capítulo 11

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Me quedé en el umbral, mirando a la basura que se encontraban dentro. Ya no inclinaban
la cabeza. Ahora estaban pendientes de mí, examinándome. Conocía esa parte. Había
pasado por ella en bastantes colegios, esperaba que todos temblarán y se encogieran en
cualquier momento pero no pasó, bien, eso significaba que tal vez sería más fácil ignorar
sus presencias

A varios dioses les pareció tierno incluso a Hades,eso le pareció bien,eso significaba que
tal vez su sobrino podría formar conexiones cercanas sin que estás le temieran.

—¿Y bien? —me dijo la basura, Annabeth si mal no recuerdo —. Vamos.

—La llamo por su nombre —Ares señaló.

Así que, tropecé al entrar por la puerta. Hubo algunas risitas, pero nadie dijo nada y
tenían suerte de que no ví a las basuras que se atrevieron a reírse.

Muchos se quedaron estupefactos, ¿reírse del hijo de Poseidón?

Annabeth anunció:
—Percy Jackson, te presento a la cabaña once.
—¿Normal o por determinar? —preguntó alguien.

—¿Que significa eso?—Preguntó Shiva

no sabía que responder, ya me empezaba a acostumbrar a que me hablarán como si yo
supiera, pero Annabeth respondí por mi::
—Por determinar.
Todas las basuras se quejaron.

Poseído pensó que tal vez ese semidiós no tenía tanto potencial al parecer si no podía
imponer respetos en otros como el.

Un chico algo mayor que los demás se acercó.
—Bueno, campistas. Para eso estamos aquí. Bienvenido, Percy, puedes quedarte con ese
hueco en el suelo, a ese lado.

Hades sonrió,estaba viendo a la posible primera conexión de su sobrino aparte de su
madre y sátiro guardian.

El chico tendría unos diecinueve años, y vaya se veía bien. Era alto y musculoso, de
pelo color arena muy corto y sonrisa amable. Vestía un  a camiseta sin mangas naranja,
pantalones cortados, sandalias y un collar de cuero con cinco cuentas de arcilla de
distintos colores. Lo único que alteraba un poco su apariencia era una enorme cicatriz
blanca que le recorría media cara desde el ojo derecho a la mandíbula, una vieja
herida de cuchillo, se veía un poco menos basura que el resto.

—Vaya,creo que acaba de hacer la descripción de primera vista más detallada que había escuchado.
—Artemisa hablo

—Éste es Luke —lo presentó Annabeth, y su voz sonó algo distinta. La miré y
habría jurado que estaba levemente ruborizada. Al ver que la miraba su expresión
volvió a endurecerse—. Es tu consejero por el momento.

—¿Por el momento? —pregunté.

—Eres un por determinar —me aclaró Luke—. Aún no saben en qué cabaña
ponerte, así que de momento estás aquí. La cabaña once acoge a los recién llegados, todos visitantes, evidentemente. Hermes, nuestro patrón, es el dios de los viajeros.

Hermes suspiro,eso era bueno, entonces esos chicos y chicas en su cabaña no eran suyos
eran acogidos.

Observé la pequeña sección de suelo que me habían otorgado. No tenía nada para
señalarla como propia, ni equipaje, ni ropa ni saco de dormir. Sólo el cuerno del
Minotauro. Pensé en dejarlo allí, pero luego recordé que Hermes también era el dios
de los ladrones.

Hermes río junto con otros dioses,a Apolo no le causó mucha gracia ya fue con el y sus
vacas que Hermes descubrió su don como ladrón.

Miré alrededor. Algunas basuras molestas me observaban con recelo, otros me sonreían
estúpidamente, y otros me miraban como si esperaran la oportunidad de echar mano a
mis bolsillos.

—No creo que ninguno sea lo suficientemente tonto para hacerlo— Hera dijo

—¿Cuánto tiempo voy a estar aquí? —pregunté.

—Buena pregunta —respondió Luke—. Hasta que te determinen.

—¿Cuánto tardará?

Todos rieron y aunque mi mirada se ensombreció de enojo pero ninguno de ellos se
detuvo.

—Creo que ninguno de esos mocosos tienen sentido de preservación— hablo un dios
menor y casi todos estuvieron de acuerdo nadie se atrevería a reírse en la cara del tirano
ni de su recien descubierto hijo.

Vamos —me dijo Annabeth—. Te enseñaré la cancha de voleibol.

—Ya la he visto.— Dije fríamente mientras observaba a las basuras reírse de mi pregunta.

—Vamos.

Me agarró de la muñeca y me arrastró fuera, mientras esas despreciables basuras seguían
riéndose a mis espaldas.

—Jackson, tienes que esforzarte más —dijo Annabeth cuando nos separamos
unos metros.

—¿Qué?

Puso los ojos en blanco y murmuró entre dientes:
—¿Cómo pude creer que eras el elegido?

—Pero ¿qué te pasa? —Empezaba a enfadarme—. Lo único que sé es que he
matado a un despreciable tío toro…

—No fue cualquier toro—  cantureo Loki mientras se acostaba en el aire

—¡No hables así! —me regaño Annabeth—. ¿Sabes cuántos chicos en este
campamento desearían haber gozado de la oportunidad que tú tuviste?

Todos se sorprendieron incluso al tirano le pareció interesado se preguntaba cómo
respondería el chico.

—¿De que me mataran?—. Pregunté confundido.

Todos estaban perplejos esperaban una reacción más…bueno definitivamente no esa.

—¡De luchar contra el Minotauro! ¿Para qué crees que entrenamos?

Me encogió de hombros y le di una mirada vacía sin embargo la basura rubia no entendió
mi falta de interés o simplemente no le importo.

—Ella es toda una mujer— Artemisa y Atenea sonrieron orgullosas.

—Mira, si la cosa con que me enfrenté era realmente el Minotauro, el mismo del
mito…

—Pues claro que lo era.

—Pero sólo ha habido uno, ¿verdad?

—Sí.

—Y murió hace un montón de años, ¿no? Se lo cargó Teseo en el laberinto. Así que…

—Los monstruos no mueren, Percy. Pueden matarse, pero no mueren.

—¿No lo hacen?—preguntaron algunos dioses confundidos
—Hombre, gracias. Eso lo aclara todo.

—No tienen alma, como tú o como yo. Puedes deshacerte de ellos durante un
tiempo, tal vez durante toda una vida, si tienes suerte. Pero son fuerzas primarias.
Quirón los llama «arquetipos». Al final siempre vuelven a reconstruirse.

Pensé en la escoria de la profesora Dodds.
—¿Quieres decir que si matase a uno, con una espada…?

—Esa Fur… quiero decir, tu profesora de matemáticas. Bien, pues ella sigue ahí
fuera. Lo único que has hecho es cabrearla muchísimo.

—¿Cómo sabes de la señora Dodds?
—Hablas en sueños.

—Ella se quedó a escuchar todo lo que dijo…que lindo—Hestia apoyo su mejilla en una
de sus manos.

Los Dioses Leen Percy Jackson Antes Del Ragnarok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora