Capítulo 2: Guía para hacer amigos

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No tenía sentido quedarme viendo a la nada, lo mejor sería cambiar de actitud, al fin y al cabo siempre había sido optimista, di un paso adelante y me fijé en la habitación.

- Wow... es muy hermosa.

Me adentré más, es muy espaciosa por cierto, más de lo que aparenta, tiene una cama personal y una litera, cerca de la litera está un closet enorme (No realmente, solo me gusta exagerar las cosas) y en el espacio entre la litera y la cama está una mesita para la noche de madera color oscuro, tiene tres cajones, encima de la mesita está una ventana, lo suficientemente amplia como para cubrir el espacio de cama a cama (litera) desde esta se puede ver el interior del Instituto, las canchas, la piscina, el auditorio y las demás secciones del instituto. Realmente tiene unas vistas muy bonitas, tuve suerte de que la habitación tenga vista al interior del Instituto.

(Compañeras de habitación)

Las palabras del hombre resonaron en mi mente, era cierto, nunca fui buena intentado entablar amistad con otra gente, desde siempre mi grupo de amigos fue limitado, pero en fin, desconocía si alguna de "mis nuevas compañeras" ya habria venido o no. 

- Que horror...

Suspiré y tomé mis maletas, cuando abrí el closet vi que ya estaba ropa allí, eso me confirmó que al menos una de ellas ya había llegado, por suerte el closet está bien seccionado para tres personas, así que me dispuse a desempacar, cuando estaba terminando la puerta se abrió súbitamente.

- HOLAAA!!! – dijo ávidamente una muchacha

- ¿H-hola? - giré mi cabeza y la ví, una joven un poco más pequeña que yo, aparentemente llegó sola, lo cual me sorprendió un poco.

- WOW, tu debes ser mi compañera – Se precipitó hacia mi e inmediatamente tomó mi mano y la agitó con entusiasmo.

- Me llamo Miriam, ¿y tú? - seguía agitando mi mano 

- S-soy Leira, m-mucho gusto – seguía agitando mi mano

- ¡LEIRA!, que bonito nombre, ¿Hace cuánto llegaste? – seguía agitando mi mano

- Una media hora – comenté con pena mientras ella seguía agitando mi mano

- Que puntual, de seguro eres muy inteligente ¿no? – seguía agitando mi mano

- S-si, creo que si, por eso estoy aquí, jaja – solté su mano y me toqué la cabeza

- Bueno Leira, que esperas – dijo mientras se daba la vuelta y tomaba sus maletas.

- ¿Para...? - la miré confundida 

- Para ayudarme a guardar mis cosas – se volteó con sus maletas y las puso en el piso.

- C-claro Miriam, pero tengo que guardar mis cosas también - señale mi maleta, a la cual solo le quedaba una prenda por guardar. 

- Bueno, no será mucho, acabaremos rápido porque somos dos. 

- Oye... Este Miriam, ¿Esa ropa no es tuya?

Señalé hacia la desconocida ropa que no era mía.

- Pues no, yo acabo de llegar, ¿No es tuya?

- No, no lo es.

- Entonces es de nuestra otra compañera.

- Ah sí... Eso debe ser.

- Bueno, ¡A desempacar!

Guardamos mi última camisa y las cosas de Miriam en el closet, la tarea no duró demasiado tiempo, Miriam es agradable, aunque algo bulliciosa, luego de guardar todo comenzamos a repartirnos las camas.

- No me gustan las literas – Mencionó mientras miraba con desprecio la parte superior de la cama doble.

- A mí tampoco... – dije casi entre dientes

- Entonces será una competencia 

- ¿¡C-competencia!? – Retrocedí un poco

- La que gane se queda con la cama normal, la que pierda tendrá que usar la litera.

- P-pero no sabemos en qué cama va a dormir nuestra otra compañera - comenté mientras señalaba a la cama.

- En la cama normal... - dijo una voz sombría

- ¿¡AH!? – Miriam y yo tuvimos un sobresalto, no nos dimos cuenta que mientras discutíamos nuestra "otra compañera" ya había regresado.

- Yo vine antes, y elegí la cama "normal" – dijo mientras se acercaba hacia la cama individual.

- P-pero... - hablé con timidez

- No hay peros – me lanzó una mirada asesina.

- Bueno, no hay discusión, tu irás a la cama normal, Leira a la litera de arriba y yo a la litera de abajo. – explicó Miriam mientras se llevaba las manos a la cadera.

- Pero yo quería la litera de abajo... - dije tímidamente 

- Resuélvanlo con un juego o algo – comentó nuestra "otra compañera" - mientras inspeccionaba las prendas del closet. 

- Tiene razón, vamos Leira, resolvamos esto con piedra, papel o tijeras. - Miriam puso sus manos en la típica forma de piedra

Detesto ese juego, nunca he ganado en él, ni siquiera con trampa, es un juego en que simplemente no puedo ganar, nunca eh podido y nunca podré, porque el universo conspira para que saque exactamente lo contrario a ganar.

*Gulp*

- Bien Leira, Piedra... - Miriam comenzó a agitar su mano 

- P-papel - agité sin nada de fuerza mi mano 

- O tijera - Miriam aceleró su movimiento 

- U-uno 

- ¡Dos!

- T-tres...

Cerré los ojos, mi mano realizo un movimiento que vagamente se puede asemejar a piedra, me mantuve así por un rato más hasta que oí las súplicas de Miriam.

- ¡NO ES JUSTOOOOO! – me tomó por los hombros mientras me zarandeaba.

- ¡DAME OTRA OPORTUNIDAAAD PORFAVOOOR LEIRAAAAAA! – se mantuvo agitándome.

- Ya ganó, deja de llorar – dijo con pocas ganas nuestra "otra compañera"

- P-pero yo debía ganar – Miriam me soltó casi llorando 

- Ejeje, b- bueno Miriam, a veces se gana y a veces se pierde, porque no mejor nos presentamos bien con nuestra compañera... - dije con la mano en la cabeza 

- ¡TIENES RAZÓN! – (Que rápido cambia su humor)

- Hola mucho gusto, me llamo Miriam – tomó su mano y la empezó a agitar efusivamente (Igual que a mi)

- Soy Julieta... - soltó la mano de Miriam

- Y-yo soy Leira, un gusto – le extendí la mano

- Es un placer... – su tono cambió a uno mucho más cálido y me tomó la mano

- Espero que todas nos llevemos bien amiguis – Miriam nos abrazó por la espalda a las dos con una gran sonrisa en su rostro.

- ... - Julieta se movió un poco, evidentemente disgustada por el repentino gesto de afecto de Miriam, pero esta última nos abrazó con más fuerza.

No pude evitar reírme un poco por la situación, Julieta le dijo (gritó) algo a Miriam, esta última sacó la lengua y empezaron a discutir, evidentemente en tono de broma, yo solo las observaba con una sonrisa, parece ser que al final, no es tan difícil hacer amigos.      

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