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--- ¿Mami?

--- P-perdoname...

--- ¿Por qué...?

Preguntó con curiosidad sin poder levantar la cabeza, mi madre me tenía aprisionado entre sus brazos.

--- Por no darte un cuerpo fuerte, mi corazón...

Dijo en un hilo de voz.

Ella y mi padre eran personas justas, eran mis confidentes, ellos podían ver a través de mi como un cristal.

No es lindo estar en un hospital toda tu vida, y menos el hecho de que lo único que te den de comer sea la comida del lugar, me ponia feliz el que ambos trajeran a escondidas un dulce o juguetes, y me divertía al ver como eran regañados por el personal del hospital.

--- Saben muy bien que el no puede comer algodon de azucar y menos goma de mascar.

Regaño a mis padres. Para luego mirarme a mi con el ceño fruncido.

--- Y ya deja de ignorarme, bribón.

Hice oídos sordos y seguí mi acción, comer los aperitivos contrabandeados por mi familia.

--- Pero mira lo feliz que está.

Señalo mi mama con una gran sonrisa.

--- Comer una que otra golosina cada cierto tiempo no hace ningún daño.

La intentó persuadir mi padre.

--- Tiene razón, pero ustedes vienen todos los días y siempre hacen lo mismo.

Suspiro rendida la enfermera.

--- Hace poco fue un festival...

Excuso mama.

--- Si, un festival que dura los 365 días del año ¿O me equivoco? --- Comentó irónica.

Reí levemente.

De alguna u otra manera ellos logran salirse con la suya. Una familia tan alegre y despreocupada era algo único de ver, el personal del hospital siempre decía que era muy afortunado de tener unos padres como ellos, a mis seis años no comprendía del todo sus palabras, hasta ahora.

--- ¿Mami y papi aun no llegan?

--- No, supongo que se retrasaron un poco. Ya deben de venir...

Los espere por mucho tiempo y sin falta preguntaba por ellos. Todos responden lo mismo, hasta que un nuevo trabajador fue encargado de mi cuidado.

--- ¿Sabe si mi mamá y papá llegaron?

--- No. --- Su tono fue seco y sin dirigirme la mirada en ningún momento continuó revisando monitores y que todo estuviera en orden.

--- Pero... ¿No llego ningun mensaje sobre donde dijeran el por que de su retraso?

--- No. --- Continuo con lo suyo.

Se escuchó la puerta de la habitación abrir y cerrarse, pero por los pasos supe que no eran ellos. Y continúe insistiendo al chico nuevo a que me dijera algo de mis progenitores, eso hasta que al fin le colme la paciencia.

---¡Nadie vendrá! ¡Están muertos! ¡Si ya lo tienes claro, cierra la boca de una vez!

--- ¡¿Qué te pasa?!

Se quejo mi médico de cabecilla que acababa de entrar, pero no importaba cuánto intentara convencerme de que solo eran disparates de un hombre agotado, las palabras de aquel asistente se me quedaron grabadas.

No fue hasta la llegada de mis abuelos maternos que confirme esa noticia,que por cierto, odie esa visita más que nunca.

--- El informe decía que estabas aquí por un accidente, pero veo otra cosa aquí... ¿Tu que opinas, querido?

||Aishite|| Aquamarine Hoshino x Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora