Capítulo 5: Las clases del Instituto

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Regresamos al salón de clases, Ciril entró una vez que todos lo hicieron, ordenó que tomarnos asiento, cerró la puerta y se puso a hablar.

- Bueno chicos, ahora que ya saben que tipo de gracias tienen, voy a explicarles cómo funcionan las clases - dijo mientras caminaba hasta llegar al frente de la clase - este es su salón principal, aquí tendrán clases de todas las materias que no tengan que ver con su gracia, por ejemplo, clases de matemáticas, física, anatomía, química, etc.

¿Que? ¿Clases? Pensé que en el instituto solo aprenderíamos sobre la gracia y eso. Es decir, que me importa a mí aprender sobre física o matemáticas, literalmente no las voy a usar, creo.

- luego, para ir a sus otras clases tendrán que recordar o mirar su horario, pero realmente no importa mucho, ya que estas clases son después de su receso, tendrán cuatro horas de 45 minutos cada una, luego de estas su receso y cuando este termine, tendrán que ir a sus clases de gracia, las cuales son dos horas más, luego tendrán el resto del dia libre, les recomiendo unirse a un club, aunque creo que va a ser obligatorio de todas formas. - Ciril hizo una pausa mientras nos miraba a todos - Bien, tienen el resto de la hora libre muchachos, hagan lo que quieran menos ruido.

Ciril se sentó en su asiento, y descansó sus pies sobre el escritorio, cerró sus ojos y puso sus manos en su nuca, parecía dormido.

- Oye Leira - me llamó Miriam desde su lejano asiento

- ¿Que? - respondí en voz baja

- Oye Leira - volvió a llamarme

- ¿Quee? - alcé un poco la voz

- Oye Leira - esa es ahora su frase célebre

- ¿Qué quieres Miriam? - le dije un poco (Muy) molesta

- ¿Tienes el horario? - se levantó y me lo preguntó

- Nop, no pensé que íbamos a tener algún tipo de clase normal, ¿Y si le preguntas a la chica rubia de enfrente? - dije mientras la señalaba con el dedo

- Piedra, papel o tijera - mencionó Miriam

- ¿Que? ¿Para qué? - dije

- Para ver quién va a preguntarle - dijo mientras sonreía

- Está bien - comenté

- Piedra

- Papel

- O tijera

- Uno, dos

- Tres

La mano de Miriam estaba cerrada, en clara señal de que haba sacado piedra, mi mano por otra parte indicaba una tijera, evidentemente había perdido (al parecer, mi racha de derrotas en piedra, papel o tijera volvió a la normalidad)

- ¡BIEN! apúrate Leira, ve a preguntarle - dijo mientras sonreía de oreja a oreja

- Voy, ya voy... - maldición, no tenía intenciones de socializar con alguien, al menos no tan temprano, muchísimo menos con alguien que al parecer ni le importo.

Me levanté de mi puesto, y mientras lo hacía regresé a ver al profe Ciril, que de hecho estaba dormido (creo), me acerqué lentamente hacia la rubia que conversaba con su ¿Amigo? Se parece mucho ella así que creo que es su hermano.

- Hola - le hablé en tono de voz baja

*Silencio*

- Me preguntaba si tú tienes el horario de clases. - le dije

- ¿Me hablas a mí? - me respondió de manera arrogante, ni siquiera regresó a verme.

- S-sí, lo que pasa es que... - me cortó de raíz.

La Alta CúpulaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora