Capitulo 3

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Al día siguiente, me desperté de madrugada, como todos los días, notando que seguía en aquella horrible habitación de Gryffindor. Tanto rojo me comenzaba a marear.

Me levanté lo más sigilosamente que pude, dirigiéndome al baño. Necesitaba verme un poco en el espejo.Y allí estaba esa cara que llegué a odiar durante años: las grandes ojeras, mi piel maltratada, aquel cabello grasiento que me tomó años cambiar. Todo seguía igual. No podía negarlo más; de alguna manera, mi alma había viajado a mi yo del pasado. Pero, ¿cómo? Y lo más importante, ¿por qué? Si en verdad había regresado en el tiempo, entonces me aseguraría de que mi vida cambiara, aunque fuera un 1% a mejor; sería feliz.

Con esa idea en mente, empecé a dirigirme a la sala de estar de Gryffindor. Como pensé, estaba completamente sola. Tomé mi única libreta de mi baúl para planear una estrategia adecuada y poner en marcha mi plan.

Lista de cambios:
•Ganar dinero.
•Alejarme de los merodeadores.
•Encontrar los horrocruxes.
•Matar al basilisco.
•Salvar a Lily.
•Mejorar mi apariencia.
•Evitar que mi madre muera.
•Salvar a mi madre del infeliz de Tobías.

Me encontraba concentrado en realizar una lista de prioridades cuando escuché los suaves pasos de una persona acercándose. Cerré mi libro lo más rápido que pude, justo a tiempo para que alguien se sentara a mi lado.

—Lupin... —dije, manteniendo mi fachada de chico tierno e inofensivo. Pude notar cómo sus ojos me miraban con dulzura, como solía mirar solo al sarnoso de Sirius.

—¿No puedes dormir? —preguntó con curiosidad poco disimulada, a lo que solo asentí, bajando la mirada y fingiendo estar apenado.

—Estoy un poco nervioso por las clases —dije casi en un susurro, fingiendo vergüenza en mi voz mientras jugaba con uno de mis mechones, igual que hacía cada vez que coqueteaba con Lucius.

—Ya veo —dijo comprensivo, como me imaginaba que actuaría. Siempre era igual; todas las personas solo eran unos idiotas.

—Yo también estoy nervioso. Si quieres, podemos ir... —Lupin no pudo terminar de hablar, ya que fue interrumpido por los escándalos que venían de la escalera que llevaba a los dormitorios. Aproveché su distracción para escapar; no estaba para un lobo caprichoso.

--------------LUPIN----------------

—Oye, Lupin —dijo Sirius, bostezando, seguido de James, que parecía casi dormido

—. ¿Con quién hablas? —dijo mirando a todos lados.

—Con nadie importante —dije, mirando por donde se había marchado Severus. (Hay algo en él que no entiendo), pensé, con una pequeña sonrisa creada por la curiosidad que aquel muchacho despertaba en mi mente.

—¿Has visto a Severus? —preguntó James, fingiendo desinterés. Solo negué con la cabeza, haciendo que soltase un suspiro de frustración. (Eso es interesante), pensé, sintiendo que mi curiosidad aumentaba mientras lo veía dirigirse al cuarto para arreglarse.

—Entonces deberíamos dirigirnos al Gran Comedor —dijo James una vez que todos estuvimos bien arreglados. En todo el trayecto, James y Sirius no paraban de reír, diciendo todo lo que podrían hacer en el castillo. Yo intervenía de vez en cuando, solo cuando sus ideas se volvían descabelladas.Al entrar en la sala, casi todo el mundo estaba presente. Sin darme cuenta, me encontraba mirando por toda la mesa, buscando a Snape, pero no conseguí encontrarlo; al parecer, ya se había ido.

—Severus no está —dijo Sirius en voz alta mientras nos dirigíamos a la mesa para comenzar a comer. Pero no pasó mucho tiempo para que se abrieran una vez más las grandes puertas, y allí estaba Snape, entrando como si no le importara nada ni nadie a su alrededor.

Un Slytherin En Grynfindors.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora