Rodrigo tiene un pequeño secreto, y tras un divorcio de sus papás se tiene que mudar a Buenos Aires, y en la gran ciudad se pierde por buscar una tienda, y conoce a un apuesto chico
-Niño, ¿Por qué lloras? ¿Estás perdido?
𝘈𝘷𝘪𝘴𝘰:
𝖤𝗌 𝗌𝗈𝗅𝗈...
―No te sigas quejando, al menos en está escuela no hay uniforme.
Rodrigo miro la ventana, y se puso sus auriculares con cancelación de ruidos, estaba sonando "cardigan" Su canción favorita, aunque lloraba con una parte de la canción.
Mientras sonaba la canción Rodrigo miraba por la ventana la ciudad de Buenos Aires, de noche se veía mejor, pero no podía negar que se miraba hermosa, pero también lo asustaba, por la ansiedad que le daba que fuera grande,y que no conocía ni una pisca de la cuidad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin darse cuenta ya había llegado, esto lo asustaba, y empezaba a imaginar vários escenarios desafortunados que podían pasar ahí Respiro profundo y se despidió de su mamá
―Adiós mamá.-en realidad, el le decía mami pero en la escuela quedaría ridículo.
―¡Adiós hijito lindo! ¡Cuídateee! Y ¡recuerda comerte toda tu comidita! ¡Te quiero muchooo!
―¡Mamá!—Rodrigo se fue rápidamente avergonzado, esperaba que nadie fuera a escuchar eso tan vergonzoso, se puso otra vez sus audífonos
Pero había un problema, era nuevo acá y no conocía a nadie, o eso pensaba
Alguien lo jaló del brazo
―¡Rodrigo!
El nombrado se quitó los audífonos extrañado
―¡¿Tomás?!—Dije sorprendido, estaba con una sonrisa, no podía creer que Tomás estaba ahí mismo
―¡El mismo!
―¿Cuánto tiempo Tomiii!
Los dos enanos de abrazaron, ellos eran amigos en su antigua y pequeña ciudad donde vivían, eran mejores amigos más bien
―Estás muy cambiado amigo
―Vos también cambiaste mucho, estás más alto, bueno no tanto, seguís siendo enano
―Exclamó el enano
Tomás se había ido de esa ciudad primero, cuando tenían 13 años, y Tomás 14, ahora se vuelven a ver ya que tiene Rodrigo tiene 16 y Tomás 17
―Sí bueno, ¿Que haces por acá? Pensé que te habías ido a otra ciudad
―Siempre he estado acá, ¿Vos por qué viniste hasta ahora?
―Bueno, fue por papá... Ya sabés, es complicado vivir con él, y... No conozco nada, esto me agobia.
―Uh amigo, no te preocupes, yo ahora te voy a cuidar como si fueras mi hermanito—dijo el morocho para abrazarlo y restregarle el pelo cariñosamente
―Gracias Tomi, me ayudaría mucho si me enseñarás la escuela
―Obvio que puedo, ¡Vamoos!
Tomás guío a Rodrigo a la escuela, tenían una pequeña biblioteca que estaba un poco mala, ya que unas estanterías se estaban cayendo, fuera de eso estaba buena. Luego el comedor que estaba más o menos, ignorando que las mesas estaban medias rotas, y que todo estaba descolorido "Deberían de pintar esto y arreglar el comedor" pensó Rodrigo Por último enseño algunos salones
―Dónde tocas?
―Ehm... No sé
―Supongo que vas como por segundo de secundaria?—Pregunto Tomás, Rodrigo pensó un momento y asintió—entonces tocas al lado mío, creo, ¡Vamos!
Tomás guío a Rodrigo a unos grados que eran de 2do de secundaria
―Soy del "A", mi mamá me puso ahí.
―¿En serio? ¡Yo también toco ahí!
―Seremos compañeros
―Sip.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rodrigo se sentó en su asiento, al rededor había mucha gente con las que no quería convivir
Empezo a sentir ansiedad porque sabe que tenía que presentarse con toda la clase.
Se removió de su lugar dejando caer sus manos sobre su frente frustrado, empezó a intentar hacer un pequeño diálogo en su cuadernillo para cosas tontas.
"Hola, soy Rodrigo Carrera y..."
No supo que más poner, la tensión lo mataría ahí mismo, sentía su respiración irse de sus fosas nasales por las ideas que se le cruzaban, tan irreales, dónde humillaba al castaño por su complexión física
Sin darse cuenta sonó la campana, y llegó la profesora
―Buenos días niños— dijo la profesora llegando y sentándose en su asiento. Se arregló el pelo y se preparó para dar una pequeña charla.
Rodrigo quería desaparecer, porque sabía que la profesora iba a obligarlo a pasar al frente y decirle que se tiene que presentar
―Y decirles, tenemos un nuevo compañerito.
Rodrigo murió ahí mismo, ocultó su cara con sus manos, se había puesto tan rojo de la vergüenza que le daba.
―Por favor, pasa al frente.
Rodrigo sintió su corazón latir fuertemente, se levantó y una gran corriente de electricidad lo lleno por completo, su piel se erizo y de repente sentía frío de los nervios, podía jurar que se había puesto palido, sentía miradas comiéndole la nuca
―Amm... Hola...- sentía tantos nervios, volteó a ver a todas partes buscando a Tomás quién le dió una sonrisa y levanto su pulgar dándole ánimos.
―Me llamo Rodrigo... Y..-
Rodrigo iba a decir otras palabras pero una niña hablo
"Rodrigo? Pensé que eras mujer."
Rodrigo sintió tantas ganas de llorar, y tanta ansiedad junta que sus piernas empezaron a temblar y agachó la mirada.
―N-no lo soy... Me llamo Rodrigo Ezequiel Carrera, vengo de bahía blanca.
"No eres mujer? Te ves así, de seguro estás mintiendo." Hablo otro chico que no conocía
Tomás salto a defender a su amigo con enojo
―¿Podrían callarse? Estúpidos, él es hombre, dejen que terminé.
―Tengo dieciséis, y ya... Gracias...
Dos personas aplaudieron, Rodrigo volteó a ver a Tomás quién le estaba aplaudiendo, pero también había otra.
"¿Ese era el chico de aquél día?"
Quedó viéndolo por un momento, rápidamente se fué a su asiento