Vladmir

1 0 0
                                    

Hace siglos, en las sombras más profundas de Europa, existía un vampiro antiguo conocido como Vladmir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace siglos, en las sombras más profundas de Europa, existía un vampiro antiguo conocido como Vladmir. Durante innumerables noches, había vagado por el mundo en busca de sangre fresca. Vladmir, con su piel pálida y cabello oscuro, era un ser inmortal que había acumulado conocimientos y poderes a lo largo de los siglos. Pero su sed de sangre nunca se saciaba.

En la ciudad de Transilvania, Vladmir encontró un lugar en el que se sintió atraído. Había una joven hermosa y vulnerable llamada Eliza, cuya sangre parecía particularmente irresistible. Desde las sombras, Vladmir la observaba mientras caminaba sola por las calles nocturnas. Sus ojos centelleaban con anticipación y su corazón latía con fuerza. Se acercó a ella con sigilo una noche y, con un susurro suave, la atrajo hacia él.

Eliza, hipnotizada por la mirada de Vladmir, se acercó sin resistencia. Sin embargo, antes de que él pudiera hincar sus colmillos en su cuello, un misterioso collar que llevaba alrededor de su cuello comenzó a brillar intensamente. Vladmir retrocedió, sorprendido. Eliza aprovechó la oportunidad para huir, corriendo hacia la seguridad de su hogar.

La joven buscó refugio en la iglesia local, donde el sacerdote le explicó que el collar que llevaba era un antiguo amuleto de protección contra vampiros. Vladmir no podía entrar en terreno sagrado, y el amuleto había activado su poder en el momento crucial. La Iglesia prometió proteger a Eliza, y ella vivió allí durante semanas.

Vladmir, furioso y decidido a saciar su sed, comenzó a acechar la iglesia, esperando a que Eliza cometiera un error. Pero los días se convirtieron en semanas, y su paciencia se desgastó. Finalmente, decidió recurrir a la astucia y hacerse pasar por un devoto seguidor de la fe. Se acercó a la iglesia con un crucifijo en la mano y un rosario alrededor del cuello, sabía que no podria estar tanto tiempo en suelo sagrado ya que su vida se consumiría al momento de poner un pie dentro de la iglesia.

Cuando entró en la iglesia, se arrodilló frente al altar, murmurando oraciones en latín, su carne empezaba a hervir lentamente, pero tenía en mente su objetivo. Eliza, que estaba en la parte trasera de la iglesia, lo observó con precaución. Pero, cuando Vladmir intentó acercarse, el amuleto volvió a brillar, haciendo que Vladmir revelara su verdadera naturaleza. Los fieles en la iglesia gritaron y el sacerdote blandió un cáliz lleno de agua bendita.

Vladmir gritó de agonía mientras el agua bendita tocaba su piel. Luchó por escapar, pero la fe de aquellos que lo rodeaban era poderosa. Finalmente, con un grito aterrador, desapareció en una nube de humo y cenizas.

Eliza estaba a salvo, pero la memoria de ese encuentro la persiguió por el resto de sus días. Sabía que Vladmir, el vampiro antiguo, aún podría regresar en el futuro. Y así, mientras se arrodillaba ante el altar, rogaba por su eterna protección, sabía que el la estaría esperando eternamente en algún rincón entre las sombras del mundo.

-Harold R. Watts

Pequeños Cuentos Marchitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora