Comenta Marco igual de curioso.
—Los Tontatta son unas criaturas muy pequeñas, pero no tanto, además no veo ninguna cola peluda y nariz puntiaguda—. Agrega Haruta lo que dio más curiosidad de qué raza es la cosita.
—Tampoco tiene la fuerza de uno, si no curiel no hubiera salido ileso por como la hizo enojar—. Se burló Namur. Eso no quito la duda sobre la raza de la cosita.
—Te daré todo este Mochis, si reparas la cajita—. Ofreció Thatch un mochi al cual la cosita comió y le brillaron los ojos y disgusto con mucho ánimo.
