Rodrigo tiene un pequeño secreto, y tras un divorcio de sus papás se tiene que mudar a Buenos Aires, y en la gran ciudad se pierde por buscar una tienda, y conoce a un apuesto chico
-Niño, ¿Por qué lloras? ¿Estás perdido?
𝘈𝘷𝘪𝘴𝘰:
𝖤𝗌 𝗌𝗈𝗅𝗈...
Habían pasado 3 días de entrenamiento, Rodrigo estaba preocupado. Iván entrenaba día y noche sin parar, algunas veces iba al gym donde iba Iván, supo su ubicación porque Tomás le dió su número, e Iván le dijo a cual gym iba
Rodrigo iba para darle energizantes y ver como estaba, algunas veces le aconsejaba que no se sobreexplotara tanto, y logró que Iván tomará descansos de una hora, en esos 3 días Rodrigo e Iván hablaban mucho, también se conocían un poco más.
―Mañana es la competición―Iván hablo tomando de la monster que Rodrigo le dió
―Se que vas a ganar, ¡Te estaré apoyando desde arribita!―Rodrigo sonrió e Iván puso una mano en su hombro, sonriendo por el gesto del castaño, a veces Iván pensaba en lo tierno que era Rodrigo
―Bien, porque eres el mejor porrista que puede haber―Iván sonrió, Rodrigo lo miro nervioso, pero después soltó una risita
―Y tu eres el mejor jugador
Iván y Rodrigo se habían hecho muy amigos, aunque en el fondo de Rodrigo, no sabía porque quería tanto a Iván, diría que no lo quería, lo amaba mucho.
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Era el día de la competencia, Rodrigo se había vestido muy formal, y por si las dudas llevaba su binder. Estaba muy emocionado de este día
―Hijo, vas muy lindo.
―Es que hoy es el gran día mami—Rodrigo sonrió y su mamá lo miro feliz
―¿En el que consigues novio? ¡Hijo me alegro mucho!
―¡Mamaá! ¡No voy a conseguir novio! Todavía... ¡Hoy es el día de una competencia muy grande en la escuela!
―Oh, yo si quería un nuero—Rodrigo río y rodo los ojos, le daba mucha gracia su mamá. Miró la hora, se le iba a hacer tarde, hoy prácticamente no tendría clases por la competencia
―Mami, ya me voy. Se me hace tarde
―Está bien hijito, llámame si pasa algo, si van Germán o Tomás les diré que te cuiden
―¡Mamá, no soy un nene!
―Para mí siempre lo serás ―Su mamá lo abrazo―Cuídate
―Adiós, te quiero—Rodrigo salió corriendo hacía el lugar
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