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Era sábado por la tarde, día que no te apetece hacer nada, solo ver películas hasta tarde mientras comes algo de snacks, Tom por otro lado habíamos hablado más, algunas veces salíamos a dar una vuelta.

Incluso esta semana me llevo al cine a ver una película de terror, y bien le había dicho que las odio, tuve que estar cogiéndole del brazo a Tom por cada susto que me daba.

Ahora mismo leía unos de los libros que me había comprado en una librería cerca de casa, mi madre y richard, se habían ido de luna de miel. Si, hace unas semanas se habían casado entonces su viaje de luna de miel duraba dos semanas como máximo.

Significa que estaré con Tom, cosa que no me parece bien, ya que él lleva días viniendo con amigos y con chicas también, oír por las madrugadas los gemidos me daban asco.

Esta semana no he querido dormir en mi habitación por que la habitación de Tom queda al lado, entonces me vine a dormir en la habitación donde duerme mi madre y mi padrastro.

Ellos siempre me decían que si quería dormir en su habitación que podía que no había ningún problema, entonces eso he estado haciendo, estos días.

El entrenamiento me ha ido de maravilla ya tengo dos copas ganadas a la mejor defensa, el chico que había conocido ahí mismo me sigo hablando con el, algunas veces lo traía a casa para hablar o para comer.

Me acuerdo que Tom me sacó de mi habitación estando el presente diciéndome que por que había venido, y por que estos a solas con el. Esa noche le dije que él sí que podía estar con chicas en su habitación y yo no, eso le enojo bastante y ahora casi no nos hablamos.

El la verdad ha sido muy protector conmigo y eso no me gusta de la gente, a veces me espía a cualquier lugar donde vaya. Me tiene que llevar aquí me tiene que llevar allá, tengo que ir a los sitios acompañada de él.

—Claro mama no te preocupes, si, está bien, adiós—colgué la llamada mientras seguía guardando mi ropa en el armario, que llevaba cinco días y todavía no lo había arreglado.

—¿Tom, podrías bajar la música?—dije entrando a su habitación y viendo que su habitación estaba hecha un asco, había comida regada por el suelo, botellas de alcohol por ahí, paquetes de condones por encimera de su tocador, Dios este hombre.

—No eres nadie para decirme que hacer, ahora vete, solo eres una hermanastra fastidiosa que tengo—lo mire y mis ojos se cristalizaron, cerré su puerta y fui hacia mi habitación tirando la puerta de un portazo.

Eran las once de la noche, y solo se escuchaba los grillos a fuera de casa, Tom había salido a una fiesta, y yo me había quedado en casa mientras veía mi teléfono, la cena, ya había cenado claro, las sirvientas me hicieron de cenar y después se fueron a sus casas ya que no vienen aquí.

¿Raro, no?

Mis párpados estaban siendo ya pesados entonces me acomodé en una posición para dormir mejor, hasta que me quede dormida profundamente.

01:09 am —

Me desperté por el ruido de mi móvil siendo soñado en la mesita de noche, alargue mi abrazo y lo cogí sabiendo que era un número desconocido y no que tendría que contestar.

—¿Diga?—dije con mi voz de recién despertada. —Hola soy amigo de Tom, ¿podrías venir? Esta súper mal y a bebido demasiado y no puede levantarse, dispongo que eres su hermanastra ya que nos había hablado de ti.

—Si, soy yo, dame la ubicación y estoy ahí—dije colocándome los tennis, la ubicación no tardo en llegarme y vi que estaban en un bar cerca de casa.

Mi hermanastro || Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora