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Recogía mis últimas cosas mientras mi madre hablaba por teléfono con mi padrastro que dentro de unas horas conocería a él y a su hijo. Estas situaciones de conocer a los novios de mi madre ya lo había pasado desde pequeña. Incluso mi antiguo padrastro me caía súper bien, pero por temas de mi madre y de él se separaron.

Mi madre hablaba muy cómodamente con él mientras yo estaba bajando nuestras maletas, me metí al baño para acomodar un poco mi pelo ya que me lo llevaría con ondas.

Las horas pasaron y nuestro vuelo salí en dos horas, el taxi llego a nuestra casa, que está casa sería vendida. Yo al principio no estaba de acuerdo ya que esta casa me trae muchos recuerdos. Pero es mejor cambiar de casa y de nueva vida.

Pasaron cuarenta minutos y ya habíamos llegado al aeropuerto cosa que todas las personas ya estaban volviendo con sus familias, otras ya se iban, me hizo sentir muy sentimental por que también mi padre se fue y nos dejó.

Esta historia no suelo contarlo pero mis padres eran de muy bajos recursos, no tenían casi dinero para mis estudios y tuve que aprender desde casa, con ayuda de mi tío. Cuando cumplí los trece años me volví muy rebelde, esa época no tenía casi amigos cosa que tampoco me importaba, me corte el pelo como un chico pero ahora me lo he dejado crecer.

No vuelvo hacer ninguna estupidez.

Cuando el novio de mi madre se conocieron fue como una luz que iluminó a mi madre, ella le había contado toda la historia que había pasado, mi padre biológico nos abandonó por otra familia, y ahora él se encuentra en Tokio viviendo con su familia y sus hijos. Si, tiene dos hijos mayores, casi de misma edad.

Hubo unos años que mi padre me mandaba cartas perdonándose, diciendo que era lo peor, pero nunca contesté esas cartas. No quería volver a saber nada de él.

Entre un momento al baño para hacer mis necesidades por que después voy a estar jodiendole a mi madre diciéndole que quiero ir al baño. Termine y salí para lavarme las manos después de secármelas salí del baño y fui hacia los asientos para esperar nuestro vuelo.

Me quedaba fijamente mirando el gran ventanal que había en el aeropuerto viendo a los aviones que estaban aterrizando o algunos que ya se iban. Mi madre por otro lado hablaba con mi padrastro. Llevaban así desde casa.

Ya me estaba cayendo mal.

Después de unas horas nuestro vuelo ya estaba para embarcar, cogimos todas nuestras cosas para ir al avión, hicimos el chekyn para entrar, y dejar nuestras maletas.

Subimos al avión y estuvimos encontrando nuestros sitios hasta que los vimos y nos sentamos, Lis asientos en el respaldar tenían una pantalla para ver cuantas horas sería y ver alguna película si te apetecía.

HORAS DESPUÉS.

Las horas pasaban y yo estaba durmiendo, mi madre nos había tocado separadas cosa que me hizo enojar bastante por que la chica nos había dicho que iríamos juntas pero vino la azafata y dijo que era un error.

Lo dejé pasar y seguí viendo la película de niños, mis párpados se volvieron pesados hasta que me quede dormida, pero recordé que tenían maquillaje puesto, cogí toallas para desmaquillarme, empecé a quitarme toda la base, rímel sombras de todo. Termine y deje la toalla por ahí tirada en el suelo.

No me importaba por que se supone que aquí limpian entonces me da igual si dejaba basura donde no debía.

Ya se estaba haciendo de tarde y quedaban veinte minutos para llegar.

Por fin habíamos aterrizado ya nos había dicho desde por la cosa esa que dicen para que los pasajeros sepan que ya estamos llegando etc.

—Hija, dentro de unos minutos nos vendrá a recoger el chofer de Richard—dijo mi madre cogiendo su mochila y su móvil.

Mi hermanastro || Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora