III - T14 C15 - AMBICIÓN MORTAL - DÉBIL

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Las mañanas de invierno eran heladas, así que decidí pasar por un café antes de llegar a la estación.
Mientras compraba, recordé la última vez que estuve con Rollins aquí y claramente recordé el café que pidió y que me mencionó que le gustaba mucho, así que le compré uno, supuse que le gustaría.

Llegando a la estación, me acerqué a su asiento y por alguna razón, mis mejillas comenzaban a ponerse rojas, y con mucha vergüenza le entregué el café.
- Oh... Muchas gracias!
Su sonrisa hizo que mis nervios se tranquilizaran un poco.
- No hay de qué...
Me sentí como una imbécil ahí parada, así que caminé a mi lugar y comencé a hacer reportes.

Amanda se notaba más callada de lo normal, no podía concentrarme en mi trabajo por notar eso, de pronto vi que se levantó a imprimir algo, así que la seguí disimuladamente.
- Oye... Estas..
- Estoy bien.
Me sorprendió su intensa respuesta, ya que yo aún ni siquiera había terminado de formular la pregunta.
Ella pareció notar mi confusa expresión, porque comenzó una risa nerviosa.
- Lo siento...
No sabía que más decir, al parecer ella no planeaba contarme nada y no iba a presionarla.
La impresora comenzó a hacer sonidos extraños y su hoja salió a medias, ella se molestó y comenzó a golpearla.
- Hey! Hey! Tranquila, solo es la tinta.
Me dio algo de ternura y risa su reacción.
Con delicadeza la hice a un lado y me arrodille frente a la impresora para agarrar tinta del cajón de abajo.
De la nada, sentí sus dedos acariciar mi pelo suavemente.
- Lo siento... Tenías una pequeña pelusa.
Mis mejillas ardían y me daba vergüenza que ella me viera así.
Me levanté y arreglé la impresora.
- Lista.
Le sonreí y ella imprimió lo que necesitaba.
- Te adoro Liv!
Luego de su agradecimiento, regresamos a sentarnos.

Cuando la noche cayó, regresé a mi apartamento, solo me encontraba viendo televisión y bebiendo vino, pero mi tranquilidad fue interrumpida por una llamada del Capitán.
"Liv, van a arrestar a Rollins, tienes que venir ya a su apartamento".
Mi corazón dejó de latir por un segundo, pero al siguiente ya estaba saliendo de mi apartamento.

Al llegar a su piso, su puerta estaba abierta y había muchos oficiales entrando y saliendo, pero yo fui directamente a ella en cuanto mis ojos la ubicaron.
- Estas bien? Qué pasó?
Ella se veía cansada y estresada, no la culpo.
- Cuando llegué, mi hermana estaba en el suelo, gritando, y su ex novio estaba sobre ella, así que yo...
Su voz se cortaba cada vez más, así que se detuvo para respirar.
Yo sabía lo que era no querer verse débil frente a otros, así que le di su espacio.
Coloqué mi mano sobre su hombro con amabilidad y nunca esperé reacción de su parte, pero ella dejó caer su peso sobre mi, para descansar.
- Rollins, tienes que ir al hospital para la revisión de rutina, Benson, ve con ella.
Asentí y caminamos al auto.

Mientras conducía, ella tenía la cabeza recargada para atrás, yo no sabía que decir o que hacer.
- Lo único que quiero es sentir que hago algo bien...
Sus palabras me provocaron una pesada sensación en el pecho, odiaba la idea de que ella se sintiera así.
- Todo lo que haces esta bien, Amanda.
Sentí su mirada sobre mi y como es de costumbre últimamente, me puse nerviosa.

Llegamos al hospital y le hicieron una revisión muy rápida, así que rápido volvimos a la estación.
Ella estaba en la mira de asuntos internos, lo cual me molestaba y me preocupaba mucho, ya que así mismo sucedió con Elliot...
- Liv..
Su voz interrumpió mis pensamientos.
- Qué necesitas, Amanda?
- Queria pedirte si de favor podrías llevarme a mi hotel..
- Por supuesto.
Le mostré una sonrisa y me levanté.
Este viaje fue más relajado, a pesar de que ella aún se notaba ansiosa por todo lo que estaba pasando.
- Por qué tu hermana está atestiguando contra ti? Creí que la habías defendido.
- Así fue! Pero resulta que lo único que quería era el seguro de vida de él, y como descubrió que no se lo darían porque él estaba cometiendo un crimen, decidió que sería mejor idea inculparme.
Su tono de voz era notablemente molesto, sospecho que no es la primera vez que tiene esta clase de problemas con Kim.

Al llegar a su cuarto de hotel, me quedé un rato con ella.
Pedimos una pizza y cenamos juntas, no quería dejarla sola en un momento tan difícil como este.
- Gracias por todo, de verdad.
- No tienes de que agradecerme, para mi es un placer pasar tiempo contigo, eres una gran amiga.
Sus ojos brillaron de felicidad con lo que dije, no creí que para ella mis palabras fueran tan importantes.
Pero tenía días que no la veía tan feliz, así que me alegré de notar su expresión.
- Y... Cuándo te irás?
- Oh, ya me estás corriendo?
Hice una expresión dramática y ella comenzó a reír, así que yo le seguí.
- Claro que no! Por mi podrías quedarte a dormir.
Parece que eso lo soltó sin pensar, porque al instante comenzó a trabarse y a pedir perdón.
Todo en ella me parecía muy tierno cuando pasaba esto.
- No te preocupes, me encantaría hacerte compañía.
Ella me miró con una emoción muy feliz en su mirada... Una emoción que no pude distinguir bien, pero era contagiosa.

Por la mañana, tuve que ir a mi apartamento a bañarme y cambiarme de ropa, así que la dejé en la estación y me retiré.
Cuando salí de la ducha, vi en mi teléfono varias llamadas perdidas de Fin, así que decidí llamar.
- Todo bien?
- Liv, Amanda esta en prisión, tenemos que sacarla, ahora.
Con esas palabras fue suficiente como para estar lista en menos de quince minutos.
Llegué a la prisión llamada "Las tumbas" donde se encontraba Amanda.
Todos ya estaban reunidos para pagar la fianza, así que yo puse lo que faltaba, y así fue que logramos sacar a Amanda.
Se veía agotada y parecía incluso muerta.
Ver sus ojos azules tan opacos me causaron un sentimiento muy feo, así que sin pensarlo, la abracé.
Ella no se apartó, al contrario, me correspondió el abrazo.
- Gracias...
Yo no podía decir nada, no se me ocurría.
- Te llevaré a tu apartamento, si...?
Lo único que hizo fue asentir con la cabeza, así que nos encaminamos al auto.
Los demás solo nos miraron, pero no dijeron nada, creo que pensaban que era lo correcto.

Al llegar, todo estaba vacío.
Amanda se quedó quieta, mirando todo su apartamento vacío con una nota de Kim que decía.
"Tomé prestados algunos muebles, espero no te moleste.
Te quiere.
Kim"
Amanda se veía simplemente devastada.
No provocaba ningún sonido, pero no era necesario, podía sentir como se sentía ella.
Me acerqué y como por instinto, ella se dio la vuelta y de nuevo me abrazó, pero esta vez comenzó a llorar.
Me sentía halagada de que ella me tuviera la suficiente confianza como para llorar frente a mi.
Sabía lo difícil que era, así que no dije nada, solo la ayudé a llegar al auto, la llevé a mi apartamento y la dejé dormir en mi cama.

AMOR EN UNA MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora