Eres increíble

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Capítulo 7

Eres increíble.

-Pero que cosa... -La enfermera miro a Daniel, uno de los médicos observar con dudas unos papeles.- Puedes ponerte en contacto con la "Bomba de Hidrogeno"... Creo que hay un problema.

-Ya me comunico con la capitana H. –Nunca iba a entender el chiste de bomba de Hidrogeno, pero le habían dicho que Daniel tenía un muy motivo para ese apodo.

...

Las luces de la enfermería estaban todas a su mínima intensidad. Las camas estaban ocupadas por un total de 13 personas: 10 omegas (Capitan Callender, Duendecillo, el catalogado como asesino y siete más) y 3 betas. Todos tenían en común que dormían hechos unos ovillos en el lugar. En algún lado leí que esto podría ser señal de inseguridad y una forma de proteger órganos vitales del cuerpo.

Supongo que luego de ese infierno, pasaría bastante tiempo hasta que estas personas pudieran dormir sin temer a su sombra. El duendecillo había sacado completamente la manta y casi no se le veía la cabeza. Un pequeño movimiento me hizo quedarme quieta, en realidad fueron dos: Callender y el petirrojo. El capitán bajo la guardia y cerró los ojos cuando me vio, dormir era más importante que saber que hacia ahí... El otro me perforo con la mirada hasta que entre al despacho del médico.

-¿Qué sucede Dany? –Dany levanto la vista de la revista de comic y dejo la taza a un costado. –Si es por una estupidez...

-Creo que –Sus ojos pasearon por su oficina, como si algún objeto le fuera a dar las palabras que buscaba- no solo prostituían a esos chicos.

-No solo los tenían para esos servicios...-Repetí, sintiendo que decir la misma palabra que Dany ensuciaría mi boca- ¿Qué te hace pensar eso?

-Los dos omegas más grandes, tienen en su cuerpo sustancias –Me dio unos papeles lleno de nombres químicos y gráficos- Que son recomendables para prepararse para un futuro... -No sé qué cara tendré, porque interrumpió su larga explicación.- los estaban preparando para ser embarazados, según las hormonas en sus cuerpos se acerca su primer estro.

-Bueno, toma precauciones y dale inhibidores. –Respondí tras dejar los papeles en la mesa- ¿Eso era todo?

-Creí que era necesario, avisarte, para evitar accidentes. –Sus ojos se posaron en la ventana que le permitía mirar hacia las camas- Sé que es ser prejuicioso... pero algunos me dan mala espina y es bueno que avises los chicos para evitar problemas.

-¿El pelirrojo hizo algo? –Ese chico me da mala espina, desde que lo vi actuando tan protector con el duendecillo no me gusta, parece que armaría lio a la primera oportunidad.

-¿Alexandre? –Consiguió que Daniel lo llame por su nombre, supongo que no es una buena plántula para tener por aquí.- No lo digo por él, lo digo por el omega rubio.

-¿El duendecillo? -¿Qué tiene de peligroso el adorable duendecillo?

-No ese. –Sus ojos me miraron con suspicacia, me obligue a mantener una cara inexpresiva- El otro rubio. –Se levantó y fue hasta la ventana- El que está en la cama 4, es uno de los omegas grandes.

-¿Qué pasa con él? –Era exactamente ese omega, por el que tuve un pequeño cruce con el duendecillo.

-Llámame dramático o influenciado por mis novelas.

-Tú no lees novelas, lees comics. –Le corregí, nunca en mi vida lo vi con una novela en la mano.

-Son novelas gráficas –Daniel me miro con tono ofendido en sus ojos- Pero ese chico me recuerda a las florecitas podridas de esas novelas.

Sahib: se mi compañeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora