capítulo 14

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—¿podría marcharme de aquí si quisiera?

-Sería un suicidio, pero podrías, con el permiso del señor D o de Quirón. Por supuesto, no dan ningún permiso hasta el final del verano a menos que...

-¿A menos qué?-. Pregunté impaciente -Que te asignen una misión. Pero eso no ha ocurrido en un tiempo. La última vez... - Dejó la frase a medias.

—ahg, esas pausas suspensivas— Apolo se quejo.

-En la enfermería -dije-, cuando me alimentabas con aquella cosa...

-Ambrosía.

-Sí. Me preguntaste algo del solsticio de verano. Los hombros de Annabeth se tensaron.

-¿Así que sabes algo?

-No. En mi antigua escuela oí hablar a la basura de Grover y Quirón acerca de ello. Grover mencionó el solsticio de verano. Dijo algo como que no nos quedaba demasiado tiempo para la fecha límite. ¿Que significa?

-Ojalá lo supiera. Quirón y los sátiros lo saben, pero no tienen intención de contárselo a ningún campistas. Algo va mal en el Olimpo, algo importante. La última vez que estuve allí todo parecía tan normal...

-¿Has estado en el Olimpo?-. Alce una ceja

-Algunos de los anuales hicimos una excursión durante el solsticio de invierno. Es entonces cuando los dioses celebran su gran consejo anual.

-¿cómo llegan hasta allí?

-En el ferrocarril de Long Island, claro. Bajas en la estación Penn. Edificio Empire State, ascensor especial hasta el piso seiscientos. -Me miró como si estuviera segura de que eso ya tenía que saberlo-. Eres de Nueva York, ¿no?

Oh, ese era un buen lugar para establecer el Olimpo acordaron varios dioses griegos

-Sí. -Lo era, pero por lo que sabía sólo había ciento dos pisos en el Empire State.

-Justo después de la visita -prosiguió Annabeth-, el tiempo comenzó a cambiar, como si hubiera estallado una pelea entre los dioses. Desde entonces, he escuchado a escondidas a los sátiros un par de veces. Lo máximo que he llegado a conseguir es que han robado algo importante.

Todos los panteones se miraron, Zeus acariciaba su barba. Un robo de un panteón de parte de otro era algo que sin duda merecía un castigo digno pero...

Athena se recostó hacia atrás para no captar la mirada de Zeus todavía no quería enfrentar a su padre por la existencia de su futura hija — Si el robo es dentro del panteón y es algo lo suficientemente grande como para hacer pelear a los dioses entre si hasta un punto preocupante debe ser algo muy preciado y poderosos teniendo en cuanto que tú y mis tíos también parecieron involucrarse.

Y si no lo devuelven antes del solsticio de verano, se va a liar. Cuando llegaste, esperaba... Quiero decir... Atenea se lleva bien con todo el mundo, menos con Ares. Bueno, claro, y está la rivalidad con Poseidón. Pero, aparte de eso, creí que podríamos trabajar juntos. Pensaba que sabrías algo. Negué con la cabeza. Me hubiera gustado seguir sacándole más información ahora que por fin decía algo importante, pero me sentía demasiado hambriento. cansado y sobrecargado mentalmente para seguir haciendo preguntas y escuchando sus divagaciones.

Athena suspiro, recordaba claramente la vez que discutió con su tío Poseidón por una ciudad pero no lo llamaría exactamente una pelea aunque ciertamente sabía que su tío Poseidón probablemente la tenga ubicada como una mocosa ingrata ese día no la mato por qué el había aceptado la competencia.

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