Primera acto: cacería.

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La carrera anual de apareamiento estaba apunto de comenzar y, como omega, Law estaba obligado a participar. Esperaba que hubiera un alfa a su altura, aunque su corazón ya pertenecía a Monkey D. Luffy, quien, a sus diecinueve años, aún no había sido presentado ni como alfa, beta u omega.



 —¿Está bien de esta manera? —Law preguntó a Chopper, mostrándole un pequeño cuenco con unas hierbas trituradas. No había mucho que resaltar, porque apenas estaba empezando con la tarea.

Cuando Chopper asintió, Law dejó el cuenco de lado y se sacudió las manos. Tenía que elegir las siguientes especias que debían ser trituradas. Era un trabajo simple, aunque tedioso.

—Lamento pedirte estas cosas, cuando tu especialidad es otra —dijo Chopper un poco apenado.

Law levantó la mano y acalló la diatriba.

—No te preocupes, lo hago porque quiero. —Incluso si no fuera un cirujano, él ayudaría a Chopper, le gustaba pasar tiempo a su lado. Normalmente cuando estaba con el pequeño doctor había silencio y paz.

—Todavía voy atrasado.

Y Law lo entendía. Falta poco para la maldita cacería anual, como ellos le decían: la carrera anual de apareamiento, como si no sonara tan mal como "cacería". Law odiaba con toda su alma esa carrera, pero era obligatoria para la conservación de la especie cambiante (cambia formas), que actualmente estaba teniendo problemas por el nacimiento de humanos normales. A Law le daba igual si todos se extinguieran, se lo tendrían muy merecido. Sin embargo, como era un omega, las cosas se le complicaban, en especial porque, quisiera o no, tendría que dejarse atrapar por un alfa y tener hijos y esas cosas de las que jamás estaría preparado.

La carrera anual también era una forma de dejar libres los impulsos que los dominaban durante cierta época, cuando la luna brillaba en todo su esplendor. Cada año era lo mismo, aunque Law la había librado por cinco años, siempre había sido más listo y racional que los demás, pero no estaba seguro de cuánto podía durarle la suerte, no es como si fuera a tener la oportunidad de aparearse por los preceptos del corazón y el amor pasional, con suerte y cuando obtenga una marca quedaría satisfecho y contento, los demás también.

Suspiró y se apoyó en la pared del pequeño consultorio de Chopper, mientras esperaba una nueva indicación. Había mucho trabajo, entre ellos medicina para los heridos en la cacería, para los omegas recién marcados y demás. Chopper tendría hasta el fin de semana para acabar con todo, que era la fecha en la que se celebraba la siguiente carrera anual; Law le ayudaría hasta el jueves, pues tenía que prepararse para la estúpida carrera.

—Law, ¿sabías qué Luffy ya se presentó? —preguntó Chopper de repente.

Law sintió dolor en el cuello por lo rápido que giró la cabeza en dirección al pequeño doctor. Eso no lo había esperado, aunque tampoco era una sorpresa, teniendo en cuenta de que Luffy se había atrasado todo un año. Luffy presentado, Law no sabía si eran buenas o malas noticias.

—¿Ya? —preguntó sin dar indicio de interés. De por sí, ya le estaba costando no salir de allí y buscar a su amigo, para felicitarlo, claro—. ¿Y qué es? ¿Un omega? —agregó con una sonrisa burlona, que desapareció ante la respuesta de Chopper.

—!Luffy es un alfa!

Eso tampoco era sorprendente. Todo el linaje de los Monkey era alfa. Law se pasó una mano por el rostro, sintiendo de repente un poco de calor de anticipación. Luffy era un buen amigo, un poco idiota, pero desde que Law lo ayudó hace un tiempo cuando sufrió una herida casi mortal por un alfa fuera de control, habían permanecido cerca el uno del otro, entrelazando amistades e intereses.

Instintos (LuLaw)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora