LABIOS COLOR SANGRE (+18)

VII

El dulce príncipe corría por los pasillos del Reino sin encontrar al vampiro, la idea de que quizá ya se había ido rondaba por su cabeza, pero era difícil de aceptar, antes de lograr rendirse entro por un nuevo pasillo y lo encontró

Unos metros adelante estaba Marshall, pero no estaba solo; el príncipe Flama se encontraba abrazándolo, una escena detestable

El príncipe flama se sorprendió de ver al dulce príncipe, la diferencia de edad de ambos era extremadamente incomparable y por esto él era su ídolo

—¿Marshall? —aquella frase resonó en el pasillo

El vampiro quien no se percataba de nada se reincorporó y observó al dulce príncipe

—sabes, Marshall no se siente muy bien, quizá deberíamos llevarlo a la enferme...

Sin previo aviso, Gumball tomo del brazo a Marshall y con gran fuerza lo arrastró por los pasillos dejando al príncipe flama atrás

De un golpe, Gumball pudo entrar a una habitación retirada del reino y de manera brusca arrojó a Marshall a la cama de invitados mientras aseguraba la puerta

Sin esperar un segundo más, Gumball empezó a besar a Marshall de manera salvaje mientras lo desvestía

Marshall solo permanecía en silencio mientras aceptaba y cooperaba con los actos

El dulce príncipe mordía cada parte del pálido cuerpo de Marshall con una brutalidad inimaginable, pero aquellas agresiones no hacían eco en un cuerpo que curaba todo en menos de un segundo

El cuerpo de Gumball ardía y el frío cuerpo de Marshall le hacía estremecer, las caricias y besos en todo el cuerpo no se detenían, se frotaban de una manera intensa, ambos necesitaban del otro

—hazlo ya... Te quiero dentro de mí —ordeno el dulce príncipe mientras hacía resaltar su erección

Sin obtener respuesta, el frío miembro de Marshall entro con presión haciendo jadear al príncipe

Una vez más esta sensación de adrenalina y realidad se apoderaba de Gumball

Pero algo era diferente, algo se sentía de manera inusual

Después de tantos actos por fin miro el rostro de Marshall sobre él y apartando un poco de su cabello lo notó

Al principio dos gotas cayeron sobre su rostro, pero estás comenzaron a aumentar, aquellos ojos de un carmín intenso estaban llenos de lágrimas

¿Por qué? ¿Acaso esto era ocasionado por mí?

Un vuelvo en el corazón hizo que Gumball deslizara su mano sobre el terso rostro de aquel vampiro roto y lo sellará con un beso

No hizo falta decir ni una sola palabra, Marshall rompió en llanto frente a su único amor

El príncipe abrazo con fuerza el torso de Marshall mientras este solo se desahogaba con su cuerpo, ambos sabían la única razón por la que desde el principio permanecían juntos, los dos eran niños dañados obligados a comportarse como adultos

···

—¿te sientes mejor? —pregunto con un poco de lástima Gumball mientras se colocaba sus ropas

—sí...yo en realidad...no sé que fue lo que me pasó —respondió Marshall a un costado de la cama sin verle a los ojos

Gumball se acercó a él y lo tomo del rostro acercándolo al suyo

—estoy contigo y eso es más que suficiente —termino por decir y nuevamente lo marco con un pequeño beso

—eres un narcisista — dijo con el rostro enrojecido Marshall haciendo reír al Dulce príncipe

—¿estás listo para el baile?—pregunto inesperadamente Gumball 

Después de unos minutos y una limpieza rápida, ambos salieron hacia el evento que aún no terminaba, ya que este sería cerrado con un gran baile 

Ambos príncipes llegaron al salón y parecía que los demás no les había importado su ausencia 

La música del lugar era tranquila y los príncipes invitados ya tenían a su acompañante para el vals, Gumball sabía que a Marshall no le agradaba bailar frente a las personas y él lo entendía por lo que desde un nuevo asiento observaba a los demás

—Marshall, donde estabas? Ya es casi hora de tocar —dijo el joven príncipe flama junto al príncipe grumoso

Gumball miro a Marshall con un poco de confusión 

—olvide decirte que el príncipe Desayuno me pidió tocar esta noche, lo siento —dijo Marshall un poco desanimado 

—no te preocupes, me gusta escucharte tocar y estaré aquí para cuando termines —contesto Gumball con una sonrisa suave 

—vale, no tardó —termino Marshall con una gran sonrisa 

Marshall subió al pequeño escenario donde ya estaban sus instrumentos musicales y sosteniendo su bajo frente al micrófono comenzaron a tocar 

El ritmo hizo que el público comenzará a bailar al compás y una voz profunda entonó:

Te vi bailando en una habitación llena de gente
Te ves tan feliz cuando no estoy contigo
Pero luego me viste y te sorprendiste
Una lágrima iba cayendo de tus ojos

No sé por qué huyo
Te haré llorar cuando me vaya

Podrías haberme preguntado por qué rompí tu corazón
Podrías haberme dicho que te estabas derrumbando
Pero pasaste junto a mí como si yo no estuviera ahí
Y solo fingiste que no te importaba

No sé por qué huyo
Te haré llorar cuando me vaya

Acéptame de nuevo porque quiero quedarme
Guarda tus lágrimas para otro día

Así que te hice pensar que siempre me quedaría
Dije algunas cosas que nunca debí haber dicho
Sí, rompí tu corazón como alguien lo hizo con el mío
Y ahora no me amarás por segunda vez

No sé por qué huyo, oh, chico
Dije que te haré llorar cuando me vaya

Acéptame de nuevo porque quiero quedarme
Me doy cuenta de que es demasiado tarde
Y te mereces a alguien mejor
Guarda tus lágrimas para otro día...

Guamball observaba de manera presida cada palabra, la canción era hermosa y demasiado personal

Marshall terminó de tocar y se dirigió a Gumball, pero al llegar notó aquella tristeza en su rostro sin siquiera detenerse lo abrazo frente a todos, quienes los miraban con asombro

—vamos a bailar —propuso Marshall mientras tomaba de la cintura a Gumball y lo llevaba hacia la pista 

—¿De qué hablas?—antes de poder resistirse, ambos se encontraban en medio del lugar 

Gumball sentía la presión de las miradas ajenas, pero Marshall le hacía olvidarlo, ahora solo eran ellos dos y nadie más 

Después de tantas décadas de soledad, por fin sentían aquella calidez perdida y no la dejarían ir tan fácilmente 

...

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