AMOR EN UNA MIRADA

VI - T15 C17 - LA FALACIA DEL JUGADOR - CUIDARTE

Me sentía agobiada y agotada desde lo que pasó con Lewis.
Comencé la terapia y me corté el pelo, quería hacer todo lo que estuviera en mis manos para olvidarme de él.
Trataba de seguir adelante luego de que el Capitán decidió retirarse y la estación quedó a mi cargo.

Llegué por la mañana y como había sido costumbre últimamente, todos ya estaban aquí, excepto Amanda.
Andaba muy rara y todos ya lo habíamos notado, pero ella juraba que nada malo le pasaba.
Hacía algo de papeleo en mi oficina cuando vi a través de la ventana a esa rubia acomodando sus cosas en su silla.
Salí de mi oficina y miré a todos.
- Amanda, podríamos hablar?
Entré de nuevo y escuché sus pasos detrás mío y luego la puerta cerrarse.
- Sargento, lamento mucho haber llegado tarde, de verdad..
- Amanda, ya te dije que no es necesario que me llames así y... Solo quiero saber que esta sucediendo.
Ella suspiró y dio unos cuantos pasos por mi oficina y al final se acercó más a mi.
- Todo esta bien, si?... Tu cómo haz estado?
A pesar de que sentí la sensación más hermosa del mundo porque ella se preocupa por mi, no ignoré el hecho de que ella evadió el tema.
Su mano tomó mi brazo con delicadeza y sentí un montón de mariposas por el estómago, me sentía como una estúpida adolescente enamorada...
- He estado bien, gracias.
Le sonreí con dulzura y ella me miraba de manera única con esos ojos azules tan preciosos.
No sé de dónde saqué el valor, pero me acerqué aún más y me incliné un poco hacía ella.
- Pero ahora me preocupas tu... Quiero saber cómo puedo ayudarte, porque odio verte así.
Ella parecía sorprendida por mis palabras.
Sus labios se abrieron un poco, pero luego volvió a cerrarlos.
Sus mejillas se volvieron rosas, lo cuál se le notaba mucho por su piel clara.
- Estoy.. Bien...
Por primera vez escuché que habló sin seguridad de lo que decía, como si estuviera nerviosa, lo que me puso nerviosa a mi.

Fin y yo comenzábamos a preocuparnos cada vez más por la situación de Amanda, ya que hace unos días, una víctima de violacion la identificó y le dijo desesperada que la dejara en paz.
Desde entonces, asuntos internos la tenía en la mira, por lo que ne sentía asustada.
Fin y yo revisabamos la cámara de seguridad de la calle de enfrente de la casa de la víctima... Y ambos quedamos igual de impresionados cuando vimos a Amanda ayudando al esposo de la víctima a entrar a su casa, muy ebrio.
Para nuestra mala suerte, asuntos internos fueron quienes nos mostraron la grabación, así que ellos estaban por arrestarla, pero detuve a Tucker antes de que se fuera.
- Por favor... Déjame hacer esto, ella es mi detective.
Aunque lo dudó al principio, dejó que Fin y yo fuéramos a arrestar a Amanda.

Fin la citó en un bar y ella se notaba asustada cuando nos vio a ambos ahí y con una mala cara.
- Qué sucede...?
Me acerqué a ella con tristeza, no quería hacer esto, pero era mejor a que si lo hacía asuntos internos.
- Creí que confiabas en mi...
Al decirlo, saqué las esposas de mi bolsillo.
Ella me miró y sus ojos se llenaron de lágrimas, se acercó más y me abrazó, lo cuál me partió el corazón.
- Yo confío en ti, te lo prometo... Pero no quería que conocieras este lado de mi, yo solo quería ser buena para ti.
Ahora yo también comenzaba a llorar un poco.
La abracé con más fuerza, no quería llevarla a prisión.
- Te prometo que te voy a cuidar, Amanda. Ahora irás a prisión, pero haré hasta lo imposible por sacarte pronto.
Nos separamos y ella me dejó esposarla.

La llevamos a Rikers, yo nunca me separé de ella en ningún momento.
- Fin, necesito que vayas por Frannie y la cuides en lo que Amanda esta aquí, yo estoy arreglando algunos asuntos para pagar su fianza.
Terminé la llamada y volví a mirarla, se veía tan apagada y avergonzada.
- Lamento que debas estar aquí...
Acaricié sus dedos que sujetaban las barras que nos separaban.
- Estoy aquí porque te dije que te cuidaría y así lo haré.
Ella recargó la cabeza en las barras y apretó mi mano.
- Yo no quería que me vieras así...
- Amanda, comprende, a mi no me importa tu pasado ni los errores que cometas, yo lo único que quiero es saber que estas bien.
Ella me miró con un brillo tan hermoso...
Nunca creí que esto pasaría, pero tenía unas ganas de besarla...
Me dio un poco de miedo eso, pero ahora no era el momento de sentirme así.

Cuando la fianza estuvo pagada y ella salió, lo primero que hizo fue abrazarme como si nuestras vidas dependieran de ello, y claro que eso no me molestó para nada.
- Gracias por todo, Liv...
Nos separamos y la acompañé al interrogatorio que tenía con asuntos internos.

Gracias al Teniente Murphy, quien también estaba involucrado, pero como policía en cubierto; ella no recibió ninguna condena grave, solo fue castigada con un mes tras el escritorio.
Sabía que eso sería difícil para ella, pero me sentía tranquila de que ella estuviera bien.
El Teniente Murphy salió de la sala donde firmaban unos papeles. Cuando terminaron, los de asuntos internos y Murphy salieron, pero Amanda no.
- Me dijo que quiere estar sola.
Me sentía triste de no poder verla, pero respetaría su espacio.
Cuando me di la vuelta para alejarme, sentí su abrazo detrás mío.
- Por favor, vayamos por un café o a donde sea, quiero estar contigo.
Mi corazón saltó de felicidad al escucharla decir eso.

Decidimos ir a mi apartamento, ella buscaba algo en la televisión que pudiéramos ver y yo preparaba algo rápido para comer.
Cuando veíamos la película "101 dalmatas" ella se veía mucho más feliz.
Yo acariciaba su pelo tan suave y hermoso.
- Me encantaría tener un perro de esa raza.
Reí un poco por su comentario.
- Le diré a Frannie que la quieres reemplazar.
Hizo una seña como si estuviera indignada y luego comenzamos a reír.
De pronto, las risas comenzaron a detenerse cuando notamos lo cerca que estaban nuestros rostros.
- Amanda...
Iba a decirle algo sobre la película, pero todo en mi mente desapareció cuando claramente vi como fijaba su mirada en mis labios.
- Gracias por ser la única persona que cree en mi...
Acarició mi rostro con amabilidad.
- Siempre lo haré, Amanda.
De nuevo esas ganas de besarla me invadieron la cabeza, pero en ese momento un fuerte ruido provocado por la película nos hizo brincar y no volvimos a experimentar tanta cercanía en toda la noche...