Sahib: se mi compañero

Avanzando

Capítulo 9

Avanzando.

Al ir por un bocadillo a la concina, me encontré con varios alrededor de la puerta con rostros angustiados. El perro me hizo gesto de guardar silencio y me aproxime con el mayor silencio posible.

-¿En serio sabes leer? –Uno de los omegas más jóvenes miraba con estrellas en los ojos a uno de los betas. Este tenía el cabello castaño, era bonito pero no llega a la altura del duendecillo.

-Sí, fui a la escuela.

-Sabía que Sahib, podía leer... -La voz femenina me hizo mirar a la única chica del grupo era, de los omegas presentes, la más grande.- Lo vi leer varias veces, también sabia de Alex... Pero no sabía que tú también.

-¿Sahib lee? –Otro de los niños omega, debería tener unos 14 años miro con admiración en los ojos al duendecillo. Yo no podía entender por qué era sorprendente que el chico supiera leer. -¿Quién te enseño?

-Fui a la escuela para omegas.

-WOOO... -Ahora eran todos los omegas los que estaban cotorreando y preguntando admirados como era la dichosa escuela de omegas.

-Yo siempre quise ir a la escuela –Un omega de cabello castaño miro con admiración al duendecillo y los tres betas.- Pero era muy cara y no me aceptaban en la de betas... -Sus ojos se posaron el beta castaño- Trevor, me enseñarías a escribir mi nombre... -Su rostro estaba completamente rojo- Por favor... siempre quise saber cómo se escribe mi nombre.

-Yo también quiero aprender a escribir mi nombre. –Exclamo el más joven de todos, según tenía entendido debía de tener 14 y hacia un mes que estaba en ese infierno. -¿Alguno sabe contar? ¿Me pueden enseñar?

-Yo se contar –Sahib le sonrió- Te puedo enseñar si quieres... También se hacer operaciones matemáticas.

-¿Sabes medicina? –El semblante de duda del chico, que hizo la pregunta, le saco una risita al beta más joven (Trevor). -¿Dije algo malo?

-Las operaciones matemáticas son: Sumar, restar, dividir y multiplicar. –Aclaro el beta que se rio, tras una mirada de advertencia de los tres más grandes (los dos betas y la omega femenina).

-Bueno, si les parece nos agrupamos y les enseñamos el abecedario. –Propuso Alex.-Somos 11... cuatro de nosotros sabemos escribir y leer... Así que serían tres grupos de tres y uno de dos.

-Voy a preguntarle a los soldados de la cocina si tienen... -Uno de los cocineros se les acerco con unos papeles y lapiceras.- Gracias –La sonrisa del niño omega era realmente hermosa, si nosotros podíamos oír de lo que hablaban en el pasillo. Era obvio que los cocineros también. Capaz que hasta habían preparado todo durante su charla... Los chicos se merecían un bono por la atención.

-¡Voy a aprender a escribir mi nombre! –Victorio uno, mientras agarraba rápidamente la lapicera y sostenía un papel contra su pecho con notoria emoción.

Despacho. Esa misma noche.

Eran analfabetos, salvo por los tres betas y Sahib, todos son analfabetos.

Uno de los niños, Mally el omega más joven, incluso le estuvo mostrando a cuantas personas se cruzó como escribió su nombre solito. Alguien comento que el niño le hacía honor a su nombre, ahí me entere que Mally significaba dulce.

Muchos le felicitaron por aprender a escribir su nombre solito en un día. El niño estaba tan feliz, que hasta incluso dibujo estrellitas y flores alrededor de su nombre.

Hable con los chicos de cocina, ellos fueron testigos de todo.

Todo comenzó por que uno quería saber que decía el menú del día. Trevor leyó el cartel y de ahí salió el típico de quien sabía leer y quién no. Algunos niños conocían algunas letras, pero la gran mayoría solo sabía que eran letras.