Capítulo 11

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『••✎••』

Estaba celoso.

Su andar por el festival era algo tranquilo, pero su mirada sería espantaba a toda persona a su alrededor, iba vestido como un humano ordinario pero era mejor, al menos algunos demonios solian disfrutar sin necesidad de asesinar.

─¿Quieres quitar esa cara de culo?. Disfruta, incluso tal vez encuentres a un chiquillo más lindo.─hablo sin importancia akaza, donde kokushibo lo miro el doble de mal.

Daki y gyutaro sonreian de par, iban de la mano a petición de daki, si bien por instinto cualquier demonio estaría disfrutando de asesinar, no querían arruinarle la noche a kokushibo, por lo que simplemente iban en silencio admirando cualquier cosa. Hasta que visualizaron una cabellera característica...

─Oh, es douma - dono.─hablo gyokko, teniendo en mano una bolsa llena de cosas que seguramente compro, su apariencia de humano era llamativa.─¿qué?.

Cuestionó, ya que daki y gyutaro le reprocharon con la mirada, todos se escondieron en un callejón (Kokushibo a la fuerza) y observaron.

Douma paseaba con un yukata rojizo con algunos toques dorados en flores de loto, poco masculino a la vista de cualquier individuo pero sacaba a relucir más su belleza incluso siendo varón. Gyokko cuchilleo levemente, el Rubió iba solo y parecía entretenido, pues llevaba unas cosas, ropas y una curiosa caja de madera con pequeños fragmentos de piedras preciosas.

─¿Creen que sean pa esa mujer?.─hablo daki, gyutaro observó en silenció, gyokko respondio con un si, akaza bufo divertido al ver la cara agresiva que puso kokushibo.

Perdieron de vista a douma y salieron finalmente, akaza miro la dirección y tuvo un pequeño impulso de seguirle pero se contuvo.

─Hablare con douma, ya vuelvo.─hablo gyutaro, caminando y dando un salto en el tejado de un hogar cercano.

Daki iba a gritar algo pero akaza se lo impidió.

─Mejor busquemos algo que llevar, recuerdos, algo interesante.

Kokushibo volvió al Festival y entro a una tienda de artesanía, joyas pequeñas y demás cosas, un lugar grande. Akaza por su lado estaba cok gyokko y daki hablando sobre la actitud de kokushibo...

─Parece un niño pequeño cuando su madre no le presta atención alguna.

─No creo que sea prudente hablar de kokushibo - sama así. Tal vez debimos hacer resaltar su juventud, no cruza más allá de los 25 años.─hablo gyokko.

─Mmmh, sigo preguntándome por que douma llevaba eso.─dijo daki.

Por otro lado, gyutaro observaba con sumo interés como douma buscaba telas, kimonos simples y uno que otro llamativo, unos juguetes que asumia que eran de bebé...entre otras cosas, douma tal vez solo buscaba llamarle la atención de otra forma a kokushibo.

─¿Kokushibo - dono aun sigue molesto?.─hablo douma sentado a un lado de gyutaro, quién se sorprendió por la repentina cercanía.─los vi en el callejón ese, fue divertido verlos acoplados uno encima del otro.

Gyutaro sonrió.

─Esta algo molesto, creo que es por esa mujer que esta en tú templo.

─Hay varias mujeres en mi templo. Pero solo quiero ayudarle, me recuerda mucho a alguién, no se quién...pero se que era mujer. Alguien de mi vida como humano.─hablo douma, metiendo las ropas femeninas en un pequeño saco de tela limpia.

─Mh, pues él esta molestó aún asi.─hablo gyutaro, rascando su mejilla.

─Entiendo, tal vez se lo compense en unos dias. O noches...dile que no se enoje tanto.─douma sonrió entretenido, tomando un pequeño brazalete delgado.─ten, tiene una piedra verde en el centro, es un regalo para tí.

Finalmente se retiró, pidiendole a nakime que lo devolviera a su templo, donde gyutaro suspiro levemente, caminando por los tejados y alcanzando al grupo, donde kokushibo observaba un cojin rojizo con bordes en dorado.

─¿Vas a comprarlo?. Te sugiero que le regales algo más cliché...mmmh, eso.─menciono gyutaro, tomando unos peluches de un tamaño favorable.─podrias regalarle el de dragón, o mejor el de la flor.

Kokushibo tragó levemente, era PÉSIMO escogiendo regalos, daki había comprado joyas, gyokko cosas para pintar, akaza..., él estaba divagando por ahí y gyutaro le ayudaba en escoger algo lindo.

─Lo mejor es dejarlo escoger solo.─hablo akaza a sus espaldas.─kokushibo ya esta muy grandecito.

Gyutaro bufo, observando al burdeo mayor. Quién busco otro objetó, algo llamativo, exótico, único...

─Si yo fuera douma me gustaría que me regalaras eso.─comento akaza con un toque de burla, apuntando un espejo medianamente con adornos de copos y pequeñas piedras incrustadas de color celeste gélido.

─...Esta, lindo.─comento kokushibo, tomando el espejo y caminando a pagarlo.

─Chale que mal, no habían más de esos.─comento akaza, en su busqueda solo tomo unas cajitas de madera con adornos simples.

─Es un lindo regalo.─comento gyutaro.

─Si...¡Ah, ya recordé!, necesito una pecera para mis peces koi.─recordo finalmente akaza, buscando alguna tienda que vendiera alguna pecera.

Finalmente marcharon a la fortaleza infinita, dejaron sus compras en sus habitaciones mientras hablaban del comportamiento de kokushibo, quién se había encerrado en su habitación, dejando el espejo en un lugar con suma delicadeza.

─Apuesto otros dos peces koi a que no se lo entrega.─hablo akaza, sonriente al ver sus peces en un lugar más cómodo.

─Yo creo que si lo entrega, ¿vieron ese espejo?, lo hubiera visto antes y me lo quedaba para mí.─hablo daki, sonriendo al recordar aquél hermoso espejo.

Gyutaro solo se recosto en el tatami, no era de su interés meterse en aquél asunto por ahora.

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𝐄𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚 𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚 || KokuDou [Bl] [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora