𝑇𝒉𝒓𝒆𝒆!

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Cuando llege al cuarto no pasaron más de un par de segundos cuando la puerta se abrió y Nico paso por ella

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Cuando llege al cuarto no pasaron más de un par de segundos cuando la puerta se abrió y Nico paso por ella. Dioses, te doy las gracias madre por poner a este hombre tan atractivo frente a mi.

— ¿Para que le soy util, señor Di Angelo?—Le pregunte caminado hasta el.

—Para muchas cosas, Juno Volkov.

Volkova, Nico. No le sabes al ruso mi amado.

Ambos buscamos los labios del contrario como si hubiéramos pensado exactamente lo mismo, sentí las manos de Nico posarse en mi cintura y las mías se posicionaron sobre sus mejillas para atraerlo hacia mi rostro. Podía sentir la necesidad de ambos y él deseó que latente de estar lo más anatómicamente cerca del otro, sus labios se movieron sobre los mios intensamente  y yo le correspondí con la misma intensidad. Mi mente quedó en blanco.

Nico me empujo haciéndome entrar en el cuarto y cerró la puerta tras el. Le ayude a quitarse su chaqueta la cual cayó en alguna parte del piso sin resivir demaciada atención.

Nos separamos por la falta de aire, ambos con la respiración agitada y entrecortada. Lo escuché jadear en búsqueda de oxígeno, me atrajo hacia él haciendo que mi abdomen se pegará por completo al suyo y se inclinó hacia mí para morder mi cuello, haciéndome soltar un gemido de dolor seguido de una inmediata pulsación de placer que me recorrió todo el cuerpo. Sentí como me empujaba haciéndome caer en la cama y sin dejar mucho tiempo de espera se posiciono conmigo para seguir besándonos.

—Yo no te recordaba tan pasional, Nico—Bromee entre besos—No te recordaba mucho de todas formas pero estoy segura que no hubieras hecho esto hace un par de veranos ¿No?

—¿No te cansas de ser tan preguntona?—Me regaño amargo mientras seguía bastante interesado en recorer mi clavícula.

No debería excitarme que regañe, pero...

—Deberías tratarme mejor—Le regañe con falsa molestia, sinceramente queria otro regaño—¡Deberías sentirte privilegiado!

—Privilegiado por qué—Me reto.

—Te escogí a ti—El me miro confuso—De todas las personas atractivas en esta fiesta decidí que quería besarme contigo, siéntete halagado. Si no valoras lo suficientemente lo que hacemos podría bajar y buscar a otra persona.

Nico guardo silencio un segundo antes de soltar una sonora carcajada, yo nunca lo había escuchado reír.

Creo que me enamore.

—No vas a buscar otras persona, pequeña idiota—rio acercándose a mi, hasta que quedamos cara a cara a centímetros de distancia—Te lo prohíbo. Detesto compartir.

Maldito sinico.

—No eres más que un idiota con demaciada confianza—Lo rete, la verdad me tenia a sus pies y era incapaz de bajar a buscar a otra persona, lo quería a él, pero yo era una amante de fastidiar tanto como de coger, así que no me iba a rendir tan facil—Soy la niña de Afrodita ¿Lo olvidas? ¿Que te hace pensar que me importa lo que me prohibas? ¿Por qué te aceptaría por encima de cualquier otra persona?—Nico me miro indiferencia y alzó una ceja ante mi comentario.

Inhibitions |Nico di Ángelo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora