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La princesa en el norte

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La princesa en el norte

El frío viento del norte resoplaba en su rostro, moviendo algunos de sus mechones negros. Sus manos ocultas bajo unos guantes temblaban y sus dientes no paraban de chocarse por el frío. Estaba segura de que hasta los caballos del carruaje morían de frío. No tenía ni idea de cuántos días había estado en el carruaje desde Puerto Blanco, pero sabía que estaba cerca de llegar a Winterfell por el olor a comida y ruido.

Mientras observaba la interminable nieve desde la ventana, no podía evitar comparar con la calidez de Lanza del sol. Eran paisajes muy hermosos, pero tan distintos a los de su hogar. El sol siempre estaba oculto y el cielo siempre parecía estar gris. Que diferencia al potente sol naranja que iluminaba cada rincón de su hogar. 

Cerraba los ojos pensando en cómo lograría convivir con una familia de traidores. ¿Cómo compartiría la mesa con aquellos que habían traicionado a su familia?  Aun no le terminaba de agradar la idea de comprometerse con el bastardo de Eddard Stark. Lara merecía más que eso. Ella merecía a alguien digno de su posición, pues cuando los Targaryen recuperaran el trono su linaje reinaría. 

Abrió los ojos y encontró la mirada de su Obara Sand, su prima y compañera de viaje. La hija mayor del príncipe Oberyn Martell y su amante Ellaria Sand.  Ella había tratado de impedir ese viaje, pues también creía que los Starks matarían a Lara en cualquier momento.  

—¿Cómo te sientes? — le preguntó Obara con una sonrisa triste. Sus oscuros ojos negros no podían esconder sus verdaderos sentimientos. 

El corazón de Lara padecía al ver el entristecido rostro de una mujer que parecía nunca quebrarse. Su prima desde niña siempre había sido menos femenina que el resto de las damas de Dorne, había preferido el entrenar antes de aprender a bordar. Empezó a practicar las artes de defensa con el fin de convertirse en una gran guerrera, mientras las demás buscaban lindos vestidos. No estaba peleada con la feminidad, pero al ser una mujer tan ruda, jamás la imaginó que podía llegar a ser sentimental. 

—Estoy un poco inquieta. —Confesó Lara, su aliento era visible en el aire. — Este viaje tan repentino me ha tomado por sorpresa. Me irrita demasiado que papá haya decidido a los Starks como posibles aliados. — dijo con descontento observando a su prima. 

—Yo también me lo cuestiono Rhaenys— Lara la interrumpió poniéndole el dedo meñique en la boca para impedir que siguiera hablando. 

—No vuelvas a llamarme así, por favor. Ningún lugar es seguro. —Advirtió Lara, quitó su dedo y cruzó los brazos. Un escalofrió por el frio y el temor recorrió su cuerpo. —Estaría muerta si alguno de estos norteños traidores descubriera ese secreto. 

obara asintió comprendiendo la gravedad de la situación.

—Lo siento Lara. — Obara se mordió el labio, molesta. —Creí que aquí podríamos hablar un poco más libres antes de llegar a la fortaleza de los traidores. 

Dragon serpent- Juego de tronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora